El Congreso deroga el trasvase del Ebro y modifica el PHN

Vie, 22/04/2005

El Mundo

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, calificó ayer de «primer paso» para reorientar la política del agua la derogación del trasvase del Ebro aprobada por el Pleno del Congreso, mientras que el presidente del PP, Mariano Rajoy, se comprometió a retomar el asunto si llega a la Presidencia del Gobierno.
Con 188 votos a favor, 135 en contra y 3 abstenciones, después de que Esquerra Republicana diera libertad de voto a sus diputados, el Pleno del Congreso aprobó la derogación del trasvase del Ebro que incluye la modificación del Plan Hidrológico Nacional debatida ayer junto a una amplia revisión de la Ley de Aguas y las obras hidráulicas recogidas en el programa de Actuaciones para la Gestión y Uso del Agua (AGUA).
Según Narbona, el respaldo del Congreso a la modificación del PHN significa que «todos los grupos parlamentarios excepto el popular han considerado que la modificación es un primer paso necesario para la reorientación de la política del agua».
Para la ministra, «se mantiene el respaldo muy amplio al Gobierno a lo largo del camino del trámite parlamentario», y como novedad, agregó, «se añade el voto del PNV, después del de CiU y de CC».
Sin embargo, lamentó, «el PP sigue defendiendo la vuelta al pasado en vez de mirar hacia delante para solucionar los problemas».
Reacción del PP
El presidente del PP, Mariano Rajoy, reiteró en la localidad valenciana de Manises su compromiso de retomar el trasvase del Ebro si llegara a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones, porque, dijo, lo considera «necesario».
Su objetivo no es el «discurso grandilocuente, ni de cara a la galería», dijo Rajoy, tras asegurar que defenderá esa misma posición «en cualquier lugar de España», ya que, añadió, el trasvase del Ebro es «un tema que lleva pendiente muchos años», que ningún Gobierno antes del PP «se atrevió a abordar».
El Grupo Socialista ofreció una enmienda transaccional a ERC y a IU -rechazada por el PP- sobre el trasvase del Júcar-Vinalopó que, según Narbona, explica «nítidamente todas las condiciones que deberá cumplir en cuanto al mantenimiento de las cautelas ecológicas sobre los acuíferos de la Plana y las normas de explotación, que tendrán un seguimiento y control»