COMUNIDAD VALENCIANA .- Barreda y Valcárcel, satisfechos por el acuerdo alcanzado con Medio Ambiente sobre el trasvase Tajo-Segura
Jue, 17/03/2005
Los presidentes de la Región de Murcia y de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, Ramón Luis Valcárcel y José María Barreda, se mostraron hoy satisfechos del acuerdo alcanzado con el ministerio de Medio Ambiente en relación al trasvase Tajo-Segura, y ambos coincidieron en señalar que los desarrollos de ambas comunidades autónomas "son compatibles".
Valcárcel, quien afirmó que "la compatibilidad, el diálogo y los acuerdos son los pilares sobre los que tiene que descansar al actividad política", destacó la "necesidad de alcanzar acuerdos para evitar enfrentamientos", y aseveró que el enfrentamiento entre Murcia y Castilla La Mancha es "absolutamente indeseable".
Además, el presidente murciano, quien dijo que ni él ni su homólogo castellano-manchego "queremos, podemos ni sabemos ser irresponsables", indicó que en su reunión con la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona, le transmitió que para llegar a acuerdos "bastaba con ajustarnos a la legislación vigente, que es el discurso que hemos mantenido en la Región desde el primer momento".
Valcárcel, quien señaló que el agua "es el elemento líquido que más emborracha", estimó que en relación con el debate suscitado "había dos caminos, uno, la irresponsabilidad y la confrontación, que es el camino fácil y que consistía en que uno u otro exhibiera el voto fácil, y el otro el de la actitud de rigor para alcanzar acuerdos".
Asimismo, indicó que en la Región de Murcia "había situaciones en las que parecía que alguien estaba a gusto con la confrontación, por lo que había que apostar por la otra vía, sin menoscabar el desarrollo de la otra región", al tiempo que señaló que Murcia y Castilla La Mancha "somos España, por lo que estábamos en la obligación de llegar a acuerdos".
A su juicio, el acuerdo alcanzado "tiene una solidez tremenda y significa hacer lo que las leyes dicen que hay que hacer, pero que todavía no se hace".
En este sentido, manifestó que "si alguien duda del concepto solidario y de las necesidades existentes, hay un decreto ley del año 1995, firmado por Josep Borrell, que establece 50 hectómetros cúbicos para los acuíferos 23 y 24", al tiempo que indicó que mirando al futuro se plantean mayores posibilidades de crecimientos.
El presidente murciano destacó que, "lejos de caer en la tentación, hemos hecho lo que teníamos que hacer, que era plantear soluciones que satisfagan y se ajusten a la Ley", al tiempo que estimó que ajustar las leyes del Tajo-Segura "es la mejor manera de mantener una postura coherente".
Valcárcel también afirmó que "muy mal harían el Gobierno de la Región de Murcia y el Ejecutivo central si, sabiendo lo que dicen las leyes, no elaboran un plan hidrológico nacional que resuelva los problemas de las cuencas hidrográficas españolas, ya que un PHN es la suma de soluciones a todos los problemas de las cuencas españolas".
Así, el presidente murciano consideró que, si la cuenca del Segura es deficitaria y el trasvase Tajo-Segura cuenta con unas leyes muy concretas, "habrá que tener en cuenta otros planteamientos, entre ellos, un trasvase del Ebro". "Esperamos ansiosos, responsables y lealmente institucionales otras fórmulas", apostilló Valcárcel.
"La Región de Murcia no puede darse por satisfecha con 600 hectómetros cúbicos de agua del trasvase Tajo-Segura, cuando es la comunidad autónoma que más crece", aseguró Valcárcel, quien insistió en "la necesidad de encontrar fórmulas adecuadas", al tiempo que dijo haber pedido a Narbona "menos problemas y un mayor cumplimiento de la ley".
"INFLEXIÓN HISTÓRICA".
Por su parte, su homólogo castellano-manchego, José María Barreda, consideró que el acuerdo alcanzado supone "una inflexión histórica en la relación de Castilla La Mancha con el agua, ya que la legislación reconoce desde el primer momento los derechos que tiene la cuenca cedente, la cual tiene prioridad, pero hasta ahora no la podíamos llevar a la práctica, ya que era imposible que en Castilla La Mancha utilizáramos el agua y la infraestructura del Tajo-Segura".
Barreda afirmó que "era insoportable para Castilla La Mancha ver cómo a lo largo de 300 kilómetros, desde la cabecera del Tajo hasta el Talave, había un acueducto lleno de agua, atravesando pueblos y municipios, a los que, en verano, había que abastecer con cisternas, así como que un decreto ley de medidas urgentes, aprobado en 1995, no se hubiera ejecutado".
Además, Barreda dijo que, en este momento, "ya son muchos los castellano-manchegos que beben agua del Tajo, pero inmediatamente serán 1,2 millones y dentro de 3 años 1,7 millones de habitantes de Castilla La Mancha los que beberán agua del Tajo".
