El Govern autorizará la expropiación de agua de titularidad privada para combatir la sequía
Mar, 03/05/2005
La Agència de l'Aigua fija las reducciones de dotaciones para riego y saltos hidroeléctricos, y encarga planes de emergencia a los ayuntamientos.La Agència Catalana de l´Aigua presentó ayer a los diversos usuarios el borrador del decreto con que ha planificado su estrategia para combatir la sequía en Catalunya. El documento prevé que, con carácter temporal y mientras permanezca esta situación, pueda autorizarse la expropiación de los derechos de aguas privadas procedentes de manantiales, pozos y galerías. Ésta es una de las soluciones destinadas a hacer acopio de todos los recursos disposibles para garantizar el suministro domiciliario.
La expropiación de las aguas -según el documento- está amparada en la ley de expropiación forzosa, que faculta esta intervención cuando es necesario garantizar el abastecimiento público. La indemnización de "las aguas objeto de los derechos requisados" se efectuará de acuerdo con esta legislación e "iría a cargo de los beneficiarios".
Con el borrador del decreto, la Agència se reserva una gran capacidad de intervención para actuar con las manos libres y manejar posibles situaciones de crisis echando mano de las aguas subterráneas. Así, por ejemplo, el director de este organismo podrá ordenar que se destinen al abastecimiento de la población caudales de agua concedidos para otros usos, para garantizar un mínimo de 75 litros por habitante y día, según la referida ley.
Además, ayuntamientos y empresas de abastecimiento estarán obligados a presentar los planes de emergencia que deberían aplicar en sus redes de suministro si la evolución hace necesarias las restricciones domésticas. En estos casos, las dotaciones supondrán un valor máximo equivalente de 280 litros por habitante y día.
Asimismo, y de forma excepcional, aguas del río Llobregat tratadas en la planta de Sant Joan Despí pueden ser sustituidas por los recursos subterráneos de las reservas subterráneas del Baix Llobregat, aunque con un límite.
Las medidas programadas en el borrador concretan la reducción de caudales para el riego agrícola -excepto en la cuenca del Ebro- y usos hidroeléctricos. La mengua de dotaciones irá entrando en vigor a medida que el descenso de las reservas en los embalses vaya señalando un nivel o umbral de excepcionalidad, hasta llegar al punto de emergencia. En el sistema de Ter-Llobregat, por ejemplo, a finales de mayo, la excepcionalidad se alcanza con una reserva de 270 hm3(mientras que ahora almacena 280 hm3).Solamente en caso de emergencia se recurriría a restricciones domésticas, que serían objeto, en todo caso, de otro decreto.
Asimismo, se acota el riego en los campos de golf, mientras que los ayuntamientos no podrán destinar agua potable a la limpieza y deberán reducir al mínimo el riego de jardines. En estos momentos -tras las lluvias mínimas de ayer- los embalses del área de Barcelona y Girona están al 48%, lo que garantiza el suministro hasta septiembre. El decreto se aprobará el 17 de mayo.
La expropiación de las aguas -según el documento- está amparada en la ley de expropiación forzosa, que faculta esta intervención cuando es necesario garantizar el abastecimiento público. La indemnización de "las aguas objeto de los derechos requisados" se efectuará de acuerdo con esta legislación e "iría a cargo de los beneficiarios".
Con el borrador del decreto, la Agència se reserva una gran capacidad de intervención para actuar con las manos libres y manejar posibles situaciones de crisis echando mano de las aguas subterráneas. Así, por ejemplo, el director de este organismo podrá ordenar que se destinen al abastecimiento de la población caudales de agua concedidos para otros usos, para garantizar un mínimo de 75 litros por habitante y día, según la referida ley.
Además, ayuntamientos y empresas de abastecimiento estarán obligados a presentar los planes de emergencia que deberían aplicar en sus redes de suministro si la evolución hace necesarias las restricciones domésticas. En estos casos, las dotaciones supondrán un valor máximo equivalente de 280 litros por habitante y día.
Asimismo, y de forma excepcional, aguas del río Llobregat tratadas en la planta de Sant Joan Despí pueden ser sustituidas por los recursos subterráneos de las reservas subterráneas del Baix Llobregat, aunque con un límite.
Las medidas programadas en el borrador concretan la reducción de caudales para el riego agrícola -excepto en la cuenca del Ebro- y usos hidroeléctricos. La mengua de dotaciones irá entrando en vigor a medida que el descenso de las reservas en los embalses vaya señalando un nivel o umbral de excepcionalidad, hasta llegar al punto de emergencia. En el sistema de Ter-Llobregat, por ejemplo, a finales de mayo, la excepcionalidad se alcanza con una reserva de 270 hm3(mientras que ahora almacena 280 hm3).Solamente en caso de emergencia se recurriría a restricciones domésticas, que serían objeto, en todo caso, de otro decreto.
Asimismo, se acota el riego en los campos de golf, mientras que los ayuntamientos no podrán destinar agua potable a la limpieza y deberán reducir al mínimo el riego de jardines. En estos momentos -tras las lluvias mínimas de ayer- los embalses del área de Barcelona y Girona están al 48%, lo que garantiza el suministro hasta septiembre. El decreto se aprobará el 17 de mayo.