La CHE aumenta el control sobre industrias contaminantes
Mié, 05/01/2005
La Confederación Hidrográfica del Ebro intensificará el control sobre las aguas subterráneas en Lleida y otros puntos de la cuenca para la detección de contaminación de origen industrial o urbano y contratará a una empresa externa para que elabore un plan de detección y seguimiento de las llamadas zonas sensibles.
El organismo de cuenca informó ayer de la licitación de la asistencia técnica para elaborar un proyecto para la localización de contaminación industrial en los ríos de la cuenca, para el que prevé una inversión de 306.500 euros y un plazo de actuación de dos años. Según fuentes de la administración hidráulica, este tipo de control se llevaba a cabo hasta ahora desde la propia Confederación y la contratación de un servicio externo se justifica por la intención de incrementar el número de análisis y también de contar con una red permanente de análisis del contenido del agua en las zonas con mayor riesgo. Estos trabajos, que comenzarán a efectuarse hacia el mes de abril, incidirán en las zonas urbanas e industriales y tendrán especial interés en puntos de los ríos de la cuenca cuya salubridad se ha cuestionado en los últimos meses, como el Ebro a la altura de Flix. Actualmente, la CHE dispone en Lleida de una red de 48 puntos de sondeo de aguas subterráneas en 37 municipios. Los trabajos de la adjudicataria consistirán en recopilar los casos documentados de contaminación y localizar y diagnosticar los nuevos incidentes, así como diseñar un plan de seguimiento. En este sentido, cabe recordar que la CHE ya instaló 16 pozos nuevos de detección de contaminantes en acuíferos, tanto de productos industriales como agrarios.
El organismo de cuenca informó ayer de la licitación de la asistencia técnica para elaborar un proyecto para la localización de contaminación industrial en los ríos de la cuenca, para el que prevé una inversión de 306.500 euros y un plazo de actuación de dos años. Según fuentes de la administración hidráulica, este tipo de control se llevaba a cabo hasta ahora desde la propia Confederación y la contratación de un servicio externo se justifica por la intención de incrementar el número de análisis y también de contar con una red permanente de análisis del contenido del agua en las zonas con mayor riesgo. Estos trabajos, que comenzarán a efectuarse hacia el mes de abril, incidirán en las zonas urbanas e industriales y tendrán especial interés en puntos de los ríos de la cuenca cuya salubridad se ha cuestionado en los últimos meses, como el Ebro a la altura de Flix. Actualmente, la CHE dispone en Lleida de una red de 48 puntos de sondeo de aguas subterráneas en 37 municipios. Los trabajos de la adjudicataria consistirán en recopilar los casos documentados de contaminación y localizar y diagnosticar los nuevos incidentes, así como diseñar un plan de seguimiento. En este sentido, cabe recordar que la CHE ya instaló 16 pozos nuevos de detección de contaminantes en acuíferos, tanto de productos industriales como agrarios.