Un nuevo tifón entra en Filipinas cuando todavía se contabilizan las víctimas y destrozos de Winnie
Vie, 03/12/2004
La Policía habla de 412 muertos, 63 heridos y 177 desaparecidos
España dona a Cruz Roja Filipinas ayuda humanitaria por valor de 66.000 euros
Estrella Digital/Efe
Madrid/Manila
Un nuevo tifón, de nombre "Nanmadol", entró ayer en Filipinas con vientos de 150 kilómetros por hora, mientras se intenta verificar tanto el número de personas muertas, heridas y desaparecidas que ha ocasionado la depresión tropical "Winnie", cuyo número depende de la fuente que se consulta, como la cuantía económica de los destrozos causados.
El último informe de la Policía incluye 412 muertos, 63 heridos y 177 desaparecidos; el Ejército habla de 399 muertos y 300 desaparecidos, y el Consejo Coordinador de Desastres Nacionales (NDCC) calcula 182 fallecidos y 45 desaparecidos.
Las dificultades para concretar datos estriban en el mal tiempo, las inundaciones y los cortes de carreteras, que dejaron incomunicadas a las principales provincias afectadas (Quezon, Rizal, Aurora, Bulacan, Nueva Ecija y Camarines del Norte), y en la falta de coordinación informativa entre los distintos cuerpos gubernamentales.
Pero la Administración afronta otros problemas más urgentes y graves que el hecho de que las cifras no cuadren.
Una de las viceministras de Bienestar Social, Celia Yangco, declaró a Efe que cada hora que pasa se convierte en un problema mayor tanto la necesidad de enterrar a los cadáveres como la carencia de ayuda humanitaria para atender a los afectados.
En este sentido, España donó a la Cruz Roja de Filipinas ayuda humanitaria por valor de 66.000 euros (87.747 dólares) para los miles de damnificados, según se anunció ayer. El NDCC tiene contabilizadas entre los damnificados, 37.418 familias o 168.214 personas.
La ayuda consiste en lonas, colchones, recipientes para almacenar aguar potable, arroz y medicinas, entre una lista de material de emergencia confeccionada por la Cruz Roja de España, que colaborará con la sección filipinas en su distribución.
La viceministra Yangco informó por su parte de 349 fallecidos (114 en Real, 100 en Infantas y 92 en Nakar, todas estas ciudades de Quezon y 43 en las demás provincias) y 150 desaparecidos.
Difíciles tareas de rescate
Funcionarios de Bienestar Social y de otros Ministerios, miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía colaboran sin embargo en las tareas de rescate y alojamiento de los damnificados.
Las cadenas de la televisión local divulgan imágenes de helicópteros militares socorriendo a familias enteras que estaban subidas a los tejados de sus casas en medio de un mar de agua y lodo.
Según la Policía, un helicóptero privado se estrelló en Nueva Ecija mientras intentaba una operación de rescate y sus tres ocupantes (el coronel Rey García, el periodista Sonny Casulla y el mecánico Andy Recania) tuvieron que ser rescatados por las Fuerzas Aéreas.
Entre las aldeas incomunicadas se encuentra Baler (Aurora), donde la inclemencia del tiempo y los deslizamientos de tierra destruyeron una iglesia, varios edificios oficiales y residencias privadas.
El azote de "Winnie" fue aún más duro en Real, donde el 90 por ciento de las residencias junto al mar quedaron destruidas, según la Policía, que calcula los daños materiales totales en al menos 440 millones de pesos (7,8 millones de dólares).
El Gobierno ha destinado de momento 7.648.534 pesos (135.852 dólares) en ayuda de urgencia, de acuerdo con la NDCC. Con todo a medio hacer o reparar, los esfuerzos de funcionarios y particulares se volverán a poner a prueba con "Nanmadol", que ya entró en el país
España dona a Cruz Roja Filipinas ayuda humanitaria por valor de 66.000 euros
Estrella Digital/Efe
Madrid/Manila
Un nuevo tifón, de nombre "Nanmadol", entró ayer en Filipinas con vientos de 150 kilómetros por hora, mientras se intenta verificar tanto el número de personas muertas, heridas y desaparecidas que ha ocasionado la depresión tropical "Winnie", cuyo número depende de la fuente que se consulta, como la cuantía económica de los destrozos causados.
El último informe de la Policía incluye 412 muertos, 63 heridos y 177 desaparecidos; el Ejército habla de 399 muertos y 300 desaparecidos, y el Consejo Coordinador de Desastres Nacionales (NDCC) calcula 182 fallecidos y 45 desaparecidos.
Las dificultades para concretar datos estriban en el mal tiempo, las inundaciones y los cortes de carreteras, que dejaron incomunicadas a las principales provincias afectadas (Quezon, Rizal, Aurora, Bulacan, Nueva Ecija y Camarines del Norte), y en la falta de coordinación informativa entre los distintos cuerpos gubernamentales.
Pero la Administración afronta otros problemas más urgentes y graves que el hecho de que las cifras no cuadren.
Una de las viceministras de Bienestar Social, Celia Yangco, declaró a Efe que cada hora que pasa se convierte en un problema mayor tanto la necesidad de enterrar a los cadáveres como la carencia de ayuda humanitaria para atender a los afectados.
En este sentido, España donó a la Cruz Roja de Filipinas ayuda humanitaria por valor de 66.000 euros (87.747 dólares) para los miles de damnificados, según se anunció ayer. El NDCC tiene contabilizadas entre los damnificados, 37.418 familias o 168.214 personas.
La ayuda consiste en lonas, colchones, recipientes para almacenar aguar potable, arroz y medicinas, entre una lista de material de emergencia confeccionada por la Cruz Roja de España, que colaborará con la sección filipinas en su distribución.
La viceministra Yangco informó por su parte de 349 fallecidos (114 en Real, 100 en Infantas y 92 en Nakar, todas estas ciudades de Quezon y 43 en las demás provincias) y 150 desaparecidos.
Difíciles tareas de rescate
Funcionarios de Bienestar Social y de otros Ministerios, miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía colaboran sin embargo en las tareas de rescate y alojamiento de los damnificados.
Las cadenas de la televisión local divulgan imágenes de helicópteros militares socorriendo a familias enteras que estaban subidas a los tejados de sus casas en medio de un mar de agua y lodo.
Según la Policía, un helicóptero privado se estrelló en Nueva Ecija mientras intentaba una operación de rescate y sus tres ocupantes (el coronel Rey García, el periodista Sonny Casulla y el mecánico Andy Recania) tuvieron que ser rescatados por las Fuerzas Aéreas.
Entre las aldeas incomunicadas se encuentra Baler (Aurora), donde la inclemencia del tiempo y los deslizamientos de tierra destruyeron una iglesia, varios edificios oficiales y residencias privadas.
El azote de "Winnie" fue aún más duro en Real, donde el 90 por ciento de las residencias junto al mar quedaron destruidas, según la Policía, que calcula los daños materiales totales en al menos 440 millones de pesos (7,8 millones de dólares).
El Gobierno ha destinado de momento 7.648.534 pesos (135.852 dólares) en ayuda de urgencia, de acuerdo con la NDCC. Con todo a medio hacer o reparar, los esfuerzos de funcionarios y particulares se volverán a poner a prueba con "Nanmadol", que ya entró en el país