Plan de choque de la Generalitat para ayudar a los agricultores por la larga sequía
Sáb, 30/04/2005
Manresa
La cosecha de cereal en Cataluña será desastrosa. La sequía que empezó en setiembre ha dejado los campos sedientos y los sembrados han crecido mucho menos de lo habitual. Las pérdidas son en estos momentos de entre el 80% y el 90% en el llano de Lleida, las tierras del Ebro, Tarragona y las comarcas centrales (Bages y Anoia, especialmente). El Departamento de Agricultura, que dirige Antoni Siurana, está elaborando un plan de choque con ayudas para el sector agrícola y los ganaderos afectados por la falta de alimento de los animales. En Cataluña, la actual sequía es la más dura de los últimos 60 años.
Los decretos de ayuda podrían debatirse en el Consell Executiu el próximo martes. Algunas zona de Cataluña se encuentran ante un periodo de sequía como no se recuerda en el sector. En Manresa, por ejemplo, desde el pasado mes de septiembre se ha registrado una precipitación de 111,3 litros por metro cuadrado, cuando la media de la ciudad en esta misma época es de 426,4.
La falta de lluvia se acusa en los sembrados, en los bosques, cuya combustibilidad se incrementa, y en los pantanos, que en conjunto se encuentran por debajo del 50% de su capacidad (en el 48,95% el pasado martes) y en algunos sistemas, como el Ter-Llobregat, se llega a niveles del 46,5%. Los principales embalses de los que se abastece la zona de Barcelona están aún por debajo de estas cifras: el de la Llosa del Cavall (Solsonès) està al 32,62%, y el de la Baells (Berguedà), al 39,48%.
Restricciones
La Agencia Catalana del Agua (ACA) también está elaborando un decreto de restricciones, con la finalidad de poder garantizar el uso doméstico hasta septiembre, cuando se recupera el nivel de precipitaciones. Las primeras medidas de la ACA, que se podrían dar a conocer a mediados de mayo, afectarían a las minicentrales hidroeléctricas que aprovechan los saltos de agua de los ríos, ya que tendrían menos caudal, y a las zonas con canales de regadío.
La Dirección General de Desarrollo Rural ha elaborado un informe en el que explica que el cereal no ha crecido, difícilmente podrá formar espiga y, en consecuencia, no se podrá recolectar. Además del cereal, se encuentran amenazados, si no llega un periodo de lluvias, los olivos y los almendros; en cuanto a otros cultivos, como los frutales y los viñedos, aún es pronto para saber cómo reaccionarán a la sequía.
En el caso del ganado, a la falta de agua se ha unido el largo periodo de bajas temperaturas, que ha dejado a los animales sin pastos, lo que ha afectado al ovino, al bovino y al cabrío. Los animales han pasado más tiempo del que es habitual en los establos y los propietarios han debido comprar alimento de forma extraordinaria.
Se prevé que los payeses puedan dejar zonas de cultivo improductivas hasta un máximo del 50% del total (ahora el límite está en el 10%) percibiendo las mismas ayudas, que se pueda arrancar la zona improductiva antes del periodo de cosecha y que los campos se puedan utilizar como pastos, una gestión que tiene que aprobar la Comisión Europea y que ya ha sido solicitada.
Jordi Williams, director general de Desarrollo Rural, considera que si no llueve 'la situación puede ser dramàtica' porque, además del cereal y de los rebaños, también se pueden ver afectados de forma notable el sector del olivo y el de la almendra. Williams no comparte los criterios de la Agencia Catalana del Agua sobre la necesidad de introducir restricciones en las zonas de riego. 'Debemos ir con cuidado en cómo y cuándo lo hacemos, porque puede ser peor el remedio que la enfermedad', afirma el director general, en referencia a las pérdidas que se pueden ocasionar a la agricultura.
El director general se ha mostrado partidario de no conceder ayudas a fondo perdido. Lo que está impulsando el Gobierno son anticipos de pagos, usos distintos de los campos de cereales, y el deseo de Williams es que los agricultores cubran cada vez más sus cosechas con seguros. Por lo que se refiere a la cuestión de la sequía, hay una gran parte de payeses que no tienen contratadas pólizas.
