Medio Ambiente no tiene en estudio ningún proyecto de desaladora con energía renovable
Jue, 02/06/2005
A pesar de que Medio Ambiente dijo que muchas de las plantas funcionarían con energías limpias, sólo se están valorando propuestas de investigación
MADRID. El Ministerio de Medio Ambiente no está estudiando ningún proyecto basado en energías renovables en los concursos que tiene abiertos para la construcción de las plantas desaladoras de su programa A.G.U.A.. Así lo confirmaron a ABC fuentes de Acuamed (Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas), que tiene encomendada la gestión de tres cuartas partes de los proyectos que componen el plan A.G.U.A.. En reiteradas ocasiones, desde el departamento que dirige Cristina Narbona se ha defendido que buena parte de los 621 hectómetros cúbicos de agua desalada de su programa provendría de plantas que se alimentaran con energías limpias.
En la memoria ambiental comparativa entre el trasvase del Ebro y el Programa A.G.U.A., se decía que este último «facilita el uso asociado de fuentes energéticas renovables». En el Informe de Sostenibilidad Ambiental de este plan se subraya «la importancia de fomentar el uso de fuentes renovables de energía, tal y como promueve el Programa A.G.U.A., para sus instalaciones de desalación o reutilización; o, en los casos en que este tipo de medidas se demuestre inviable, procesos energéticos más eficientes». Un poco más adelante se dice textualmente que «la alternativa Actuaciones Urgentes del Porgrama A.G.U.A. en las cuencas mediterráneas incorpora la voluntad de promover la adjudicación de las actuaciones de desalación o desalobración condicionadas a la oferta de que la energía consumida sea producida por métodos asociados a energías renovables, bien por la incorporación de paneles solares o bien por la promoción, en paralelo, de parques eólicos».
Recuperar energía
Sin embargo, lo único que hay hasta el momento es precisamante eso, «la voluntad» de estudiar los avances tecnológicos de la desalación. De momento, se ha constituido una comisión entre los ministerios de Medio Ambiente e Industria, con el IDAE y el CEDEX, para estudiar la posibilidad de que la energía que se recupere en el proceso de desalación, por ejemplo con la salmuera de rechazo, pueda engancharse a la red, pero «estas energías no se contemplan hoy vinculadas a cada planta», explicaron las mismas fuentes.
Sí hay, en cambio, propuestas de actuaciones en el campo de la energía, pero sólo en el marco de I+D+i. Una de ellas se basa en el uso de grandes aerogeneradores en el mar, que permitan que se produzca la fuerza mecánica para que el agua pase a través de las membranas, y la utilización de ondas sónicas para desalar. En principio este proyecto podría implantarse como piloto cerca de San Pedro del Pinatar (Murcia), según las mismas fuentes, pero aún se encuentra en fase de pruebas.
No obstante, expertos consultados coinciden en que la aplicación que podría tener posibilidades para grandes demandas es la pila de hidrógeno, porque permite producir energía en continuo, pero no se espera que se pongan en marcha proyectos piloto hasta dentro de tres años como mínimo. El plazo de ejecución del programa A.G.U.A. del Gobierno es hasta 2008.
Datos polémicos
Así las cosas, el Informe de Sostenibilidad Ambiental del citado plan realizado por Medio Ambiente estudia diferentes alternativas en función de su consumo energético y las emisiones de CO2. Lo curioso es comprobar cómo después de las críticas vertidas por regantes, cámaras de comercio y ecologistas a la Memoria Ambiental inicial -en buena parte porque consideraban erróneos los cálculos de consumo de energía al enfrentarse en muchos casos magnitudes incomparables-, los mismos datos vuelven a aparecer en el nuevo informe. De nuevo se obvia que el transporte de agua desalada también puede necesitar bombeos y se utiliza una cota media donde es necesaria esa agua de 150 metros frente a los 250 que consideran los expertos.
Los datos de este informe apuntan a que, en cuanto a las emisiones totales de CO2, el trasvase del Ebro es mejor opción que el Programa A.G.U.A. tanto a 50 años como a 25. En el resultado global ambas opciones se consideran altamente negativas, pero cuando se analizan las emisiones por metro cúbico de agua el Programa A.G.U.A. obtiene un valor medio, frente al trasvase que mantiene el nivel negativo. ¿Cómo es posible? Por un lado, porque el documento no considera los 1.050 hectómetros del trasvase, sino una cantidad «del orden de 800 hectómetros cúbicos», y por otro, porque se analiza el plan A.G.U.A. en su conjunto y no sólo las desaladoras (621 Hm3). Si sólo se considerara esta cantidad -el resto de actuaciones no tiene tanta incidencia en el consumo energético-, el trasvase gana a 50 años, mientras que a 25 años, aunque emite más en total, lleva más cantidad de agua que las desaladoras, incluso usando el dato de los 800 Hm3.
