El Ayuntamiento teme que un rápido deshielo cause inundaciones si no sigue el desembalse
Mar, 22/02/2005
El pantano de Ullíbarri estaba ayer al 89,7% de su capacidad y almacenaba 114,5 hectómetros cúbicos Alonso espera que la «lucha de intereses» en la gestión de los embalses no afecte a la seguridad A. MORAZA/VITORIA Las tres compuertas del pantano de Ullíbarri continuaron ayer desembalsando agua. / FOTOS: IOSU ONANDIA, BLANCA CASTILLO Y NURIA GONZÁLEZ EL TEMPORAL Temperaturas: Oscilaron ayer entre una mínima de -6,8 grados y una máxima de 2,5 grados, en el observatorio meteorológico de Foronda.
Precipitaciones: el domingo se recogieron 19 litros por metro cuadrado y ayer, 1,3 litros hasta las siete de la tarde
Previsiones para hoy: Persistirá la nieve y habrá heladas moderadas, con mínimas de hasta -8 grados.
Embalses: el conjunto de los pantanos de Álava se hallaba al mediodía de ayer al 81,55% de su capacidad y el de Ullíbarri, al 89,7%. «Aunque de momento la situación está estabilizada, no descartamos que haya inundaciones. Lo que más nos preocupa es la posibilidad de que, en cuanto remita el temporal, posiblemente a partir del miércoles, comience un deshielo rápido. Por ello, vamos a seguir presionando a la Confederación Hidrográfica del Ebro para que continúe el desembalse del pantano de Ullíbarri». El alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, resumía así el temor del Ayuntamiento a que ese organismo paralice el desagüe iniciado el sábado, tras haberse negado durante más de cinco días a abrir las compuertas de forma preventiva para evitar daños en la cuenca del Zadorra, sobre todo en el norte de la capital alavesa.
Alonso efectuó esas declaraciones al término de la reunión que mantuvo la mesa de crisis encargada de analizar minuto a minuto la inquietante situación de los pantanos en medio del temporal de nieve y frío que azota a Álava desde el domingo. El regidor popular anunció que, a las 12 del mediodía, Ullíbarri se hallaba al 89,7% de su capacidad y el agua embalsada -114,5 hectómetros cúbicos- alcanzaba ya una cota de 545,62 metros. «Ha bajado ocho centímetros desde la noche del domingo y se están desembalsando treinta metros cúbicos por segundo, dos menos de los que están entrando», agregó.
A esa misma hora, se estaban trasvasando al pantano de Urrúnaga, que se encontraba al 52% de su capacidad, 8 metros cúbicos de agua por segundo. Y desde allí, se turbinaban hacia Barazar 16 metros cúbicos por segundo para producir electricidad.
El conjunto de los embalses alaveses estaba al 81,55% de su capacidad y los datos recogidos en la estación de Abetxuko indicaban que el caudal del Zadorra, que llegó a alcanzar el domingo por la noche una cota máxima de 1,83 metros, había descendido a 1,14.
Aunque las cifras parecían indicar que la situación se había «estabilizado a la baja», Alonso no ocultaba su inquietud, teniendo en cuenta que los meteorólogos pronostican nevadas hasta mañana, con temperaturas mínimas de entre 4 y 8 grados bajo cero. El alcalde esperaba, no obstante, que la «lucha de intereses» que existe en la gestión de los pantanos no afectase a «la seguridad, que es la prioridad del Ayuntamiento».
«Bomba de relojería»
En toda la cuenca del Zadorra se compartía la preocupación municipal. Empresas como Cerámicas Apaolaza, que sufrió graves daños en las inundaciones de febrero 2003, preparaban dispositivos de emergencia ante el posible riesgo de riadas. «Si el deshielo es rápido y se desembalsa a 60 metros cúbicos por segundo, nos volveremos a anegar», apuntaba al mediodía Juan Manuel Ávalos, el gerente de la firma radicada en Asteguieta. «Es muy triste que tengamos una bomba de relojería en casa por los intereses políticos del Consorcio de Aguas de Bilbao y los económicos de Iberdrola», se lamentaba.
