El Ministerio busca ayudas de la UE para pagar la desaladora de Dénia sin subir tarifas
Sáb, 16/04/2005
El Ayuntamiento y Acuamed firman el acuerdo de intenciones con el fin de que la planta esté en funcionamiento a mitad de 2007
SERGI GARCÍA. VALENCIA
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y el director general de la sociedad estatal Acuamed, Adrián Baltanás, intentaron inyectar ayer algo de agua clara en las turbias corrientes del debate sobre las perspectivas de abastecimiento de agua potable en la Marina Alta. El programa Agua comienza a tomar cuerpo en lo que hace referencia a la resolución de las carencias de recursos hídricos en Dénia, si bien permanece bloqueado en cuanto al resto de municipios necesitados de la comarca, a los que el ministerio pretende suministrar agua mediante una ampliación de la desaladora de Xàbia.
Narbona presidió en la tarde de ayer en Valencia la firma del acuerdo de intenciones entre Acuamed y el Ayuntamiento de Dénia que tiene en su horizonte la construcción de la planta desaladora. Tras la rúbrica del documento, Baltanás anunció el inicio inmediato de los trámites para que la desaladora pueda entrar en funcionamiento a mediados de 2007.
El asunto que principalmente centra la polémica en la Marina Alta por los planes ministeriales es el de la financiación, pues hasta ayer se había dado por seguro -el propio ayuntamiento lo había admitido así- que los 25 millones de euros que costará la desaladora serían sufragados por los ciudadanos vía tarifas, ya que el ministerio adelanta esa cuantía pero el consistorio ha de retornársela durante 20 años. Sin embargo, Narbona anunció ayer que el ministerio negociará el empleo de fondos Feder de la Unión Europea para financiar la instalación. Para ello, la ministra concretó que el proyecto de la desaladora de Dénia podrá presentarse a la convocatoria de ayudas hasta finales de 2006, con el compromiso de que esté finalizada a lo largo del año 2008.
Por otra parte, las inmediaciones de la actual planta potabilizadora de Racons, en Les Marines, se perfila como el lugar de ubicación de las instalaciones.
El primer paso de la tramitación será, no obstante, la elaboración de un estudio con tres fines concretos, según se afirma en el propio acuerdo de intenciones: «confirmar la conveniencia de la planta como mejor forma de garantizar el abastecimiento del municipio»; «asegurar que la planta no tendrá ningún impacto ambiental significativo»; y «fijar cuál será el coste de las obras y las tarifas que habrá de abonar el ayuntamiento por el suministro de agua desalada».
De hecho, la alcaldesa, Paqui Viciano,esgrimió la necesidad de «que se hagan todos los informes» como requisito pervio a la firma del convenio para la construcción de la planta, en especial para descartar cualquier afección medioambiental.
En lo relativo a la financiación, tanto Viciano, como el concejal de Aguas, Juan Collado, se mostraron confiados tras la firma del acuerdo en que la obtención de fondos Feder permita, incluso, que no sea necesario gravar las tarifas de los ciudadanos.
La munícipe valoró positivamente esta «buena noticia para el Ayuntamiento de Dénia», pues opinó que «comienzan a materializarse las demandas» de la ciudad en materia hídrica.
«Acto meramente político»
Sin embargo, el la firma del acuerdo de intenciones de ayer no fue bien acogido por todos los grupos del Ayuntamiento de Dénia. Por Els Verds, Toni Roderic no dudó en calificarlo de «acto meramente político» que sólo supone el compromiso por «estudiar el tema». Asimismo, acusó a la alcaldesa de «actuar como no ha actuado nunca un alcalde en la historia de Dénia», con una «falta de educación total» hacia el resto de ediles de la corporación, en referencia a que, a las 11 horas de ayer, los grupos de la oposición aún no habían sido informados sobre el viaje de la alcaldesa a Valencia para firmar el documento.
