Alerta hidrológica por la falta de lluvias

Dom, 30/01/2005

La Vanguardia

- 'Buena es la nieve si a tiempo viene'; 'si hiela bien por enero, lloverá en febrero'. El refranero popular de los viejos almanaques invita al optimismo, pero la realidad es que la escasez de lluvia en España desde el pasado septiembre ha hecho descender las reservas de agua en los embalses a casi la mitad (hasta el 56,9% de su capacidad). Las autoridades han empezado a elaborar los planes de emergencia ante el riesgo de una posible sequía, aunque la esperanza mayor sigue siendo que llueva la próxima primavera. Es la mejor manera de alejar el indeseado fantasma de las restricciones de agua.
La escasez de precipitaciones en España ha sido especialmente acusada a partir de noviembre y se ha ido intensificando al inicio del invierno, hasta el punto de que enero puede ser uno de los meses más secos de los últimos años en muchas regiones.
Desde el mes de noviembre, numerosas zonas de la Península llevan acumulado sólo entre un 25% y un 50% de las precipitaciones normales para estos meses. En esta situación se encuentra el centro peninsular (mitad sur de Castilla y León, Madrid, Extremadura y norte de Castilla-La Mancha), amplias zonas de Andalucía y Catalunya, que tuvo el otoño más seco de los últimos 8 o 10 años. Las únicas zonas en las que se han medido valores normales son La Rioja, Navarra, Baleares y el norte de Alicante.
Aun así, los meteorólogos señalan que 'no podemos hablar de una sequía importante', según explica Antonio Mestre, jefe del Servicio de Aplicaciones Meteorológicas del Instituto Nacional de Meteorología. Mientras tanto, el Instituto Nacional de Meteorología (INM) considera que la nieve caída a causa de la ola de frío no paliará la sequía, porque las cantidades están siendo mínimas y, por tanto, hay una escasa equivalencia en agua. 'Estamos muy lejos del temporal de lluvias' que se necesitaría, dice Ángel Rivera, jefe del Servicio de Predicción del INM. En cualquier caso, serán bienvenidas las aportaciones que vengan del deshielo en las montañas en la próxima primavera. Además, por desgracia, no se vislumbran indicios de temporal de lluvias en los próximos días.
La escasez de lluvias ha ocasionado un paulatino descenso de las reservas de agua en los embalses que sirven para abastecimiento y riego. La situación es menos dramática de lo que podría resultar, pues el año 2003 y la primavera del 2004 permitieron tener bastante llena la despensa hidráulica. Aun así, el volumen total embalsado en España (30.520 hm3) es un 17% inferior al del año pasado por estas fechas y un 5% inferior a la media de los últimos diez años. De hecho, la mayor parte de las cuencas hidrográficas -sobre todo, las que tradicionalmente son deficitarias- está por debajo de la media del último decenio.
El director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, ha venido insistiendo en los últimos días en que 'la situación actual no es de alarma' y ha mostrado su confianza en que el periodo de escasez de lluvias entre octubre y enero se vea compensado con las lluvias de primavera y lo que queda de invierno. Palop ha querido enviar un mensaje de tranquilidad, ya que el agua almacenada actualmente garantiza el suministro y el desarrollo de la vida normal aunque no lloviese durante un año.
En Catalunya -donde el periodo entre septiembre y noviembre del 2004 ha sido el más seco de los últimos ocho o diez años-, los embalses que abastecen la región de Barcelona están a la mitad (al 54%) de su capacidad, mientras que hace un año estaban a tope y hubo que liberar el caudal que sobraba. 'Suerte que venimos de un periodo anterior que fue lluvioso', dice de forma expresiva Jordi Cuni-

UN INVIERNO SECO


El Instituto Nacional de Meteorología considera que la nieve caída estos días a causa de la ola de frío siberiano no paliará la sequía. La mayor esperanza es que llueva la próxima primavera

Las reservas de agua en los embalses han bajado hasta el 56% de su capacidad