La cifra de muertos por las lluvias torrenciales en Pakistán supera ya los 400 y se eleva a 1.000 los desaparecidos

Mar, 15/02/2005

El mayor número de víctimas se concentra en las comarcas de Pasni y de Turbat tras la rotura de dos presas que no soportaron la presión del agua
Estrella Digital/Efe

Islamabad

La cifra de muertos por las lluvias
torrenciales, inundaciones y aludes de nieve en Pakistán supera ya
los 400, mientras los desaparecidos son más de 1.000 y decenas de
miles los afectados, según fuentes oficiales y medios de comunicación nacionales.

En las últimas 24 horas, según las autoridades de la provincia
suroccidental de Baluchistán, otras dos presas han reventado al no
poder soportar la presión del agua acumulada, una en la comarca de
Pasni y otra en la de Turbat.

En la comarca de Pasni, en la costa del mar Arábigo, la rotura de
una primera presa en el río Shadi el jueves pasado causó un enorme
número de víctimas.

El sábado, Mohamed Ilyas, uno de los responsables del Equipo de
Gestión de Crisis de Baluchistán, aseguró en Qüeta, la capital de la
provincia, que los equipos militares habían recuperado 135 cuerpos y
que unas 500 personas siguen desaparecidas en la zona de Pasni,
donde hay unos 25.000 afectados.

Según informó ayer el diario Dawn, las aguas de la presa de
Gawar Bagh, en la zona de Turbat, en el río Dasht, que fluye hacia
el suroeste y desemboca en el mar Arábigo junto a la frontera iraní,
arrasaron el sábado la población de Suntesar, donde se ha informado
de cientos de desaparecidos.

El Dawn, que no da cifras globales de muertos, desaparecidos y
afectados, señala que la riada ocasionada por las aguas del embalse
de Gawar Bagh también inundó otras seis localidades de la comarca,
con una población total de 3.000 habitantes, la mayoría de los
cuales fueron rescatados por personal militar.

En el centro de la provincia de Baluchistán, agrega el diario, el
río Hingol, que durante la mayor parte del año es un cauce seco,
también se ha desbordado y ha derribado centenares de viviendas en
sus orillas, mientras los habitantes de la zona se refugiaban en
lugares altos.

Por su parte, el periódico The News aseguraba ayer que los muertos
confirmados son ya 448, de ellos 200 causados por las riadas e
inundaciones en Baluchistán y 248 por las avalanchas de nieve en la
provincia Fronteriza Noroccidental y el territorio de Cachemira bajo
administración de Pakistán.

Además de las víctimas de la comarca de Pasni, el diario detalla
una larga serie de lugares en el norte y el suroeste donde se han
producido riadas, inundaciones y aludes con víctimas.

Cachemira

Sólo en el territorio de Cachemira, señala The News, 122
personas han muerto en diversas avalanchas caídas sobre poblados de
distintas comarcas de la región, de ellas al menos 46 durante la
noche del sábado y la madrugada del domingo.

Otras dos zonas gravemente afectadas por las nevadas son el valle
de Swat, 180 kilómetros al noroeste de Islamabad, y el valle de
Tirah, en la zona del paso del Khyber, cerca de la frontera afgana,
unos 200 kilómetros al oeste de Islamabad.

La emisora de televisión Geo informó ayer de que los muertos en
todo el país superan ya los 380 y los desaparecidos y desplazados
son decenas de miles.

Según esta emisora, que en distintas noticias ha ofrecido cifras
contradictorias, hay más de 200 muertos confirmados y 1.500
desaparecidos en Baluchistán.

En el norte del país, en la zona de Cachemira bajo administración
paquistaní y en la provincia Fronteriza Noroccidental, las fuertes
nevadas que caen desde hace más de una semana han provocado
acumulaciones y avalanchas de nieve que mantienen cortado el tráfico
en las carreteras y dificultan las labores de rescate y auxilio.

El presidente del país, general Pervez Musharraf, visitó el sábado la
región suroccidental de Baluchistán más afectada y aseguró que "el
Gobierno suministrará la máxima ayuda posible a los que han sufrido
las lluvias y las nevadas".

El gobernante anunció compensaciones para los familiares de las
víctimas y prometió que se aprobará un presupuesto especial de
asistencia y ayuda a la reconstrucción para los afectados.

Miles de policías, militares y voluntarios de servicios de
socorro, con el apoyo de vehículos terrestres, helicópteros,
embarcaciones y aviones de transporte, participan en las labores de
búsqueda y rescate de víctimas y en la operación de ayuda a la
población afectada en las diferentes zonas del país.