Asimismo, explicó que en Castilla La Mancha cada vez más "necesitamos de un recurso que es escaso y sencillamente lo que planteamos es que lo necesitamos ahora y lo vamos a necesitar claramente en un futuro inmediato", por lo que afirmó que en Murcia "debe hacerse una reflexión tranquila y sosegada a cerca de cuál es el crecimiento sostenible que, a medio y a largo plazo, es posible en la Región, y que tiene que ser compatible con el propio crecimiento y con la propia demanda de Castilla La Mancha".
A su juicio, ambos procesos de crecimiento y desarrollo "son posibles, pero hay que tener muy clara cuál va a ser la urgencia que cada cual va a tener en cada momento", al tiempo que aseguró que "no se puede hacer una planificación hidrológica sin contar con Castilla La Mancha".
"IMPOSIBLE ORGANIZAR SIN CONTAR CON C-LM".
"Hasta ahora y desde 1971 se habían hecho planes ignorando las necesidades de mi tierra, y eso es lo que ha cambiado de una vez y para siempre, pues ahora es imposible organizar el agua del Tajo sin contar con las necesidades de los castellano-manchegos", aseveró Barreda, quien matizó que esto "no significa que a corto plazo vayan a cambiar sustancialmente las reglas del juego".
Barreda, quien indicó que "la razón y el tiempo van a poner sobre la mesa una realidad que no se puede ignorar", manifestó que los castellano-manchegos no rechazan utilizar el agua para otros usos, concretamente para regar, al tiempo que confió en que las alternativas para la Región de Murcia "vayan entrando en funcionamiento".
A su juicio, "no se trata de que se produzca un giro vertiginoso de 180 grados en un plazo muy corto, pero sí de orientar la historia próxima e inmediata, sencillamente porque es inexorable que en el Tajo hay el agua que hay".
"LA FALTA DE AGUA NO PUEDE LIMITAR".
"Ni para Murcia ni para Castilla-La Mancha puede ser un factor limitador de nuestro crecimiento la falta de agua", sentenció Barreda, quien consideró que "hay que hacer un esfuerzo de imaginación para situarnos cómo van a ser mañana y pasado las posibilidades de agua en Murcia y Castilla-La Mancha".
Barreda abogó por la "fórmula del diálogo, del entendimiento y de trabajar juntos, porque no soy partidario de una pedagogía del enfrentamiento y la crispación", al tiempo que dijo no querer ser "rival de Murcia", y subrayó que los crecimientos y desarrollos de Murcia y Castilla La Mancha "deben ser compatibles necesariamente".
Finalmente, Barreda, quien dijo que sería un honor ser nombrado 'Murciano del Año', regaló a Valcárcel un facsímile de la portada de la primera edición de 'El Quijote' y un libro de este personaje, de Francisco Rico; mientras que el presidente murciano le obsequió con un libro de los paisajes de la Región de Murcia, de Ángel Fernández Saura.
Valcárcel, quien afirmó que "la compatibilidad, el diálogo y los acuerdos son los pilares sobre los que tiene que descansar al actividad política", destacó la "necesidad de alcanzar acuerdos para evitar enfrentamientos", y aseveró que el enfrentamiento entre Murcia y Castilla La Mancha es "absolutamente indeseable".
Además, el presidente murciano, quien dijo que ni él ni su homólogo castellano-manchego "queremos, podemos ni sabemos ser irresponsables", indicó que en su reunión con la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona, le transmitió que para llegar a acuerdos "bastaba con ajustarnos a la legislación vigente, que es el discurso que hemos mantenido en la Región desde el primer momento".
Valcárcel, quien señaló que el agua "es el elemento líquido que más emborracha", estimó que en relación con el debate suscitado "había dos caminos, uno, la irresponsabilidad y la confrontación, que es el camino fácil y que consistía en que uno u otro exhibiera el voto fácil, y el otro el de la actitud de rigor para alcanzar acuerdos".
Asimismo, indicó que en la Región de Murcia "había situaciones en las que parecía que alguien estaba a gusto con la confrontación, por lo que había que apostar por la otra vía, sin menoscabar el desarrollo de la otra región", al tiempo que señaló que Murcia y Castilla La Mancha "somos España, por lo que estábamos en la obligación de llegar a acuerdos".
A su juicio, el acuerdo alcanzado "tiene una solidez tremenda y significa hacer lo que las leyes dicen que hay que hacer, pero que todavía no se hace".
En este sentido, manifestó que "si alguien duda del concepto solidario y de las necesidades existentes, hay un decreto ley del año 1995, firmado por Josep Borrell, que establece 50 hectómetros cúbicos para los acuíferos 23 y 24", al tiempo que indicó que mirando al futuro se plantean mayores posibilidades de crecimientos.
El presidente murciano destacó que, "lejos de caer en la tentación, hemos hecho lo que teníamos que hacer, que era plantear soluciones que satisfagan y se ajusten a la Ley", al tiempo que estimó que ajustar las leyes del Tajo-Segura "es la mejor manera de mantener una postura coherente".
