Gran Canaria es la región del mundo con mayor densidad de grandes

presas. En total 59 embalses, uno por cada 25 kilómetros cuadrados.

La más imponente de todas, Soria, con sus 132 metros de altura,

incluso se sitúa entre las presas españolas que superan el centenar.

El Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, con motivo del
décimo aniversario de su constitución como máximo órgano hidráulico,
ha editado un destacado libro sobre estas espectaculares construcciones
hidráulicas.
Presas de Gran Canaria recoge una exhaustiva información sobre
las 59 grandes presas (aquellas que superan los 15 metros de
altura) que existen en la Isla.
La publicación incluye datos tan interesantes como el año en
que se puso en funcionamiento, el nombre del constructor, la
cuenca y el municipio donde están situadas, el material constructivo
empleado, tipología y capacidad.
La primera gran presa fue la de Pinto I (Arucas), construida
en 1910, con una capacidad de embalse de 470.000 metros cúbicos
y que durante mucho tiempo fue la mayor obra hidráulica de Gran
Canaria y de todo el Archipiélago.
La más nueva, la de Siberio, en Tejeda, data de 1984. Desde esa
fecha ya no se construye ninguna nueva ya que con la irrupción
de las técnicas de desalación las inversiones se dirigen a obtener
un volumen más seguro antes que mirar al cielo para ver si llueve.
La tónica futura es muy similar ya que el Plan Hidrológico Insular,
a revisar ya, sólo dispone la construcción de las presas de Salto
del Perro y la de Los Palos, que ni siquiera se han proyectado.
En cuanto a la distribución geográfica, nos encontramos con que
44 de las grandes presas están situadas en el norte de la Isla,
pero su capacidad es sólo de 8,8 hectómetros cúbicos, lo que
representa el 11,5% de la capacidad total.
En el Sur se ubican 15 de los grandes embalses con una capacidad
muy superior ya que asciende a 68 hectómetros cúbicos, es decir,
el 88,5 por ciento del total de agua que se puede almacenar en
la Isla.
Hay que resaltar que hasta 1957 no se construye la primera gran
presa en el Sur, que fue la de Caidero de la Niña. En 1950 sólo
se habían construido una veintena de embalses en Gran Canaria
y es a partir de la Ley de Auxilios de 1956 que dispone la financiación
por parte del Estado cuando se dispara su construcción.

TIPOLOGÍAS. Por lo que se refiere al material de construcción,
se enumeran 48 de mampostería, nueve de hormigón y dos de escolleras
(Tirajana y Siberio). En cuanto a tipología, destaca la de Aríñez,
que es el único caso en la Isla de contrafuerte o de gravedad
aligerada. Se trata pues de una obra singular no sólo en Gran
Canaria sino en todo el territorio nacional al ser escasas sus
realizaciones.

Pero no todo ha sido desarrollo en la construcción de grandes
embalses, ya el que creciente urbanismo, especialmente en Las
Palmas de Gran Canaria, aumentando la superficie urbanizada a
costa de terrenos de cultivo, ha hecho desaparecer varias presas
como son el caso de Rosario I y Rosario II en el barranco de
Gonzalo y Hoya del Ponce en San Lorenzo.
Las presas forman parte del paisaje de Gran Canaria "hasta tal
punto que alguna presa, como la de Tirajana (conocida también
como Sorrueda) se ha usado como imagen de la Isla", señala oportunamente
el vicepresidente del Consejo Insular de Aguas, José Jiménez.