Después de cuatro meses de tareas de saneamiento, los acuíferos subterráneos del río Francolí que fueron contaminados por sulfato de amonio en octubre de 2004 debido a unas filtraciones originadas en la planta de Repsol han visto reducida la afectación a la mitad, según el Departament de Medi Ambient de la Generalitat. éste confirma que se estudia la posibilidad de abrir más pozos en la zona afectada para acelerar la depuración de las aguas. Si se compara con el momento de mayor concentración de amonio, ocurrido hace unos meses, la contaminación actual de los acuíferos se ha reducido a la mitad . Según se desprende de estas manifestaciones de Josep Lluís Pau, director territorial de Medi Ambient en Tarragona, el trabajo de saneamiento por parte de la empresa química Repsol está siendo eficaz, aunque es un proceso muy lento, y ya lo advertimos al principio .En octubre de 2004, un incremento brusco de los niveles de amonio en el agua del río acabó con la vida de 740 kilos de peces, principalmente carpas. Desde el principio se señaló a Repsol Química, en La Pobla de Mafumet, como responsable del vertido y, más adelante, se localizó la fuga en su planta de almacenaje de este producto, que no es nocivo para la salud de las personas.Josep Lluís Pau señala que los valores recogidos en la estación de control automática que Medi Ambient tiene junto a las instalaciones de Ematsa, cerca de Sant Salvador, conducen al optimismo, aunque no se ha alcanzado el objetivo: El agua del río, en superficie no en los acuíferos subterráneos , llegó a contener 50 miligramos de amonio por litro de agua, mientras que el nivel registrado el 1 de marzo era de 4 miligramos. Aun así, queremos situarnos por debajo de 1 miligramo , que es el registro óptimo, según la legislación vigente.Pau informa que, a primeros de enero, los registros eran de 8 y 10 miligramos por litro, mientras que en febrero y marzo se mantienen entre 3 y 5, lo que indica una clara tendencia a la baja. El nivel máximo alcanzado desde enero ha sido de 12,5 mg/l, y el mínimo, de 2,5 mg/l. No estamos aún en los estándares de calidad del agua .A finales de marzo, los responsables de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), los técnicos de Repsol y los de la empresa subcontratada por la química para sanear los acuíferos se reunirán una vez más para analizar el proceso. No se descarta que la solución para acelerarlo sea abrir más pozos en la zona afectada, según Pau. Con los registros obtenidos estos meses y los pozos disponibles, se puede establecer en qué zonas subterráneas se concentra más amonio. Todo es muy lento porque se trabaja a ciegas .La actual barrera hidráulica así se denomina el sistema de drenaje situado entre el complejo industrial y el Francolí consiste en la apertura de cinco pozos cuya misión principal es la de contener las aguas del nivel freático del subsuelo, para evitar que lleguen al río. Se extraen y se depositan en una balsa para su posterior homogeneización y dilución. Estas aguas no vuelven a verterse al río sino al mar. Luego los acuíferos se regeneran de forma natural.El proceso judicial, en marcha El proceso judicial sigue su camino. Un juzgado mantiene abiertas las diligencias desde el 2 de octubre. Los juzgados hacen su trabajo y nosotros el nuestro, que es velar por la legislación medioambiental y evitar que se repita un caso como éste , dice Pau, que recuerda a los ciudadanos que no existe riesgo de toxicidad para su salud.