Santa Eugenia, contra la construcción de un gran depósito de agua del Canal
Lun, 28/03/2005
Los vecinos del barrio de Santa Eugenia, en el distrito madrileño de Vallecas Villa, han anunciado nuevas movilizaciones contra la construcción de un depósito para regular la distribución de agua a los nuevos barrios que están siendo edificados en el sureste de la capital. El lugar elegido para instalar el depósito es el cerro de Almodóvar, separado del barrio a la altura del kilómetro 9 de la carretera de Valencia (A-3). El depósito se ubicará en la cima del cerro y tendrá una capacidad de 75.000 metros cúbicos de agua.
El proyecto está encaminado a regular el abastecimiento de los casi 500.000 nuevos vecinos que se instalarán en los nuevos barrios del sureste de la capital (Los Berrocales, El Cañaveral, Ahijones, La Catalana y La Dehesa, en el distrito de Vicálvaro), la ampliacion de Vallecas y parte de Rivas-Vaciamadrid.
El Canal de Isabel II ha presupuestado las obras para la construcción del enorme aljibe en 19 millones de euros, y el inicio de éstas está previsto entre los próximos meses de julio y agosto. Si se cumplen todos los plazos previstos, el depósito podría entrar en servicio a finales de 2007.
El Canal ha diseñado la construcción del depósito enterrándolo en las tripas del cerro. La empresa constructora tendrá que horadar la cima del montículo, hasta unos 10 metros de profundidad. El hueco medirá 100 metros y tendrá una anchura de 80 metros.
Para llenarse, recibirá el agua de la arteria sur-oriental, que transcurre por la A-3. Una bomba elevará el agua hasta la válvula de entrada, que se situará frente al barrio, en la cima del cerro, y la devolverá a los nuevos hogares a través de una nueva vía de distribución, también orientada hacia Santa Eugenia.
Los vecinos temen que cualquier fallo en la construcción del depósito afecte a dos centros educativos: el colegio público Ciudad de Valencia y el instituto de enseñanza secundaria Santa Eugenia. Entre los dos colegios acogen a casi 3.000 alumnos, además de un polideportivo y un campo de fútbol que cada día son usados por los habitantes del barrio.
Los vecinos han puesto el grito en el cielo, sobre todo porque no se fían de la estabilidad del cerro. Un montículo de 727 metros de altura desde el que se domina todo el valle del Kas, y en cuyo interior se descubrió un yacimiento de sílex de unos 20.000 años de antigüedad, y que desde hace varias décadas esta siendo minado, con continuas galerías, por la empresa Sepiolsa en busca de sepiolita. Los vecinos no se fían, a pesar de las reuniones entre vecinos, Canal de Isabel II y representantes de la junta municipal de distrito de Vallecas Villa.
'El interior del cerro es un auténtico queso de Gruyère', explican desde la asociacion de vecinos La Colmena. En la asociación no están dispuestos a que los 3.000 niños y los usuarios del polideportivo sufran algún riesgo. También temen a las arcillas expansivas que componen parte del lecho del cerro. Y aportan una ejemplo. 'Una de las piscinas del polideportivo lleva tres años cerrada. El vaso se resquebrajó por completo. Eso muestra que este cerro se mueve. No tiene consistencia para soportar el peso del depósito', explican desde la asociación de vecinos.
En uno de los plenos de la junta, el representante de la asociación vecinal recordó cómo hace años 'hubo que inyectar hormigón para dar consistencia a los bloques de pisos'. 'Ese cerro no es distinto y es un peligro para el barrio instalar ahí un depósito con esa capacidad', dijo a voz en grito. Ni que decir tiene que la versión del Canal es radicalmente opuesta.
El proyecto que sobre el depósito tiene en su despacho Adrián Martín, director de ingeniería del Canal de Isabel II, ocupa ocho gruesos tomos. Ocupan prácticamente toda la repisa de un mueble de no más de un metro de largo. En su interior, los tomos recogen un conglomerado de planos, cotas, cifras y datos, estudios...
El agua pesa menos
Martín intenta tranquilizar a los vecinos de Santa Eugenia. 'Lo primero que tienen que saber es que le vamos a quitar peso a la cima del cerro. El agua pesa menos que la tierra o las piedras', explica. 'No hay posibilidad de derrumbe porque lo vamos a enterrar dentro del cerro. El hueco donde se construirá estará a 10 metros de los bordes del cerro. Esta franja de tierra servirá para proteger la tabiquería y descartar cualquier derrumbe'.
