La buena situación de los embalses amortigua la sequía que sufre Córdoba
Mar, 03/05/2005
Fue en el año 1947 cuando el Instituto Nacional de Meteorología (INM) comenzó a recopilar el volumen de precipitaciones y, hasta 2005, no se tiene constancia de un periodo tan seco en la Península Ibérica, hasta el punto de que el propio INM considera los últimos siete meses como de "extrema sequía". Córdoba no ha escapado a esta circunstancia y la falta de lluvias se ha notado, sobre todo, en la actividad agraria. Aún así, la buena situación de los embalses de la provincia descartan, al menos durante un par de años, problemas en el suministro de agua potable.
Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), los pantanos cordobeses acumulan en la actualidad 1.669 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone un 72,6 por ciento de su capacidad, frente al 94,7 por ciento en que se encontraban en la misma fecha del pasado año. El de Iznájar, que es la gran referencia y el de mayor capacidad de toda la cuenca con 981 hectómetros cúbicos, se encuentra al 78,41 por ciento de su capacidad con 769 hectómetros de agua.
Pese al descenso de las reservas en más de un 22 por ciento en los últimos 12 meses y las llamadas al ahorro, las administraciones insisten en que no hay peligro de restricciones para los próximos dos años y que, incluso, el regadío podría mantener un nivel de consumo similar al actual. Así lo ha corroborado el director de la Agencia Andaluza del Agua, Joan Corominas, en sus dos últimas visitas a Córdoba, si bien defendió la implicación de todos los sectores sociales y económicos para mejorar las infraestructuras relacionadas con el agua y mejorar así la gestión. Una mejora que, para Corominas, pasa también por un encarecimiento del servicio que deberán soportar los ciudadanos.
La propia ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, señaló el pasado fin de semana que "no es en absoluto previsible" que la falta de lluvia derive en restricciones en el consumo de agua a la población de los "núcleos urbanos" este verano, aunque admitió que la sequía "está originando dificultades en muchos cultivos de regadío". Narbona recordó que el Gobierno ha destinado "más de 100 millones de euros" a la ejecución de "actuaciones de emergencia" tendentes, precisamente, a evitar "problemas" para la población durante el próximo verano.
La ministra de Medio Ambiente también demandó esa responsabilidad de la propia ciudadanía, "que tendrá que hacer un consumo responsable del agua, toda vez que estamos en un periodo de escasez que puede derivar en una auténtica sequía".
Aunque desde la Junta se advierte de que Andalucía en general está mejor preparada que hace diez años –cuando tuvo lugar un periodo de sequía de tres años– y con mejores infraestructuras, la realidad es que la cifra de embalses no ha variado sustancialmente a la de entonces. La garantía de abastecimiento para los próximos años será posible porque los pantanos han recogido una gran cantidad de agua en los últimos tiempos, hasta el punto que en 2004 superaron, en muchos casos, el 90 por ciento de su capacidad e incluso las confederaciones ordenaron el alivio de una parte del líquido embalsado.
Está claro que ese superávit de hace un año contrasta con la situación actual, puesto que hasta ahora las precipitaciones recogidas en la provincia son un 60 por ciento inferiores a las de la campaña anterior, un dato que revela la anómala situación por la que pasa ahora Córdoba.
En cuanto a las restricciones para el consumo humano, la zona sur ha sido la más castigada en la última década. El crecimiento industrial y residencial tanto en la zona de la Subbética como de la Campiña Sur provocaron que los canales de distribución de agua desde el pantano de Iznájar eran insuficientes, por lo que municipios de la zona de Santaella, La Carlota o Fuente Palmera han padecido cortes durante el verano de hasta 12 horas en algunos casos.
Para paliar la situación, la Junta decidió ampliar el diámetro de la tubería principal que reparte el agua desde la zona de Lucena hasta Almodóvar del Río, una actuación que ya está prácticamente finalizada y que, paradójicamente, acabará con las restricciones precisamente en uno de los periodos más secos de los que se recuerdan.
