Agricultura toma medidas para paliar los efectos de la sequía
Mié, 11/05/2005
Toledo. La Consejería de Agricultura va a articular una serie de medidas encaminadas a paliar las repercusiones que sobre el sector ganadero está teniendo el déficit de lluvias que sufre Castilla-La Mancha desde el pasado mes de septiembre, y que ha situado la precipitación acumulada por debajo del 50% hasta el 30 de abril.
Entre las actuaciones que llevará a cabo el Gobierno regional se encuentran la revisión de los abrevaderos, la articulación de ayudas para el transporte de pienso, la posibilidad de que el ganado paste en las zonas de barbecho de retirada y el aprovechamiento de los cultivos herbáceos en verde que no se vayan a cosechar.
Según explicó la responsable regional de Agricultura, Mercedes Gómez, también se ha solicitado a la Unión Europea el incremento del porcentaje de barbecho de retirada al 75%, así como el adelanto de los pagos de las ayudas de la PAC, que sólo en cultivos herbáceos y en ovino suponen más de 500 millones de euros en la zona.
Y es que Castilla-La Mancha se encuentra, junto con Aragón, Andalucía, Extremadura, Murcia y Cataluña, entre las comunidades autónomas con la agricultura y ganadería más afectadas por la sequía meteorológica, que se suma al incremento del precio del gasóleo y a las heladas a principios de año.
Especialmente perjudicado por este último problema en Castilla-La Mancha ha sido el olivar, para el que el Ejecutivo autonómico también ha anunciado que se va a poner en marcha un plan de recuperación de la capacidad productiva y de reestructuración, consistente en la concesión de ayudas directas para compensar tanto la pérdida de renta por la bajada de producción en los próximos años, como el coste económico provocado por la replantación de olivos arrancados.
Según explicó Mercedes Gómez, tras reunirse con representantes de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja), de Coag, de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y de la Unión de Cooperativas Agrarias de Castilla-La Mancha (Ucaman), los beneficiarios de estas ayudas serán los titulares de explotaciones prioritarias y agricultores a título principal que hayan realizado podas de olivos por la cruz, por la base o hayan replantado olivos arrancados como consecuencia de las heladas, en más del 10% de la parcela.
Dado que las almazaras también se están viendo afectadas negativamente, tras haber invertido cantidades importantes para modernizar la maquinaria y las instalaciones, también se adoptarán medidas encaminadas a alargar los plazos de amortización de la deuda y compensar los intereses en aquellos casos de cooperativas que hayan invertido en esta modernización, además de establecer planes de empleo específicos para los trabajadores de almazaras.
Aunque no hay cifras oficiales, desde Asaja en Castilla-La Mancha se calcula en 600.000 las hectáreas de cultivos herbáceos que no se podrán cosechar este año y en al menos un millón y medio los olivos que se tendrán que arrancar, además de los dos millones de cabezas de ganado que sufrirán la falta de pastos, con un sobrecoste para el ganadero que tendrá que comprar más piensos.
Entre las actuaciones que llevará a cabo el Gobierno regional se encuentran la revisión de los abrevaderos, la articulación de ayudas para el transporte de pienso, la posibilidad de que el ganado paste en las zonas de barbecho de retirada y el aprovechamiento de los cultivos herbáceos en verde que no se vayan a cosechar.
Según explicó la responsable regional de Agricultura, Mercedes Gómez, también se ha solicitado a la Unión Europea el incremento del porcentaje de barbecho de retirada al 75%, así como el adelanto de los pagos de las ayudas de la PAC, que sólo en cultivos herbáceos y en ovino suponen más de 500 millones de euros en la zona.
Y es que Castilla-La Mancha se encuentra, junto con Aragón, Andalucía, Extremadura, Murcia y Cataluña, entre las comunidades autónomas con la agricultura y ganadería más afectadas por la sequía meteorológica, que se suma al incremento del precio del gasóleo y a las heladas a principios de año.
Especialmente perjudicado por este último problema en Castilla-La Mancha ha sido el olivar, para el que el Ejecutivo autonómico también ha anunciado que se va a poner en marcha un plan de recuperación de la capacidad productiva y de reestructuración, consistente en la concesión de ayudas directas para compensar tanto la pérdida de renta por la bajada de producción en los próximos años, como el coste económico provocado por la replantación de olivos arrancados.
Según explicó Mercedes Gómez, tras reunirse con representantes de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja), de Coag, de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y de la Unión de Cooperativas Agrarias de Castilla-La Mancha (Ucaman), los beneficiarios de estas ayudas serán los titulares de explotaciones prioritarias y agricultores a título principal que hayan realizado podas de olivos por la cruz, por la base o hayan replantado olivos arrancados como consecuencia de las heladas, en más del 10% de la parcela.
Dado que las almazaras también se están viendo afectadas negativamente, tras haber invertido cantidades importantes para modernizar la maquinaria y las instalaciones, también se adoptarán medidas encaminadas a alargar los plazos de amortización de la deuda y compensar los intereses en aquellos casos de cooperativas que hayan invertido en esta modernización, además de establecer planes de empleo específicos para los trabajadores de almazaras.
Aunque no hay cifras oficiales, desde Asaja en Castilla-La Mancha se calcula en 600.000 las hectáreas de cultivos herbáceos que no se podrán cosechar este año y en al menos un millón y medio los olivos que se tendrán que arrancar, además de los dos millones de cabezas de ganado que sufrirán la falta de pastos, con un sobrecoste para el ganadero que tendrá que comprar más piensos.