En cuanto a las posibles fugas de agua, Martín afirma que éstas serán detectadas desde el centro de control del Canal apenas a los 30 segundos de producirse. 'Y le aseguro una cosa: los primeros interesados en no perder ni una gota de agua somos nosotros; perderíamos nuestra fuente de ingresos', matiza.
El proyecto está encaminado a regular el abastecimiento de los casi 500.000 nuevos vecinos que se instalarán en los nuevos barrios del sureste de la capital (Los Berrocales, El Cañaveral, Ahijones, La Catalana y La Dehesa, en el distrito de Vicálvaro), la ampliacion de Vallecas y parte de Rivas-Vaciamadrid.
El Canal de Isabel II ha presupuestado las obras para la construcción del enorme aljibe en 19 millones de euros, y el inicio de éstas está previsto entre los próximos meses de julio y agosto. Si se cumplen todos los plazos previstos, el depósito podría entrar en servicio a finales de 2007.
El Canal ha diseñado la construcción del depósito enterrándolo en las tripas del cerro. La empresa constructora tendrá que horadar la cima del montículo, hasta unos 10 metros de profundidad. El hueco medirá 100 metros y tendrá una anchura de 80 metros.
Para llenarse, recibirá el agua de la arteria sur-oriental, que transcurre por la A-3. Una bomba elevará el agua hasta la válvula de entrada, que se situará frente al barrio, en la cima del cerro, y la devolverá a los nuevos hogares a través de una nueva vía de distribución, también orientada hacia Santa Eugenia.
Los vecinos temen que cualquier fallo en la construcción del depósito afecte a dos centros educativos: el colegio público Ciudad de Valencia y el instituto de enseñanza secundaria Santa Eugenia. Entre los dos colegios acogen a casi 3.000 alumnos, además de un polideportivo y un campo de fútbol que cada día son usados por los habitantes del barrio.
Los vecinos han puesto el grito en el cielo, sobre todo porque no se fían de la estabilidad del cerro. Un montículo de 727 metros de altura desde el que se domina todo el valle del Kas, y en cuyo interior se descubrió un yacimiento de sílex de unos 20.000 años de antigüedad, y que desde hace varias décadas esta siendo minado, con continuas galerías, por la empresa Sepiolsa en busca de sepiolita. Los vecinos no se fían, a pesar de las reuniones entre vecinos, Canal de Isabel II y representantes de la junta municipal de distrito de Vallecas Villa.
'El interior del cerro es un auténtico queso de Gruyère', explican desde la asociacion de vecinos La Colmena. En la asociación no están dispuestos a que los 3.000 niños y los usuarios del polideportivo sufran algún riesgo. También temen a las arcillas expansivas que componen parte del lecho del cerro. Y aportan una ejemplo. 'Una de las piscinas del polideportivo lleva tres años cerrada. El vaso se resquebrajó por completo. Eso muestra que este cerro se mueve. No tiene consistencia para soportar el peso del depósito', explican desde la asociación de vecinos.
En uno de los plenos de la junta, el representante de la asociación vecinal recordó cómo hace años 'hubo que inyectar hormigón para dar consistencia a los bloques de pisos'. 'Ese cerro no es distinto y es un peligro para el barrio instalar ahí un depósito con esa capacidad', dijo a voz en grito. Ni que decir tiene que la versión del Canal es radicalmente opuesta.
El proyecto que sobre el depósito tiene en su despacho Adrián Martín, director de ingeniería del Canal de Isabel II, ocupa ocho gruesos tomos. Ocupan prácticamente toda la repisa de un mueble de no más de un metro de largo. En su interior, los tomos recogen un conglomerado de planos, cotas, cifras y datos, estudios...
El agua pesa menos
Martín intenta tranquilizar a los vecinos de Santa Eugenia. 'Lo primero que tienen que saber es que le vamos a quitar peso a la cima del cerro. El agua pesa menos que la tierra o las piedras', explica. 'No hay posibilidad de derrumbe porque lo vamos a enterrar dentro del cerro. El hueco donde se construirá estará a 10 metros de los bordes del cerro. Esta franja de tierra servirá para proteger la tabiquería y descartar cualquier derrumbe'.
En cuanto a las posibles fugas de agua, Martín afirma que éstas serán detectadas desde el centro de control del Canal apenas a los 30 segundos de producirse. 'Y le aseguro una cosa: los primeros interesados en no perder ni una gota de agua somos nosotros; perderíamos nuestra fuente de ingresos', matiza.