El Instituto Aragonés del Agua asume la gestión de las depuradoras de Graus, Campo, La Puebla de Castro y Perarrúa
Jue, 12/05/2005
El consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, ha firmado hoy los convenios por los que el Instituto Aragonés del Agua gestionará la explotación y el mantenimiento de las estaciones depuradoras de aguas residuales de los municipios de Graus, Campo, La Puebla de Castro y Perarrúa. El convenio ha sido suscrito en la sede de la Comarca de la Ribagorza, en Graus, por los alcaldes de los respectivos ayuntamientos.
El coste anual de explotación, una vez que estén finalizadas todas las depuradoras, ascenderá a 450.000 euros, que asumirá el Instituto Aragonés del Agua, y que afrontará mediante la recaudación del Canon de Saneamiento, un tributo ecológico destinado íntegramente a la construcción y mantenimiento de estaciones depuradoras.
Las plantas de Graus, Campo y Puebla de Castro están incluidas en un convenio entre la Confederación Hidrográfica del Ebro, ACESA y el Instituto Aragonés del Agua. En cuanto a la obra de Perarrúa, se incluyó en el Plan del Agua del Instituto Aragonés del Agua, entidad que aportó todo su coste. Entre las cuatro depuradoras, sanearán un caudal anual total de 302.220 metros cúbicos, es decir, el agua de más de 150 piscinas olímpicas, lo que repercutirá en una notable mejor ambiental de la cuenca del río Ésera.
Las estaciones de depuración de aguas residuales de Perrarúa y Campo se encuentran ya en funcionamiento. La depuradora de Campo consta de un sistema de tratamiento biológico en lecho fijo por medio de biodiscos y digestión anaerobia en frío de los fangos producidos. La planta está diseñada para tener un caudal de 375 metros cúbicos al día y cubre las necesidades de 1.500 habitantes equivalentes.
Por su parte, la depuradora de Perarrúa se construyó prefabricada compacta, instalada dentro de un pequeño edificio para minimizar el impacto visual de la misma. Está dotada de un tratamiento biológico por fangos activados en doble etapa, eliminación de nitrógeno y digestión aerobia de los fangos producidos. La estación se encuentra actualmente en funcionamiento, siendo el ayuntamiento el titular de la explotación de la misma. Las principales características de la instalación son un caudal de 60 metros cúbicos al día para 300 habitantes equivalentes.
La depuradora de La Puebla de Castro consta de un sistema de tratamiento biológico en lecho fijo por medio de biodiscos y digestión anaerobia en frío de los fangos producidos. Se encuentra actualmente en funcionamiento, dentro del año de garantía de la instalación. La planta tiene un caudal de 393 metros cúbicos al día y cubre a 1.572 habitantes equivalentes.
En cuanto a las instalaciones de Graus, se han construido ya dos estaciones de bombeo de aguas residuales y pluviales en la red de saneamiento de Graus, que por un lado enviarán las aguas residuales al emplazamiento de la depuradora (con lo que se evitará su vertido al tramo urbano del río), y por otro, en días de lluvia, se bombearán las aguas pluviales al río Ésera, con lo que se paliarán los problemas de inundaciones en zonas bajas de Graus que se producían cuando el embalse estaba en cota alta y el nivel de la cola del mismo impedía la descarga del alcantarillado al río. Las estaciones de bombeo están equipadas con un grupo electrógeno para asegurar su funcionamiento incluso en caso de fallo de suministro eléctrico
El coste anual de explotación, una vez que estén finalizadas todas las depuradoras, ascenderá a 450.000 euros, que asumirá el Instituto Aragonés del Agua, y que afrontará mediante la recaudación del Canon de Saneamiento, un tributo ecológico destinado íntegramente a la construcción y mantenimiento de estaciones depuradoras.
Las plantas de Graus, Campo y Puebla de Castro están incluidas en un convenio entre la Confederación Hidrográfica del Ebro, ACESA y el Instituto Aragonés del Agua. En cuanto a la obra de Perarrúa, se incluyó en el Plan del Agua del Instituto Aragonés del Agua, entidad que aportó todo su coste. Entre las cuatro depuradoras, sanearán un caudal anual total de 302.220 metros cúbicos, es decir, el agua de más de 150 piscinas olímpicas, lo que repercutirá en una notable mejor ambiental de la cuenca del río Ésera.
Las estaciones de depuración de aguas residuales de Perrarúa y Campo se encuentran ya en funcionamiento. La depuradora de Campo consta de un sistema de tratamiento biológico en lecho fijo por medio de biodiscos y digestión anaerobia en frío de los fangos producidos. La planta está diseñada para tener un caudal de 375 metros cúbicos al día y cubre las necesidades de 1.500 habitantes equivalentes.
Por su parte, la depuradora de Perarrúa se construyó prefabricada compacta, instalada dentro de un pequeño edificio para minimizar el impacto visual de la misma. Está dotada de un tratamiento biológico por fangos activados en doble etapa, eliminación de nitrógeno y digestión aerobia de los fangos producidos. La estación se encuentra actualmente en funcionamiento, siendo el ayuntamiento el titular de la explotación de la misma. Las principales características de la instalación son un caudal de 60 metros cúbicos al día para 300 habitantes equivalentes.
La depuradora de La Puebla de Castro consta de un sistema de tratamiento biológico en lecho fijo por medio de biodiscos y digestión anaerobia en frío de los fangos producidos. Se encuentra actualmente en funcionamiento, dentro del año de garantía de la instalación. La planta tiene un caudal de 393 metros cúbicos al día y cubre a 1.572 habitantes equivalentes.
En cuanto a las instalaciones de Graus, se han construido ya dos estaciones de bombeo de aguas residuales y pluviales en la red de saneamiento de Graus, que por un lado enviarán las aguas residuales al emplazamiento de la depuradora (con lo que se evitará su vertido al tramo urbano del río), y por otro, en días de lluvia, se bombearán las aguas pluviales al río Ésera, con lo que se paliarán los problemas de inundaciones en zonas bajas de Graus que se producían cuando el embalse estaba en cota alta y el nivel de la cola del mismo impedía la descarga del alcantarillado al río. Las estaciones de bombeo están equipadas con un grupo electrógeno para asegurar su funcionamiento incluso en caso de fallo de suministro eléctrico