MADRID-TORRELODONES Comienzan obras para depurar 100% aguas vierten en río Guadarrama

Jue, 13/01/2005

EFE

El Canal de Isabel II comenzará en los próximos días las obras necesarias para depurar todas las aguas residuales de Torrelodones y parte de Galapagar que hasta ahora vertían directamente al río Guadarrama a pesar de existir, desde hace dos años, una estación depuradora situada entre ambos pueblos.
Fuentes municipales han confirmado a Efe que la Comisión de Gobierno de Torrelodones concederá mañana la licencia de obras, último requisito que faltaba para desarrollar este proyecto que le costará al Canal de Isabel II 2.885.574 euros y que tiene un plazo de ejecución de dos años.
El propio Ayuntamiento torresano reconoce que la construcción de colectores pondrá fin a uno de los problemas medioambientales más graves de la localidad, cuya orografía dificultaba el cumplimiento de los plazos establecidos por la Unión Europea para depurar el 100 por cien de las aguas residuales.
El proyecto contempla la remodelación integral de la red de saneamientos del municipio, con una reforma completa de las estaciones elevadoras de aguas residuales existentes que incluye un aliviadero de aguas pluviales, un pozo de gruesos, un sistema de desbaste y un pozo de bombeo en cada una de ellas.
Según han reconocido fuentes del Canal de Isabel II, estos trabajos, junto a la remodelación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Torrelodones-Galapagar (EDAR), situada en el margen derecho del Guadarrama y receptora final de los vertidos, comenzará a funcionar a mayor rendimiento, ya que en la actualidad se encuentra muy por debajo de su capacidad.
La reforma conlleva, además, la instalación de nuevos colectores de impulsión y canalizaciones de los que se beneficiarán, sobre todo, las urbanizaciones de El Gasco, La Estación y Las Marías que reciben las aguas sucias del pueblo, parte de la colonia y de las propias urbanizaciones.
En el Ayuntamiento consideran que "la instalación de modernos sistemas, dotados con la más avanzada tecnología, permitirá una calidad de depuración compatible con el respeto a las normas medioambientales establecidas por las administraciones supramunicipales".
El planeamiento también ha tenido en cuenta la adecuación de las instalaciones al entorno, con un diseño arquitectónico funcional y ambientado en el paisaje y una selección de los materiales de construcción.
Si se cumplen los plazos previstos, en 2007 ambas localidades dejaran de ser las únicas de la cuenca madrileña del río Guadarrama que aun vierten parte de sus aguas fecales sin depurar.