La Conselleria de Agricultura quiere modernizar 14.000 hectáreas de regadío con 40 millones

Dom, 26/12/2004

Las Provincias

La subvención es del 50% y se prioriza la unión de parcelas en cultivo en común La subvención es del 50% y se prioriza la unión de parcelas en cultivo en común REDACCIÓN/VALENCIA
La Conselleria de Agricultura publicará en el Diario Oficial de la Generalitat una orden que regulará las ayudas, correspondientes a 2005, para las sociedades de regantes que proyecten obras con la finalidad de aumentar la eficacia y promover la utilización racional del agua en aprovechamientos hidráulicos y regadíos.

El presupuesto destinado por Agricultura para esta línea es de 40 millones de euros. Como la subvención es del 50%, su aplicación generará inversiones de 80 millones sobre unas 14.000 hectáreas.

El conseller Cotino se ha reunido esta semana con representantes de las organizaciones agrarias y principales comunidades de regantes y les ha explicado que, como principal novedad en esta línea de ayudas, “se dará prioridad en la adjudicación a aquellos proyectos presentados por los agricultores en los que se prevea la intención de llevar a cabo una gestión del cultivo en común.

De esta forma, además de contribuir a la consolidación y modernización de regadíos de la Comunidad Valenciana, desde la conselleria se fomentará el redimensionamiento de las explotaciones agrarias, gracias a la promoción de la constitución de explotaciones competitivas y de dimensiones agronómicas que garanticen su futura viabilidad. En este sentido, la conselleria dará preferencia a las obras a ejecutar por agrupaciones que unifiquen la gestión de sus caudales de agua y que impliquen una mayor superficie media de regadío servida desde cada toma de riego.

También se tendrá en cuenta, a la hora de priorizar, que se facilite la transformación a riego localizado en sectores completos y que las obras signifiquen reducciones de consumos o de pérdidas de agua.

Otro aspecto a tener en cuenta en las solicitudes será que contemplen la reutilización para el riego de aguas depuradas y supongan una mejor diponibilidad en el tiempo y la forma de los recursos hídricos.

En muchas sociedades de regantes hay ahora gran preocupación porque las malas campañas agrícolas (con el remate pésimo de la citrícola) han dejado a los agricultores sin ingresos ni moral para afrontar el pago de estas obras, cuya continuidad queda en entredicho.