MADRID. El Ministerio de Medio Ambiente no está estudiando ningún proyecto basado en energías renovables en los concursos que tiene abiertos para la construcción de las plantas desaladoras de su programa A.G.U.A.. Así lo confirmaron a ABC fuentes de Acuamed (Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas), que tiene encomendada la gestión de tres cuartas partes de los proyectos que componen el plan A.G.U.A.. En reiteradas ocasiones, desde el departamento que dirige Cristina Narbona se ha defendido que buena parte de los 621 hectómetros cúbicos de agua desalada de su programa provendría de plantas que se alimentaran con energías limpias.
En la memoria ambiental comparativa entre el trasvase del Ebro y el Programa A.G.U.A., se decía que este último «facilita el uso asociado de fuentes energéticas renovables». En el Informe de Sostenibilidad Ambiental de este plan se subraya «la importancia de fomentar el uso de fuentes renovables de energía, tal y como promueve el Programa A.G.U.A., para sus instalaciones de desalación o reutilización; o, en los casos en que este tipo de medidas se demuestre inviable, procesos energéticos más eficientes». Un poco más adelante se dice textualmente que «la alternativa Actuaciones Urgentes del Porgrama A.G.U.A. en las cuencas mediterráneas incorpora la voluntad de promover la adjudicación de las actuaciones de desalación o desalobración condicionadas a la oferta de que la energía consumida sea producida por métodos asociados a energías renovables, bien por la incorporación de paneles solares o bien por la promoción, en paralelo, de parques eólicos».
Recuperar energía
Sin embargo, lo único que hay hasta el momento es precisamante eso, «la voluntad» de estudiar los avances tecnológicos de la desalación. De momento, se ha constituido una comisión entre los ministerios de Medio Ambiente e Industria, con el IDAE y el CEDEX, para estudiar la posibilidad de que la energía que se recupere en el proceso de desalación, por ejemplo con la salmuera de rechazo, pueda engancharse a la red, pero «estas energías no se contemplan hoy vinculadas a cada planta», explicaron las mismas fuentes.
Sí hay, en cambio, propuestas de actuaciones en el campo de la energía, pero sólo en el marco de I+D+i. Una de ellas se basa en el uso de grandes aerogeneradores en el mar, que permitan que se produzca la fuerza mecánica para que el agua pase a través de las membranas, y la utilización de ondas sónicas para desalar. En principio este proyecto podría implantarse como piloto cerca de San Pedro del Pinatar (Murcia), según las mismas fuentes, pero aún se encuentra en fase de pruebas.
No obstante, expertos consultados coinciden en que la aplicación que podría tener posibilidades para grandes demandas es la pila de hidrógeno, porque permite producir energía en continuo, pero no se espera que se pongan en marcha proyectos piloto hasta dentro de tres años como mínimo. El plazo de ejecución del programa A.G.U.A. del Gobierno es hasta 2008.
Datos polémicos
Así las cosas, el Informe de Sostenibilidad Ambiental del citado plan realizado por Medio Ambiente estudia diferentes alternativas en función de su consumo energético y las emisiones de CO2. Lo curioso es comprobar cómo después de las críticas vertidas por regantes, cámaras de comercio y ecologistas a la Memoria Ambiental inicial -en buena parte porque consideraban erróneos los cálculos de consumo de energía al enfrentarse en muchos casos magnitudes incomparables-, los mismos datos vuelven a aparecer en el nuevo informe. De nuevo se obvia que el transporte de agua desalada también puede necesitar bombeos y se utiliza una cota media donde es necesaria esa agua de 150 metros frente a los 250 que consideran los expertos.
Los datos de este informe apuntan a que, en cuanto a las emisiones totales de CO2, el trasvase del Ebro es mejor opción que el Programa A.G.U.A. tanto a 50 años como a 25. En el resultado global ambas opciones se consideran altamente negativas, pero cuando se analizan las emisiones por metro cúbico de agua el Programa A.G.U.A. obtiene un valor medio, frente al trasvase que mantiene el nivel negativo. ¿Cómo es posible? Por un lado, porque el documento no considera los 1.050 hectómetros del trasvase, sino una cantidad «del orden de 800 hectómetros cúbicos», y por otro, porque se analiza el plan A.G.U.A. en su conjunto y no sólo las desaladoras (621 Hm3). Si sólo se considerara esta cantidad -el resto de actuaciones no tiene tanta incidencia en el consumo energético-, el trasvase gana a 50 años, mientras que a 25 años, aunque emite más en total, lleva más cantidad de agua que las desaladoras, incluso usando el dato de los 800 Hm3.