Expertos y ecologistas piden alargar 'Doñana 2005' para acabar las obras pendientes

sevilla. El proyecto estrella puesto en marcha por el Gobierno central tras el vertido tóxico provocado por la rotura de la balsa minera de Boliden Apirsa en 1998, el denominado Doñana 2005, necesitará al menos de cuatro o cinco años más para que todas las actuaciones previstas se lleven a cabo. Para esto, y tras reconocer la importancia del plan (de regeneración hídrica del Parque Nacional), expertos y ecologistas han solicitado un Doñana 2010 que permita restaurar el Caño del Guadiamar –proyecto aplazado por su complejidad–, el arroyo del Partido y el Brazo de la Torre.

Por ahora, el Ministerio de Medio Ambiente se ha hecho cargo de la inversión que resta por ejecutar, 22 millones de euros de los 95 previstos, liberando a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) de esta carga. No es la primera vez que la Confederación pedía que el Estado asumiese este gasto y por eso Jaime Palop, director general del Agua del Ministerio y ex presidente de la CHG ha atendido a la solicitud de su sucesor, Francisco Tapia.

El proyecto Doñana 2005 consta de 11 actuaciones, si bien las tres últimas son de seguimiento y evaluación de las obras, investigación y difusión de la iniciativa. Así pues, ocho proyectos intervienen directamente en las condiciones del Parque, en sus arroyos, marismas, caños y aguas. De ellos, cuatro aún no han concluido.

La segunda fase de la recuperación del Caño Travieso (actuación número 6) y las mejoras que afectan al Brazo de la Torre (actuación 8) se fusionarán en un solo proyecto, según han acordado la comisión científica, técnicos de la Consejería, de la Confederación y los alcaldes de la zona. Según explicó a esta redacción el responsable técnico de Doñana 2005 e ingeniero jefe de la zona de Sevilla de la CHG, Benigno Bayán, en pocos meses estará acabado el proyecto, que se contratará a finales de este año. El plazo aproximado para su realización es de dos años, ya que en la marisma no se puede trabajar con máquinas cuando hay mucha agua. Así, Bayán sostiene que hasta finales de 2007 o principios de 2008 no concluirá esta actuación que une dos proyectos.

No obstante, este punto se está debatiendo todavía. El proyecto incluye la retirada de parte del muro que se construyó de urgencia en 1998 para frenar el avance de los lodos tóxicos vertidos tras la ruptura de la balsa minera de Aznalcóllar y los científicos y ecologistas recelan de la calidad de las aguas que por allí pasarán.

La opción elegida por la Confederación es la de retirar parte de la montaña del río, pero aún tiene que obtener el visto bueno de la comisión científica. "Se replanteará el proyecto si los científicos difieren, si bien el poder de decisión es de los políticos", sostiene el responsable técnico del proyecto. A su juicio, el objetivo es que la parte del muro que se mantenga retenga los sedimentos perjudiciales que transporta el río Guadiamar.

La medida número 5, la restauración del Caño del Guadiamar, es el gran escollo de Doñana 2005. "Es lo más difícil, de ahí que se planteasen cinco alternativas", reconoce Bayán. La Confederación cuenta con un proyecto ya redactado, pero sus técnicos alegan que los datos de campos manejados son "escasos y los resultados, por tanto, dudosos". "Sería prematuro, aventurado ponerlo en marcha", defiende el ingeniero de la CHG, quien apunta que sólo se tienen datos de un año y son necesarias series temporales más amplias.

El objetivo de esta actuación es conseguir aguas de primavera para la marisma. Para ello se pretende hacer un canal de 14 kilómetros de longitud en tierra que recogería el agua en el arroyo de las Cigüeñas hasta llegar al Caño Pescador y, de ahí, al Guadiamar y la marisma. Para expropiaciones se presupuestó 1,7 millones de euros y para las obras otros 6,2. Aun así, el proyecto sigue siendo objeto de discusión.

La actuación número 6, la recuperación del Caño Travieso, con un presupuesto para expropiaciones de 27,2 millones de euros y de obra de 8,2 millones, terminará en un año, según Benigno Bayán, mientras que las obras para la recuperación del Arroyo del Partido comenzarán en 15 días.

El retraso en la puesta en marcha de esta actuación, la número 3, se debe a las dificultades para llevar a cabo las expropiaciones previstas. Los terrenos, al estar situados muy cerca de la aldea del Rocío se han revalorizado, lo que ha supuesto un importante esfuerzo para la Confederación.

El proyecto incluía 12,5 millones de euros para expropiaciones y 7,5 para las obras, que consisten en eliminar el muro de la margen izquierda para permitir la expansión del agua y la recuperación de la llanura original de inundación. El muro de la margen derecha se mantendrá en parte para proteger los actuales cultivos y también se construirá otro nuevo en el límite de los terrenos agrícolas. También se incluye la restauración de los márgenes del arroyo y acciones específicas en el cono de deyección para devolver la fisonomía natural a toda la cuenca. Todas estas obras están ya contratadas.

Los responsables de la Confederación apuntan que todas las acciones diseñadas para la regeneración del Parque Nacional se llevarán a cabo, de ahí que la gran mayoría esté ya contratada.

En la última reunión del Grupo de Aguas del Patronato del Parque Nacional de Doñana, el pasado mes, ecologistas, ayuntamientos y responsables del espacio protegido abogaron por la ampliación del proyecto del Gobierno central hasta 2010, decisión ante la que Benigno Bayán no se quiso pronunciar porque, en su opinión, sólo depende de la voluntad de los políticos, y no de los técnicos de la Confederación o del Ministerio.