Canal de Isabel II corta el trasvase y teme problemas de calidad del agua en verano
Mié, 23/03/2005
El suministro a la capital está asegurado para todo el año, pero si no llueve y baja el nivel del Guadiloba, el agua perderá calidad ANTONIO J. ARMERO/CÁCERES El pantano del Guadiloba, que abastece de agua a la ciudad de Cáceres, ya no recibe líquido procedente del Almonte. Desde ayer por la tarde, el suministro a la capital depende exclusivamente del líquido embalsado en el pantano del Guadiloba, que está al setenta por ciento de su capacidad.
La nueva situación, que encuentra su precedente más cercano en el año 2001, se produce después de que Canal de Isabel II decidiera ayer por la tarde cortar el trasvase debido al bajo nivel del pantano de Alcántara, del que también se nutre la central hidráulica José María de Oriol, que gestiona Iberdrola.
El nivel de líquido embalsado en Alcántara ha ido bajando de forma paulatina desde hace meses, y en las últimas semanas ya se temía la posibilidad de que el agua quedara por debajo de la cota en la que las bombas toman líquido y lo trasladan hasta el Guadiloba.
Eso no ha sucedido aún, pero la empresa concesionaria del servicio de aguas en Cáceres optó ayer por la tarde por interrumpir el bombeo debido a razones de seguridad. Tomó esa decisión cuando el agua bajó hasta la cota de 194,60 metros. «Ahora mismo -explicaba Gerardo Díaz, gerente de Canal de Isabel II en Cáceres, ayer por la tarde- tendríamos unos 25 centímetros para seguir bombeando, pero preferimos cortar el trasvase para prevenir, porque si el agua sigue bajando y las bombas se quedan al aire se pueden estropear, y eso sería un problema importante».
Al estar el pantano del Guadiloba al setenta por ciento de su capacidad, la interrupción no repercutirá a corto plazo en el abastecimiento de agua a Cáceres, pero sí puede afectar al abastecimiento en unos meses. «Hay agua hasta final de año -asegura Gerardo Díaz-, pero si no llueve, es seguro que habrá problemas en la calidad del agua».
Esas dificultades podrían llegar cuando Guadiloba esté por debajo del cincuenta por ciento, más o menos. «Si llegamos a ese nivel, ya se genera una concentración de algas en el agua que afecta a la calidad del suministro», anuncia el gerente de Canal de Isabel II, que sin embargo, confía en que no se llegue a esa situación. «Confío en que el Tajo vuelva a tener agua y la situación normal se restablezca antes de que acabe abril, porque después vienen tres meses, junio, julio y agosto en los que no es normal que llueva», reflexiona Díaz, que no obstante, cree que el corte del bombeo es un factor a considerar más allá de la tesitura actual. «No debemos olvidar -argumenta-, que es la segunda vez que nos vemos en esta situación».
La nueva situación, que encuentra su precedente más cercano en el año 2001, se produce después de que Canal de Isabel II decidiera ayer por la tarde cortar el trasvase debido al bajo nivel del pantano de Alcántara, del que también se nutre la central hidráulica José María de Oriol, que gestiona Iberdrola.
El nivel de líquido embalsado en Alcántara ha ido bajando de forma paulatina desde hace meses, y en las últimas semanas ya se temía la posibilidad de que el agua quedara por debajo de la cota en la que las bombas toman líquido y lo trasladan hasta el Guadiloba.
Eso no ha sucedido aún, pero la empresa concesionaria del servicio de aguas en Cáceres optó ayer por la tarde por interrumpir el bombeo debido a razones de seguridad. Tomó esa decisión cuando el agua bajó hasta la cota de 194,60 metros. «Ahora mismo -explicaba Gerardo Díaz, gerente de Canal de Isabel II en Cáceres, ayer por la tarde- tendríamos unos 25 centímetros para seguir bombeando, pero preferimos cortar el trasvase para prevenir, porque si el agua sigue bajando y las bombas se quedan al aire se pueden estropear, y eso sería un problema importante».
Al estar el pantano del Guadiloba al setenta por ciento de su capacidad, la interrupción no repercutirá a corto plazo en el abastecimiento de agua a Cáceres, pero sí puede afectar al abastecimiento en unos meses. «Hay agua hasta final de año -asegura Gerardo Díaz-, pero si no llueve, es seguro que habrá problemas en la calidad del agua».
Esas dificultades podrían llegar cuando Guadiloba esté por debajo del cincuenta por ciento, más o menos. «Si llegamos a ese nivel, ya se genera una concentración de algas en el agua que afecta a la calidad del suministro», anuncia el gerente de Canal de Isabel II, que sin embargo, confía en que no se llegue a esa situación. «Confío en que el Tajo vuelva a tener agua y la situación normal se restablezca antes de que acabe abril, porque después vienen tres meses, junio, julio y agosto en los que no es normal que llueva», reflexiona Díaz, que no obstante, cree que el corte del bombeo es un factor a considerar más allá de la tesitura actual. «No debemos olvidar -argumenta-, que es la segunda vez que nos vemos en esta situación».