El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, José Salvador Fuentes, abogó hoy por un gran pacto nacional en materia de agua en el que se impliquen "al menos" los dos grandes partidos y las Comunidades Autónomas.
José Salvador Fuentes hizo esta consideración en la Comisión de Medio Ambiente del Congreso, ante la que compareció para fijar su posición respecto al real decreto de ley de modificación del Plan Hidrológico Nacional (PHN), que el Gobierno aprobó el pasado mes de junio y que se tramita en el Parlamento como proyecto de Ley.
Defendió el programa de Actuaciones para la Gestión y Utilización el Agua (AGUA) que el Gobierno ha aprobado como alternativa al trasvase del Ebro, y se mostró convenido de que para desterrar "el fantasma" de la sequía en la Cuenca del Segura será preciso tomarla del mar para desalinizarla.
José Salvador Fuentes subrayó las "singularidades" de una Cuenca como la del Segura, y en que ésta abarca provincias de cuatro Comunidades Autónomas (Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia), además de estar conectada con las de Tajo y la del Júcar.
Consideró que la red de distribución de aguas en esta Cuenca, gracias a amplia red de canales del Taibilla, es "modélica" por su gestión y por su eficiencia, y subrayó también la eficacia del entramado de canales que se construyeron tras la ejecución del trasvase Tajo-Segura.
Consideró por todo ello que la Cuenca del Segura es "idónea" para aplicar actuaciones como las previstas en el programa AGUA (basado en la desalinización y en la reutilización del agua) ya que la cuenca trabaja "en red" y el agua que se produzca en un punto puede ser trasladada hasta cualquier punto de la cuenca.
El presidente de la Confederación del Segura observó que la propia eficacia y eficiencia de esta cuenca está enmascarando la situación de sequía en que se encuentra, pero advirtió que las reservas son muy bajas y que se están utilizando ya recursos procedentes de pozos estratégicos.
"Esos recursos tienen fecha de caducidad", dijo Fuentes, quien apeló por ello a la importancia de agilizar la construcción de las plantas desalinizadoras.
En la misma Comisión intervino el presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó-Alicantí y Consorcio de Aguas Marina-Baja, Andrés Martínez Espinosa, quien aseguró que el trasvase del Ebro planteaba del Ebro es "no sólo posible, sino necesario".
Recordó que este se diseño para solucionar problemas en las cuencas receptoras sin producir impactos en las zonas cedentes, pero abogó por rebajar las expectativas existentes tanto en las zonas que iban a recibir el agua como en las que la iban a ceder.
Espinosa cuestionó que se ajuste a la Política Agraria Común aumentar en casi medio millón las hectáreas de regadío en la Cuenca del Ebro, con un consumo de más de 3.000 hectómetros cúbicos al año, y dijo que esto, además de anacrónico, es "un insulto al sentido común".
Coincidió con el presidente de la Confederación al pedir un Pacto de Estado en materia de aguas para evitar los vaivenes políticos, y dijo que el Gobierno actual está mal asesorado y que las organizaciones no gubernamentales están "engañando" a los actuales responsables de la política de aguas "y en consecuencia engañando a la sociedad española"