De otro lado, el Gobierno central tiene ya en marcha la construcción de dos nuevos embalses en Córdoba: el Arenoso y La Breña II. El primero está en fase de construcción en el término de Montoro, mientras que hace una semana se firmó el contrato para el inicio de los trabajos de La Breña, que irá entre Almodóvar y Villaviciosa
Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), los pantanos cordobeses acumulan en la actualidad 1.669 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone un 72,6 por ciento de su capacidad, frente al 94,7 por ciento en que se encontraban en la misma fecha del pasado año. El de Iznájar, que es la gran referencia y el de mayor capacidad de toda la cuenca con 981 hectómetros cúbicos, se encuentra al 78,41 por ciento de su capacidad con 769 hectómetros de agua.
Pese al descenso de las reservas en más de un 22 por ciento en los últimos 12 meses y las llamadas al ahorro, las administraciones insisten en que no hay peligro de restricciones para los próximos dos años y que, incluso, el regadío podría mantener un nivel de consumo similar al actual. Así lo ha corroborado el director de la Agencia Andaluza del Agua, Joan Corominas, en sus dos últimas visitas a Córdoba, si bien defendió la implicación de todos los sectores sociales y económicos para mejorar las infraestructuras relacionadas con el agua y mejorar así la gestión. Una mejora que, para Corominas, pasa también por un encarecimiento del servicio que deberán soportar los ciudadanos.
La propia ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, señaló el pasado fin de semana que "no es en absoluto previsible" que la falta de lluvia derive en restricciones en el consumo de agua a la población de los "núcleos urbanos" este verano, aunque admitió que la sequía "está originando dificultades en muchos cultivos de regadío". Narbona recordó que el Gobierno ha destinado "más de 100 millones de euros" a la ejecución de "actuaciones de emergencia" tendentes, precisamente, a evitar "problemas" para la población durante el próximo verano.
La ministra de Medio Ambiente también demandó esa responsabilidad de la propia ciudadanía, "que tendrá que hacer un consumo responsable del agua, toda vez que estamos en un periodo de escasez que puede derivar en una auténtica sequía".
Aunque desde la Junta se advierte de que Andalucía en general está mejor preparada que hace diez años –cuando tuvo lugar un periodo de sequía de tres años– y con mejores infraestructuras, la realidad es que la cifra de embalses no ha variado sustancialmente a la de entonces. La garantía de abastecimiento para los próximos años será posible porque los pantanos han recogido una gran cantidad de agua en los últimos tiempos, hasta el punto que en 2004 superaron, en muchos casos, el 90 por ciento de su capacidad e incluso las confederaciones ordenaron el alivio de una parte del líquido embalsado.
Está claro que ese superávit de hace un año contrasta con la situación actual, puesto que hasta ahora las precipitaciones recogidas en la provincia son un 60 por ciento inferiores a las de la campaña anterior, un dato que revela la anómala situación por la que pasa ahora Córdoba.
En cuanto a las restricciones para el consumo humano, la zona sur ha sido la más castigada en la última década. El crecimiento industrial y residencial tanto en la zona de la Subbética como de la Campiña Sur provocaron que los canales de distribución de agua desde el pantano de Iznájar eran insuficientes, por lo que municipios de la zona de Santaella, La Carlota o Fuente Palmera han padecido cortes durante el verano de hasta 12 horas en algunos casos.
Para paliar la situación, la Junta decidió ampliar el diámetro de la tubería principal que reparte el agua desde la zona de Lucena hasta Almodóvar del Río, una actuación que ya está prácticamente finalizada y que, paradójicamente, acabará con las restricciones precisamente en uno de los periodos más secos de los que se recuerdan.
De otro lado, el Gobierno central tiene ya en marcha la construcción de dos nuevos embalses en Córdoba: el Arenoso y La Breña II. El primero está en fase de construcción en el término de Montoro, mientras que hace una semana se firmó el contrato para el inicio de los trabajos de La Breña, que irá entre Almodóvar y Villaviciosa