Entretanto, la nieve y el hielo complicaban el tráfico en las carreteras alavesas y dificultaban la movilidad de peatones y vehículos en Vitoria. El Ayuntamiento puso en marcha el domingo su plan invernal en el que participan entre 400 y 450 personas y unos 40 vehículos, que tratarán de limpiar las calles con ayuda de los vecinos
Precipitaciones: el domingo se recogieron 19 litros por metro cuadrado y ayer, 1,3 litros hasta las siete de la tarde
Previsiones para hoy: Persistirá la nieve y habrá heladas moderadas, con mínimas de hasta -8 grados.
Embalses: el conjunto de los pantanos de Álava se hallaba al mediodía de ayer al 81,55% de su capacidad y el de Ullíbarri, al 89,7%. «Aunque de momento la situación está estabilizada, no descartamos que haya inundaciones. Lo que más nos preocupa es la posibilidad de que, en cuanto remita el temporal, posiblemente a partir del miércoles, comience un deshielo rápido. Por ello, vamos a seguir presionando a la Confederación Hidrográfica del Ebro para que continúe el desembalse del pantano de Ullíbarri». El alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, resumía así el temor del Ayuntamiento a que ese organismo paralice el desagüe iniciado el sábado, tras haberse negado durante más de cinco días a abrir las compuertas de forma preventiva para evitar daños en la cuenca del Zadorra, sobre todo en el norte de la capital alavesa.
Alonso efectuó esas declaraciones al término de la reunión que mantuvo la mesa de crisis encargada de analizar minuto a minuto la inquietante situación de los pantanos en medio del temporal de nieve y frío que azota a Álava desde el domingo. El regidor popular anunció que, a las 12 del mediodía, Ullíbarri se hallaba al 89,7% de su capacidad y el agua embalsada -114,5 hectómetros cúbicos- alcanzaba ya una cota de 545,62 metros. «Ha bajado ocho centímetros desde la noche del domingo y se están desembalsando treinta metros cúbicos por segundo, dos menos de los que están entrando», agregó.
A esa misma hora, se estaban trasvasando al pantano de Urrúnaga, que se encontraba al 52% de su capacidad, 8 metros cúbicos de agua por segundo. Y desde allí, se turbinaban hacia Barazar 16 metros cúbicos por segundo para producir electricidad.
El conjunto de los embalses alaveses estaba al 81,55% de su capacidad y los datos recogidos en la estación de Abetxuko indicaban que el caudal del Zadorra, que llegó a alcanzar el domingo por la noche una cota máxima de 1,83 metros, había descendido a 1,14.
Aunque las cifras parecían indicar que la situación se había «estabilizado a la baja», Alonso no ocultaba su inquietud, teniendo en cuenta que los meteorólogos pronostican nevadas hasta mañana, con temperaturas mínimas de entre 4 y 8 grados bajo cero. El alcalde esperaba, no obstante, que la «lucha de intereses» que existe en la gestión de los pantanos no afectase a «la seguridad, que es la prioridad del Ayuntamiento».
«Bomba de relojería»
En toda la cuenca del Zadorra se compartía la preocupación municipal. Empresas como Cerámicas Apaolaza, que sufrió graves daños en las inundaciones de febrero 2003, preparaban dispositivos de emergencia ante el posible riesgo de riadas. «Si el deshielo es rápido y se desembalsa a 60 metros cúbicos por segundo, nos volveremos a anegar», apuntaba al mediodía Juan Manuel Ávalos, el gerente de la firma radicada en Asteguieta. «Es muy triste que tengamos una bomba de relojería en casa por los intereses políticos del Consorcio de Aguas de Bilbao y los económicos de Iberdrola», se lamentaba.
Entretanto, la nieve y el hielo complicaban el tráfico en las carreteras alavesas y dificultaban la movilidad de peatones y vehículos en Vitoria. El Ayuntamiento puso en marcha el domingo su plan invernal en el que participan entre 400 y 450 personas y unos 40 vehículos, que tratarán de limpiar las calles con ayuda de los vecinos