La futura desaladora de Dénia tendrá capacidad para producir 24.000 metros cúbicos de agua al día, si bien Baltanás dejó ayer la puerta abierta a posteriores ampliaciones con la instalación de nuevos bastidores, con lo que «se puede ajustar el crecimiento de la desaladora al crecimiento de la población». La planta abastecerá sólo a Dénia y su término municipal
SERGI GARCÍA. VALENCIA
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y el director general de la sociedad estatal Acuamed, Adrián Baltanás, intentaron inyectar ayer algo de agua clara en las turbias corrientes del debate sobre las perspectivas de abastecimiento de agua potable en la Marina Alta. El programa Agua comienza a tomar cuerpo en lo que hace referencia a la resolución de las carencias de recursos hídricos en Dénia, si bien permanece bloqueado en cuanto al resto de municipios necesitados de la comarca, a los que el ministerio pretende suministrar agua mediante una ampliación de la desaladora de Xàbia.
Narbona presidió en la tarde de ayer en Valencia la firma del acuerdo de intenciones entre Acuamed y el Ayuntamiento de Dénia que tiene en su horizonte la construcción de la planta desaladora. Tras la rúbrica del documento, Baltanás anunció el inicio inmediato de los trámites para que la desaladora pueda entrar en funcionamiento a mediados de 2007.
El asunto que principalmente centra la polémica en la Marina Alta por los planes ministeriales es el de la financiación, pues hasta ayer se había dado por seguro -el propio ayuntamiento lo había admitido así- que los 25 millones de euros que costará la desaladora serían sufragados por los ciudadanos vía tarifas, ya que el ministerio adelanta esa cuantía pero el consistorio ha de retornársela durante 20 años. Sin embargo, Narbona anunció ayer que el ministerio negociará el empleo de fondos Feder de la Unión Europea para financiar la instalación. Para ello, la ministra concretó que el proyecto de la desaladora de Dénia podrá presentarse a la convocatoria de ayudas hasta finales de 2006, con el compromiso de que esté finalizada a lo largo del año 2008.
Por otra parte, las inmediaciones de la actual planta potabilizadora de Racons, en Les Marines, se perfila como el lugar de ubicación de las instalaciones.
El primer paso de la tramitación será, no obstante, la elaboración de un estudio con tres fines concretos, según se afirma en el propio acuerdo de intenciones: «confirmar la conveniencia de la planta como mejor forma de garantizar el abastecimiento del municipio»; «asegurar que la planta no tendrá ningún impacto ambiental significativo»; y «fijar cuál será el coste de las obras y las tarifas que habrá de abonar el ayuntamiento por el suministro de agua desalada».
De hecho, la alcaldesa, Paqui Viciano,esgrimió la necesidad de «que se hagan todos los informes» como requisito pervio a la firma del convenio para la construcción de la planta, en especial para descartar cualquier afección medioambiental.
En lo relativo a la financiación, tanto Viciano, como el concejal de Aguas, Juan Collado, se mostraron confiados tras la firma del acuerdo en que la obtención de fondos Feder permita, incluso, que no sea necesario gravar las tarifas de los ciudadanos.
La munícipe valoró positivamente esta «buena noticia para el Ayuntamiento de Dénia», pues opinó que «comienzan a materializarse las demandas» de la ciudad en materia hídrica.
«Acto meramente político»
Sin embargo, el la firma del acuerdo de intenciones de ayer no fue bien acogido por todos los grupos del Ayuntamiento de Dénia. Por Els Verds, Toni Roderic no dudó en calificarlo de «acto meramente político» que sólo supone el compromiso por «estudiar el tema». Asimismo, acusó a la alcaldesa de «actuar como no ha actuado nunca un alcalde en la historia de Dénia», con una «falta de educación total» hacia el resto de ediles de la corporación, en referencia a que, a las 11 horas de ayer, los grupos de la oposición aún no habían sido informados sobre el viaje de la alcaldesa a Valencia para firmar el documento.
La futura desaladora de Dénia tendrá capacidad para producir 24.000 metros cúbicos de agua al día, si bien Baltanás dejó ayer la puerta abierta a posteriores ampliaciones con la instalación de nuevos bastidores, con lo que «se puede ajustar el crecimiento de la desaladora al crecimiento de la población». La planta abastecerá sólo a Dénia y su término municipal