Valcárcel también afirmó que "muy mal harían el Gobierno de la Región de Murcia y el Ejecutivo central si, sabiendo lo que dicen las leyes, no elaboran un plan hidrológico nacional que resuelva los problemas de las cuencas hidrográficas españolas, ya que un PHN es la suma de soluciones a todos los problemas de las cuencas españolas".
Así, el presidente murciano consideró que, si la cuenca del Segura es deficitaria y el trasvase Tajo-Segura cuenta con unas leyes muy concretas, "habrá que tener en cuenta otros planteamientos, entre ellos, un trasvase del Ebro". "Esperamos ansiosos, responsables y lealmente institucionales otras fórmulas", apostilló Valcárcel.
"La Región de Murcia no puede darse por satisfecha con 600 hectómetros cúbicos de agua del trasvase Tajo-Segura, cuando es la comunidad autónoma que más crece", aseguró Valcárcel, quien insistió en "la necesidad de encontrar fórmulas adecuadas", al tiempo que dijo haber pedido a Narbona "menos problemas y un mayor cumplimiento de la ley".
"INFLEXIÓN HISTÓRICA".
Por su parte, su homólogo castellano-manchego, José María Barreda, consideró que el acuerdo alcanzado supone "una inflexión histórica en la relación de Castilla La Mancha con el agua, ya que la legislación reconoce desde el primer momento los derechos que tiene la cuenca cedente, la cual tiene prioridad, pero hasta ahora no la podíamos llevar a la práctica, ya que era imposible que en Castilla La Mancha utilizáramos el agua y la infraestructura del Tajo-Segura".
Barreda afirmó que "era insoportable para Castilla La Mancha ver cómo a lo largo de 300 kilómetros, desde la cabecera del Tajo hasta el Talave, había un acueducto lleno de agua, atravesando pueblos y municipios, a los que, en verano, había que abastecer con cisternas, así como que un decreto ley de medidas urgentes, aprobado en 1995, no se hubiera ejecutado".
Además, Barreda dijo que, en este momento, "ya son muchos los castellano-manchegos que beben agua del Tajo, pero inmediatamente serán 1,2 millones y dentro de 3 años 1,7 millones de habitantes de Castilla La Mancha los que beberán agua del Tajo".
Asimismo, explicó que en Castilla La Mancha cada vez más "necesitamos de un recurso que es escaso y sencillamente lo que planteamos es que lo necesitamos ahora y lo vamos a necesitar claramente en un futuro inmediato", por lo que afirmó que en Murcia "debe hacerse una reflexión tranquila y sosegada a cerca de cuál es el crecimiento sostenible que, a medio y a largo plazo, es posible en la Región, y que tiene que ser compatible con el propio crecimiento y con la propia demanda de Castilla La Mancha".
A su juicio, ambos procesos de crecimiento y desarrollo "son posibles, pero hay que tener muy clara cuál va a ser la urgencia que cada cual va a tener en cada momento", al tiempo que aseguró que "no se puede hacer una planificación hidrológica sin contar con Castilla La Mancha".
"IMPOSIBLE ORGANIZAR SIN CONTAR CON C-LM".
"Hasta ahora y desde 1971 se habían hecho planes ignorando las necesidades de mi tierra, y eso es lo que ha cambiado de una vez y para siempre, pues ahora es imposible organizar el agua del Tajo sin contar con las necesidades de los castellano-manchegos", aseveró Barreda, quien matizó que esto "no significa que a corto plazo vayan a cambiar sustancialmente las reglas del juego".
Barreda, quien indicó que "la razón y el tiempo van a poner sobre la mesa una realidad que no se puede ignorar", manifestó que los castellano-manchegos no rechazan utilizar el agua para otros usos, concretamente para regar, al tiempo que confió en que las alternativas para la Región de Murcia "vayan entrando en funcionamiento".
A su juicio, "no se trata de que se produzca un giro vertiginoso de 180 grados en un plazo muy corto, pero sí de orientar la historia próxima e inmediata, sencillamente porque es inexorable que en el Tajo hay el agua que hay".
"LA FALTA DE AGUA NO PUEDE LIMITAR".
"Ni para Murcia ni para Castilla-La Mancha puede ser un factor limitador de nuestro crecimiento la falta de agua", sentenció Barreda, quien consideró que "hay que hacer un esfuerzo de imaginación para situarnos cómo van a ser mañana y pasado las posibilidades de agua en Murcia y Castilla-La Mancha".
Barreda abogó por la "fórmula del diálogo, del entendimiento y de trabajar juntos, porque no soy partidario de una pedagogía del enfrentamiento y la crispación", al tiempo que dijo no querer ser "rival de Murcia", y subrayó que los crecimientos y desarrollos de Murcia y Castilla La Mancha "deben ser compatibles necesariamente".
Finalmente, Barreda, quien dijo que sería un honor ser nombrado 'Murciano del Año', regaló a Valcárcel un facsímile de la portada de la primera edición de 'El Quijote' y un libro de este personaje, de Francisco Rico; mientras que el presidente murciano le obsequió con un libro de los paisajes de la Región de Murcia, de Ángel Fernández Saura.