Los huertanos vaticinan «un desastre» si la CHS demora el primer desembalse

Vie, 08/04/2005

La Verdad

Barberá aconseja «adelantar el riego» que el año pasado empezó el 26 de junio «La lluvia es insuficiente» para mantener las hortalizas, asegura el juez de Aguas
PEDRO J. BERNABEU/ORIHUELA
SUPERFICIE
Juzgado de Orihuela: 80.000 tahúllas (casi 7.000 hectáreas) (1 tahúlla equivale a 1.185 metros).

Vega Baja: 26.000 hectáreas propiedad de más de 22.000 regantes del Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela y del resto de juzgados y sindicatos de la comarca con regadíos tradicionales.

El cauce del río Segura casi seco, como jamás se había sufrido en la ciudad de Orihuela en esta década, mantiene en superficie el lodo putrefacto que origina hedor y recrudece cada día que pasa las protestas de los comerciantes y vecinos, a la vez que comienza a generar preocupación entre los agricultores de la huerta tradicional por la inquietante ausencia de caudales para el riego de las hortalizas y del arbolado.

Al mediodía de ayer, con el agua rondando los 80 centímetros por debajo de la cota 0 en la tabla de control del volumen circulante (adosada a la acequia del Escorratel), y más claro todavía, cuando apenas llegaba y entraba un hilo de agua a las boqueras de las acequias de Almoradí, Escorratel, Almorávit y Callosa, el juez privativo de Aguas de Orihuela, Antonio Barberá, vaticinaba a La Verdad «un desastre y la pérdida de las cosechas», salvo que la Confederación Hidrográfica del Segura «decida pronto adelantar el primer desembalse que el año pasado comenzó el 26 de junio».

Los cultivos de patatas, brócoli, alcachofas y habas, sembrados el pasado invierno por los agricultores de la comarca alicantina del Segura, «es imposible que aguanten dos meses más sin un desembalse», entre otros argumentos, porque «la lluvia es insuficiente», explicaba el veterano juez de Aguas.

«Los huertanos están desesperados porque lo van a perder todo», asegura Antonio Barberá, «por la falta de agua y la pérdida de las cosechas, y yo no sé qué decirles porque tienen toda la razón del mundo y el derecho a un desembalse».

El juez de Aguas que representa a 16.000 comuneros de once municipios con más de 80.000 tahúllas (casi 7.000 hectáreas), sin olvidar que en toda la Vega Baja hay unas 26.000 hectáreas de huerta propiedad de más de 22.000 agricultores de los regadíos tradicionales, argumenta que los cítricos «necesitan también agua, pero cuanto antes, para asegurar un buen cuaje de la flor de azahar» de las cosechas de este año.

«Verbalmente he transmitido el temor de los agricultores y he pedido un desembalse urgente al comisario de Aguas», Manuel Aldeguer, pero si en los próximos días no hay respuesta inmediata, sin más espera, «enviaremos una solicitud por escrito al presidente de la Confederación», José Fuentes Zorita.