Medio Ambiente confirma que trasvasar 80 hectómetros anuales al Vinalopó es inviable
Mié, 23/02/2005
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, confirmó ayer en Murcia que es inviable trasvasar anualmente 80 hectómetros cúbicos de agua al Vinalopó, como preveía el PP. Narbona dijo que el ministerio 'va a seguir adelante con la obra', pero considera 'que se había engañado a los usuarios del Vinalopó prometiéndoles que por ahí podían venir 80 hectómetros, cosa que no podría suceder nunca de acuerdo con la situación que tiene el Júcar'. Medio Ambiente calcula que el trasvase, con aportes no sólo del río, se situará en una media anual de 40 a 50 hectómetros cúbicos.
Narbona añadió que 'todo lo que se pueda derivar a través de esa obra se va a derivar y se harán todas las actuaciones complementarias que sean necesarias para atender la demanda en el Vinalopó'. La Comisión Europea, 'a la que se le aseguró que el Júcar-Vinalopó podía aportar 80 hectómetros cúbicos', también está analizando la nueva situación, dijo Narbona. Los estudios de la comisión que ha revisado el trasvase 'indican que en absoluto se puede contar con una cuantía de agua de ese volumen', que deberá ser completado con desalación, aguas depuradas y modernización de regadíos. Hace unas semanas, la ministra declaró en el Congreso que la obra se diseñó mal, pero que no es factible económicamente pararla.
Por su parte, el director general del Agua, Jaime Palop, precisó que 'lo más probable' es que la media anual del trasvase se sitúe entre los 40 y 50 hectómetros cúbicos, lo que no excluye que algún año sean menos o más, incluso 80 si se producen lluvias muy importantes. Para las cantidades medias que maneja Medio Ambiente -derivadas de los estudios de la comisión, que estableció una horquilla de 12 a 62 hectómetros- el caudal superficial del río es claramente insuficiente (ronda los 20 hectómetros, según diversos modelos analizados por la comisión), por lo que será necesario recurrir a aguas subterráneas (una reserva de unos 30 hectómetros), además de ganancias en reutilización y modernización de regadíos, mientras que la costa alicantina se cubrirá con desalación. El ministerio anunció ayer mismo que agilizará, por la vía de urgencia, los proyectos de desaladoras del Programa AGUA. Palop subrayó también que sin las actuaciones complementarias, si se satisfacen las necesidades ambientales del río y del parque natural de L'Albufera 'no habría garantía' para los usos agrícolas y de abastecimiento repartidos en el Júcar.
La postura del ministerio provocó la protesta del consejero de Infraestructuras, José Ramón García Antón, quien acusó a Narbona de alterar el proyecto original 'de forma unilateral, sin consenso' y exigió que 'deje de buscar excusas y acabe las obras del trasvase, cuyos últimos tramos llevan casi un año adjudicados y apenas se ha avanzado en su ejecución'. Precisamente ayer, la sociedad Aguas del Júcar, que ejecuta la obra, anunció que dentro de un mes llegarán a España las dos tuneladoras compradas en Alemania con un coste de 12 millones de euros, lo que supone 'un paso adelante muy importante'. García Antón acusó al ministerio de intentar transmitir 'que el trasvase no se puede realizar porque faltan obras de modernización de regadíos, algo totalmente falso', y aseguró que el Consell cumplirá con sus compromisos. El consejero criticó la 'injerencia' de Esquerra Republicana (ERC), que ayer defendió en el Congreso una moción contra el proyecto, y afirmó que la Fundación Nueva Cultura del Agua 'tiene en sus manos las decisiones' del ministerio. Por su parte, la secretaria general del PP valenciano, Adela Pedrosa, acusó ayer al PSPV-PSOE de 'arrodillarse' ante ERC y de 'poner la zancadilla y no responder a las necesidades hídricas'. Por contra, la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, aseguró en Crevillent que 'no hay absolutamente ninguna duda' del apoyo del Gobierno al proyecto.
