La FAO advierte de que la sequía y la langosta han agravado la situación alimentaria en el Sahel
Mié, 11/05/2005
La Organización para la Alimentación y Agricultura de la ONU (FAO) advirtió hoy de que las consecuencias de la sequía y la plaga de langosta del pasado año han agravado la situación alimentaria en diversas regiones del Sahel, en particular en Burkina Fasso, Chad, Malí, Mauritania, Níger y el norte de Senegal.
Al mismo tiempo, según un comunicado de la FAO, los precios del mijo continúan subiendo, mientras que los del ganado se han desplomado. Las condiciones para la producción ganadera se han deteriorado debido a la escasez de pastos y recursos hídricos, y el consiguiente desplazamiento de los rebaños en busca de agua y alimento han provocado ya conflictos entre las poblaciones afectadas.
El acceso a los alimentos básicos se ha hecho cada vez más difícil para los grupos vulnerables, en especial las familias que viven del pastoreo, según el organismo. Los casos de malnutrición grave entre la población infantil se incrementan rápidamente. Según informes procedentes de la región de Kidal (Malí), un tercio de los niños menores de tres años se encuentran afectados.
En Níger, cerca de 2,5 millones de personas y unas 3 000 aldeas se enfrentan a escasez de alimentos. El Gobierno ha organizado la venta de cereales con precios subvencionados a las poblaciones afectadas, en una medida que ha tenido escaso impacto dentro del marco de crisis generalizada. UNICEF ha lanzado un llamamiento para conseguir fondos y poder alimentar a 750 000 niños en este país africano, de los cuales unos 150 000 presentan graves signos de malnutrición.
En Burkina Faso, las autoridades han distribuido cereales a las comunidades en peor situación, una medida que se espera tome pronto Chad. El gobierno de Malí ha subvencionado la venta de 15 000 toneladas de piensos para el ganado.
En Mauritania, donde los casos de malnutrición se extienden por doquier, el Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha lanzado su programa de "comida por trabajo", mientras que la Unión Europea tiene previsto iniciar una campaña de distribución de alimentos.
La FAO advierte de que la llegada del próximo período de escasez --entre dos cosechas-- requerirá el envío de ayuda alimentaria suplementaria, así como la distribución de piensos subvencionados, el establecimiento de corredores para el paso del ganado y programas de sanidad animal. Muchas familias de campesinos necesitarán también semillas y otros activos agrícolas para la próxima temporada de siembra, que iniciará a finales de mayo o en junio.
La FAO ha solicitado un total de 11,4 millones de dólares para asistir a los agricultores y ganaderos en los países afectados. Hasta ahora, Italia, Noruega y Estados Unidos han concedido 2,1 millones de dólares destinados a la distribución de semillas y piensos y servicios veterinarios. Sin embargo, hacen falta más fondos para hacer frente a una situación que no cesa de empeorar
Al mismo tiempo, según un comunicado de la FAO, los precios del mijo continúan subiendo, mientras que los del ganado se han desplomado. Las condiciones para la producción ganadera se han deteriorado debido a la escasez de pastos y recursos hídricos, y el consiguiente desplazamiento de los rebaños en busca de agua y alimento han provocado ya conflictos entre las poblaciones afectadas.
El acceso a los alimentos básicos se ha hecho cada vez más difícil para los grupos vulnerables, en especial las familias que viven del pastoreo, según el organismo. Los casos de malnutrición grave entre la población infantil se incrementan rápidamente. Según informes procedentes de la región de Kidal (Malí), un tercio de los niños menores de tres años se encuentran afectados.
En Níger, cerca de 2,5 millones de personas y unas 3 000 aldeas se enfrentan a escasez de alimentos. El Gobierno ha organizado la venta de cereales con precios subvencionados a las poblaciones afectadas, en una medida que ha tenido escaso impacto dentro del marco de crisis generalizada. UNICEF ha lanzado un llamamiento para conseguir fondos y poder alimentar a 750 000 niños en este país africano, de los cuales unos 150 000 presentan graves signos de malnutrición.
En Burkina Faso, las autoridades han distribuido cereales a las comunidades en peor situación, una medida que se espera tome pronto Chad. El gobierno de Malí ha subvencionado la venta de 15 000 toneladas de piensos para el ganado.
En Mauritania, donde los casos de malnutrición se extienden por doquier, el Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha lanzado su programa de "comida por trabajo", mientras que la Unión Europea tiene previsto iniciar una campaña de distribución de alimentos.
La FAO advierte de que la llegada del próximo período de escasez --entre dos cosechas-- requerirá el envío de ayuda alimentaria suplementaria, así como la distribución de piensos subvencionados, el establecimiento de corredores para el paso del ganado y programas de sanidad animal. Muchas familias de campesinos necesitarán también semillas y otros activos agrícolas para la próxima temporada de siembra, que iniciará a finales de mayo o en junio.
La FAO ha solicitado un total de 11,4 millones de dólares para asistir a los agricultores y ganaderos en los países afectados. Hasta ahora, Italia, Noruega y Estados Unidos han concedido 2,1 millones de dólares destinados a la distribución de semillas y piensos y servicios veterinarios. Sin embargo, hacen falta más fondos para hacer frente a una situación que no cesa de empeorar