EEUU-TEMPORAL (Previsión) La calma llega a California tras un temporal que deja 20 muertos
Mié, 12/01/2005
Aunque el temporal ha amainado, el saldo de víctimas mortales sigue en aumento en el sur de California, con un total de 20 muertos como consecuencia de las lluvias torrenciales que han inundado la zona en los últimos días.
A medida que pasan las horas, el número de muertos se incrementa y en las labores de rescate del peor de los desprendimientos de tierra en la costa californiana, se recuperan cadáveres en lugar de encontrar supervivientes.
Hasta el momento ha sido posible recuperar seis cadáveres en el pantano de lodo y vegetación en que ha quedado convertida la pequeña localidad residencial de La Conchita.
Situada al noroeste de Los Angeles, entre Ventura y Santa Bárbara, y mirando al océano Pacífico, esta pequeña comunidad parecía un lugar paradisiaco hasta que el pasado lunes las lluvias torrenciales registradas en el área saturaron el terreno, que se desplomó en una avalancha de tierra.
Desde ese momento, las labores de rescate han sido incesantes sin que en ningún momento se supiera a ciencia cierta el número de personas atrapadas.
El final de la tormenta que ha azotado durante los últimos quince días el sur de California facilitó dichas labores, aunque al menos trece personas permanecen todavía desaparecidas.
Entre ellas están los tres hijos de uno de los residentes, quien aseguró que había salido a comprar helado cuando vio desplomarse la montaña sobre su casa, a la que todavía no ha podido acceder por estar sepultada bajo el barro.
Según los equipos de rescate, las próximas 24 horas serán decisivas y se mantiene la esperanza de encontrar supervivientes bajo el lodo después de que se detectaran ciertos sonidos.
Historias de esperanza y desesperación que se han sucedido durante toda la jornada a medida que las nubes han vuelto a mostrar el cielo azul por el que se conoce esta parte de California.
Con el primer día de sol tras dos semanas de lluvias constantes e intensas, los equipos de bomberos y de policía han podido tener una visión más clara de los destrozos causados por este inusual frente de tormentas.
Entre las víctimas del temporal, un hombre apareció muerto en un árbol en el cañón de Topanga, una de las conexiones montañosas con la zona costera de Malibú.
Una joven de 18 años murió aplastada por un árbol y otra mujer de 35 fue arrastrada por el agua, mientras que una anciana de 79 años fue atropellada por su marido que no la vio debido al intenso chaparrón, informó la policía local.
Pero también ha habido historias con final feliz, como la del bebé que se escurrió de los brazos de su madre durante su rescate en un río pero que fue salvado por un bombero que se tiró al agua en su ayuda.
O la del padre que tras poner a sus hijas a salvo consiguió salir con vida del río que se llevaba su coche.
El agua caída durante estos quince días de tormentas en Los Angeles supera en un 40 por ciento el total que acostumbra a recibir la ciudad en todo el invierno, superando todos los récord de su historia.
Aunque aún se esperan algunos aguaceros que se convertirán en nieve en las montañas, el pronóstico del tiempo es de sol para el resto de la semana.
Pero las autoridades han advertido de posibles desprendimientos de tierras e incluso inundaciones en el área dada la saturación de un terreno habitualmente seco pero que ahora se ha convertido en una peligrosa esponja incapaz de absorber más agua
A medida que pasan las horas, el número de muertos se incrementa y en las labores de rescate del peor de los desprendimientos de tierra en la costa californiana, se recuperan cadáveres en lugar de encontrar supervivientes.
Hasta el momento ha sido posible recuperar seis cadáveres en el pantano de lodo y vegetación en que ha quedado convertida la pequeña localidad residencial de La Conchita.
Situada al noroeste de Los Angeles, entre Ventura y Santa Bárbara, y mirando al océano Pacífico, esta pequeña comunidad parecía un lugar paradisiaco hasta que el pasado lunes las lluvias torrenciales registradas en el área saturaron el terreno, que se desplomó en una avalancha de tierra.
Desde ese momento, las labores de rescate han sido incesantes sin que en ningún momento se supiera a ciencia cierta el número de personas atrapadas.
El final de la tormenta que ha azotado durante los últimos quince días el sur de California facilitó dichas labores, aunque al menos trece personas permanecen todavía desaparecidas.
Entre ellas están los tres hijos de uno de los residentes, quien aseguró que había salido a comprar helado cuando vio desplomarse la montaña sobre su casa, a la que todavía no ha podido acceder por estar sepultada bajo el barro.
Según los equipos de rescate, las próximas 24 horas serán decisivas y se mantiene la esperanza de encontrar supervivientes bajo el lodo después de que se detectaran ciertos sonidos.
Historias de esperanza y desesperación que se han sucedido durante toda la jornada a medida que las nubes han vuelto a mostrar el cielo azul por el que se conoce esta parte de California.
Con el primer día de sol tras dos semanas de lluvias constantes e intensas, los equipos de bomberos y de policía han podido tener una visión más clara de los destrozos causados por este inusual frente de tormentas.
Entre las víctimas del temporal, un hombre apareció muerto en un árbol en el cañón de Topanga, una de las conexiones montañosas con la zona costera de Malibú.
Una joven de 18 años murió aplastada por un árbol y otra mujer de 35 fue arrastrada por el agua, mientras que una anciana de 79 años fue atropellada por su marido que no la vio debido al intenso chaparrón, informó la policía local.
Pero también ha habido historias con final feliz, como la del bebé que se escurrió de los brazos de su madre durante su rescate en un río pero que fue salvado por un bombero que se tiró al agua en su ayuda.
O la del padre que tras poner a sus hijas a salvo consiguió salir con vida del río que se llevaba su coche.
El agua caída durante estos quince días de tormentas en Los Angeles supera en un 40 por ciento el total que acostumbra a recibir la ciudad en todo el invierno, superando todos los récord de su historia.
Aunque aún se esperan algunos aguaceros que se convertirán en nieve en las montañas, el pronóstico del tiempo es de sol para el resto de la semana.
Pero las autoridades han advertido de posibles desprendimientos de tierras e incluso inundaciones en el área dada la saturación de un terreno habitualmente seco pero que ahora se ha convertido en una peligrosa esponja incapaz de absorber más agua