Ese apoyo al trasvase y la negativa a cuestionarlo, una postura en la que ha insistido el PSPV, impidió ayer que las negociaciones iniciadas el lunes entre el Grupo Socialista en el Congreso, ERC e Izquierda Unida (IU) terminaran en acuerdo. Los socialistas retiraron la enmienda que pretendían presentar con consenso a la moción de ERC, que al igual que IU, rechazó el texto por ambiguo y por no renunciar al trasvase. La diputada socialista Juana Serna subrayó en el pleno que el trasvase está hecho en un 30% y que las comarcas alicantinas sufren un grave déficit de agua que se busca paliar. El diputado de ERC Agustí Cerdà lamentó que el PSOE coincida en esta cuestión con el PP. Los dos partidos mayoritarios rechazaron la moción de ERC, que incorporó propuestas para una alternativa al trasvase de IU y de Convergència i Unió. Tampoco prosperó la petición del PP a favor del plan original
Narbona añadió que 'todo lo que se pueda derivar a través de esa obra se va a derivar y se harán todas las actuaciones complementarias que sean necesarias para atender la demanda en el Vinalopó'. La Comisión Europea, 'a la que se le aseguró que el Júcar-Vinalopó podía aportar 80 hectómetros cúbicos', también está analizando la nueva situación, dijo Narbona. Los estudios de la comisión que ha revisado el trasvase 'indican que en absoluto se puede contar con una cuantía de agua de ese volumen', que deberá ser completado con desalación, aguas depuradas y modernización de regadíos. Hace unas semanas, la ministra declaró en el Congreso que la obra se diseñó mal, pero que no es factible económicamente pararla.
Por su parte, el director general del Agua, Jaime Palop, precisó que 'lo más probable' es que la media anual del trasvase se sitúe entre los 40 y 50 hectómetros cúbicos, lo que no excluye que algún año sean menos o más, incluso 80 si se producen lluvias muy importantes. Para las cantidades medias que maneja Medio Ambiente -derivadas de los estudios de la comisión, que estableció una horquilla de 12 a 62 hectómetros- el caudal superficial del río es claramente insuficiente (ronda los 20 hectómetros, según diversos modelos analizados por la comisión), por lo que será necesario recurrir a aguas subterráneas (una reserva de unos 30 hectómetros), además de ganancias en reutilización y modernización de regadíos, mientras que la costa alicantina se cubrirá con desalación. El ministerio anunció ayer mismo que agilizará, por la vía de urgencia, los proyectos de desaladoras del Programa AGUA. Palop subrayó también que sin las actuaciones complementarias, si se satisfacen las necesidades ambientales del río y del parque natural de L'Albufera 'no habría garantía' para los usos agrícolas y de abastecimiento repartidos en el Júcar.
La postura del ministerio provocó la protesta del consejero de Infraestructuras, José Ramón García Antón, quien acusó a Narbona de alterar el proyecto original 'de forma unilateral, sin consenso' y exigió que 'deje de buscar excusas y acabe las obras del trasvase, cuyos últimos tramos llevan casi un año adjudicados y apenas se ha avanzado en su ejecución'. Precisamente ayer, la sociedad Aguas del Júcar, que ejecuta la obra, anunció que dentro de un mes llegarán a España las dos tuneladoras compradas en Alemania con un coste de 12 millones de euros, lo que supone 'un paso adelante muy importante'. García Antón acusó al ministerio de intentar transmitir 'que el trasvase no se puede realizar porque faltan obras de modernización de regadíos, algo totalmente falso', y aseguró que el Consell cumplirá con sus compromisos. El consejero criticó la 'injerencia' de Esquerra Republicana (ERC), que ayer defendió en el Congreso una moción contra el proyecto, y afirmó que la Fundación Nueva Cultura del Agua 'tiene en sus manos las decisiones' del ministerio. Por su parte, la secretaria general del PP valenciano, Adela Pedrosa, acusó ayer al PSPV-PSOE de 'arrodillarse' ante ERC y de 'poner la zancadilla y no responder a las necesidades hídricas'. Por contra, la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, aseguró en Crevillent que 'no hay absolutamente ninguna duda' del apoyo del Gobierno al proyecto.
Ese apoyo al trasvase y la negativa a cuestionarlo, una postura en la que ha insistido el PSPV, impidió ayer que las negociaciones iniciadas el lunes entre el Grupo Socialista en el Congreso, ERC e Izquierda Unida (IU) terminaran en acuerdo. Los socialistas retiraron la enmienda que pretendían presentar con consenso a la moción de ERC, que al igual que IU, rechazó el texto por ambiguo y por no renunciar al trasvase. La diputada socialista Juana Serna subrayó en el pleno que el trasvase está hecho en un 30% y que las comarcas alicantinas sufren un grave déficit de agua que se busca paliar. El diputado de ERC Agustí Cerdà lamentó que el PSOE coincida en esta cuestión con el PP. Los dos partidos mayoritarios rechazaron la moción de ERC, que incorporó propuestas para una alternativa al trasvase de IU y de Convergència i Unió. Tampoco prosperó la petición del PP a favor del plan original