La sombra del periodo de sequía que se vivió en 1995 planea sobre Málaga. La escasez de lluvias registradas este año, el más seco de los últimos 60, y la posibilidad de que la provincia sufra en un corto plazo severas restricciones en el suministro mantiene en alerta a los alcaldes de los municipios malagueños, en especial a los de la zona costera occidental, donde la afluencia de turistas triplicará el consumo de agua en los meses de verano. No en vano, la propia consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, ha reconocido que la Costa del Sol es la zona 'más vulnerable' a la sequía de la provincia, si bien aseguró que el 80% de la población tiene garantizado el consumo al menos durante un año. Las reservas de los pantanos malagueños siguen descendiendo cada semana mientras el proyecto de recrecimiento de la presa de La Concepción se encuentra en parada técnica a la espera de encontrar la fórmula idónea para acometer las obras. Según los últimos datos facilitados por la Cuenca Mediterránea Andaluza (CMA), los pantanos se encontraban a principios de la pasada semana al 46,7% de su capacidad, lejos del 65% registrado el año pasado por estas mismas fechas. La lluvia media recogida por los embalses no llega a los 270 litros por metro cuadrado, muy lejos de los 640 litros por metro cuadrado que se recogieron hasta el mes de mayo en 2004. Desde la CMA se reconoce que el verano será complicado, pero se descartan situaciones extremas por la falta de agua. La puesta en marcha de la desaladora de Marbella en junio, que sólo funcionará al 30% de su capacidad al no contar con la suficiente potencia eléctrica, asegura el tratamiento diario de 20.000 metros cúbicos de agua. Además se trabaja en la puesta en marcha de tres pozos que ya se usaron en la anterior sequía en Guadiaro, Guadalmansa y Fuengirola. En el interior de la provincia, Diputación tiene previsto realizar actuaciones en 24 municipios para asegurar que no se den problemas en verano. Estas actuaciones aseguran, según la CAM, el suministro de agua en la costa hasta el mes de octubre. Si tras el verano persiste la falta de lluvias, se baraja aplicar medidas de urgencia como un trasvase del pantano de la Viñuela, que se encuentra al 82,8%.