El Senado abre la puerta al trasvase del Ebro al Júcar
Vie, 27/05/2005
PSOE y Entesa no pudieron privar de urgencia a las obras del Canal Xerta-Sénia El Canal Xerta-Sénia, la obra en la que arrancaba el proyecto franquista del trasvase del Ebro a Levante, quedó el miércoles incluido en el listado de obras urgentes del Plan Hidrológico Nacional tras pasar por el Senado. Los votos de PSOE y la Entesa Catalana no fueron suficientes para echar atrás una enmienda de CiU apoyada por la mayoría de los grupos parlamentarios, entre ellos el PP, que concedía urgencia a la obra.
La enmienda señala que esas actuaciones "pueden incidir de forma decisiva en una mejora de la disponibilidad de los recursos hídricos en sus respectivos ámbitos territoriales". Sin embargo, la Plataforma de Defensa del Ebro (PDE) está convencida de que es la primera piedra
del trasvase a Castellón.
Un portavoz de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) explicó que la Comunidad de Regantes del Canal Xerta-Sénia tiene una concesión de nueve metros cúbicos por segundo de agua del Ebro condicionada a que sea usada en la cuenca. Este canal es la parte inicial del Xerta-Calig, construido en los años 70 con la excusa de poner en regadío la llanura de Santa Bárbara, en Tarragona, aunque en sus decenas de kilómetros construidos no hay instalada una sola toma.
El acueducto ya ejecutado, con capacidad para 19 metros cúbicos por segundo, es propiedad del Estado, aunque la Generalitat tiene intención de aprovechar su trazado. Según sostienen, para transformar en la zona 16.000 hectáreas de secano ahora pobladas de algarrobos y olivos, aunque el Plan Nacional de Regadíos sólo le asigna un centenar.
Manuel Tomás, portavoz de la PDE, tiene claro que "en dos años esta obra será un trasvase a Castellón. Es un riego sobredimensionado y decretado sin tener en cuenta la demanda del territorio, que no pide un regadío". Además, añade, la zona está sobre el acuífero de La Galera, uno de los principales de Cataluña y que ofrece mejores posibilidades de riego que el canal.
El canal muere en Ulldecona, a cinco kilómetros de la cuenca del Júcar, lo que permitiría aportar el agua del Ebro a río Mijares para, desde allí, llevarla al Júcar. "Se necesita reponer un metro cúbico para que el trasvase del Júcar al Vinalopó sea viable", dice. "Es el mismo proyecto del franquismo, pero reducido", añade.
La enmienda señala que esas actuaciones "pueden incidir de forma decisiva en una mejora de la disponibilidad de los recursos hídricos en sus respectivos ámbitos territoriales". Sin embargo, la Plataforma de Defensa del Ebro (PDE) está convencida de que es la primera piedra
del trasvase a Castellón.
Un portavoz de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) explicó que la Comunidad de Regantes del Canal Xerta-Sénia tiene una concesión de nueve metros cúbicos por segundo de agua del Ebro condicionada a que sea usada en la cuenca. Este canal es la parte inicial del Xerta-Calig, construido en los años 70 con la excusa de poner en regadío la llanura de Santa Bárbara, en Tarragona, aunque en sus decenas de kilómetros construidos no hay instalada una sola toma.
El acueducto ya ejecutado, con capacidad para 19 metros cúbicos por segundo, es propiedad del Estado, aunque la Generalitat tiene intención de aprovechar su trazado. Según sostienen, para transformar en la zona 16.000 hectáreas de secano ahora pobladas de algarrobos y olivos, aunque el Plan Nacional de Regadíos sólo le asigna un centenar.
Manuel Tomás, portavoz de la PDE, tiene claro que "en dos años esta obra será un trasvase a Castellón. Es un riego sobredimensionado y decretado sin tener en cuenta la demanda del territorio, que no pide un regadío". Además, añade, la zona está sobre el acuífero de La Galera, uno de los principales de Cataluña y que ofrece mejores posibilidades de riego que el canal.
El canal muere en Ulldecona, a cinco kilómetros de la cuenca del Júcar, lo que permitiría aportar el agua del Ebro a río Mijares para, desde allí, llevarla al Júcar. "Se necesita reponer un metro cúbico para que el trasvase del Júcar al Vinalopó sea viable", dice. "Es el mismo proyecto del franquismo, pero reducido", añade.