La cosecha de cereal en Cataluña será desastrosa. La sequía que empezó en setiembre ha dejado los campos sedientos y los sembrados han crecido mucho menos de lo habitual. Las pérdidas son en estos momentos de entre el 80% y el 90% en el llano de Lleida, las tierras del Ebro, Tarragona y las comarcas centrales (Bages y Anoia, especialmente). El Departamento de Agricultura, que dirige Antoni Siurana, está elaborando un plan de choque con ayudas para el sector agrícola y los ganaderos afectados por la falta de alimento de los animales. En Cataluña, la actual sequía es la más dura de los últimos 60 años.
Los decretos de ayuda podrían debatirse en el Consell Executiu el próximo martes. Algunas zona de Cataluña se encuentran ante un periodo de sequía como no se recuerda en el sector. En Manresa, por ejemplo, desde el pasado mes de septiembre se ha registrado una precipitación de 111,3 litros por metro cuadrado, cuando la media de la ciudad en esta misma época es de 426,4.
La falta de lluvia se acusa en los sembrados, en los bosques, cuya combustibilidad se incrementa, y en los pantanos, que en conjunto se encuentran por debajo del 50% de su capacidad (en el 48,95% el pasado martes) y en algunos sistemas, como el Ter-Llobregat, se llega a niveles del 46,5%. Los principales embalses de los que se abastece la zona de Barcelona están aún por debajo de estas cifras: el de la Llosa del Cavall (Solsonès) està al 32,62%, y el de la Baells (Berguedà), al 39,48%.
Restricciones
La Agencia Catalana del Agua (ACA) también está elaborando un decreto de restricciones, con la finalidad de poder garantizar el uso doméstico hasta septiembre, cuando se recupera el nivel de precipitaciones. Las primeras medidas de la ACA, que se podrían dar a conocer a mediados de mayo, afectarían a las minicentrales hidroeléctricas que aprovechan los saltos de agua de los ríos, ya que tendrían menos caudal, y a las zonas con canales de regadío.
La Dirección General de Desarrollo Rural ha elaborado un informe en el que explica que el cereal no ha crecido, difícilmente podrá formar espiga y, en consecuencia, no se podrá recolectar. Además del cereal, se encuentran amenazados, si no llega un periodo de lluvias, los olivos y los almendros; en cuanto a otros cultivos, como los frutales y los viñedos, aún es pronto para saber cómo reaccionarán a la sequía.
En el caso del ganado, a la falta de agua se ha unido el largo periodo de bajas temperaturas, que ha dejado a los animales sin pastos, lo que ha afectado al ovino, al bovino y al cabrío. Los animales han pasado más tiempo del que es habitual en los establos y los propietarios han debido comprar alimento de forma extraordinaria.
Se prevé que los payeses puedan dejar zonas de cultivo improductivas hasta un máximo del 50% del total (ahora el límite está en el 10%) percibiendo las mismas ayudas, que se pueda arrancar la zona improductiva antes del periodo de cosecha y que los campos se puedan utilizar como pastos, una gestión que tiene que aprobar la Comisión Europea y que ya ha sido solicitada.
Jordi Williams, director general de Desarrollo Rural, considera que si no llueve 'la situación puede ser dramàtica' porque, además del cereal y de los rebaños, también se pueden ver afectados de forma notable el sector del olivo y el de la almendra. Williams no comparte los criterios de la Agencia Catalana del Agua sobre la necesidad de introducir restricciones en las zonas de riego. 'Debemos ir con cuidado en cómo y cuándo lo hacemos, porque puede ser peor el remedio que la enfermedad', afirma el director general, en referencia a las pérdidas que se pueden ocasionar a la agricultura.
El director general se ha mostrado partidario de no conceder ayudas a fondo perdido. Lo que está impulsando el Gobierno son anticipos de pagos, usos distintos de los campos de cereales, y el deseo de Williams es que los agricultores cubran cada vez más sus cosechas con seguros. Por lo que se refiere a la cuestión de la sequía, hay una gran parte de payeses que no tienen contratadas pólizas.