Las minicentrales eléctricas dejan sin caudal ecológico 166 tramos en los ríos catalanes

Jue, 18/11/2004

La Vanguardia

MEDIO AMBIENTE

El abastecimiento de Barcelona deja sin caudal mínimo el tramo final del Llobregat uno de cada cuatro días en épocas secas


ANTONIO CERRILLO
barcelona. - Muchos tramos de ríos catalanes pierden su auténtica condición de ríos porque su sobreaprovechamiento deja bajo mínimo el caudal de mantenimiento, aquél que preserva un buen estado ecológico. La Agència Catalana de l'Aigua ha elaborado un estudio en el que ha detectado 190 puntos en los ríos con un caudal circulante tan escaso que no garantiza una adecuada conservación de los ecosistemas fluviales. De esos 190 tramos sin agua suficiente, 166 corresponden a zonas en donde la causa principal del impacto ambiental son las centrales minihidráulicas, que cogen el agua para la producción eléctrica.
Desde hace tiempo, se sabía que los ríos son objeto de una sobreexplotación a causa de las obras hidráulicas de derivación para producir electricidad, riego agrícola, los usos industriales o las necesidades de abastecimiento. Pero nunca como ahora se había documentado tan claramente de qué manera muchos ríos prácticamente se quedan 'secos' en determinadas zonas -lo que ha sido posible gracias a la minucioso inspección que ha acompañado los trabajos de la elaboración del plan de implantación de los caudales ecológicos-.
Los ríos sufren la derivación del agua hacia las minicentrales -en combinación con otros factores adicionales-, pero otros problemas son los canales de regadío (10) o los usos para de abastecimiento (1), industrial (1) o lúdico (1).
De los 190 tramos fluviales sin suficiente caudal, 130 se encuentran en las cuencas internas de Catalunya -ríos que nacen y mueren en esta comunidad-, 52 en el ámbito del Ebro y 8 en la cabecera catalana del Garona (Val d'Aran).
La situación más crítica se localiza en el alto Ter o en toda la cuenca del río Llobregat, en donde el 33% de los tramos sufren un impacto grave o crítico, calificativo éste último que engloba incluso a aquéllos en los 'se llega a dejar al río completamente seco'.
La gran presencia de minicentrales en los ríos lleva a situaciones delirantes, puesto que existen concesiones en el alto Ter para extraer hasta 20 metros cúbicos por segundo, cuando el río en esos tramos sólo lleva 4 o 5 metros cúbicos por segundo.
El problema se agrava porque también hay concesiones sin caducidad, mientras que otras expiran hacia el año 2060, puesto que en 1986 vieron prorrogado el aprovechamienteo 75 años más al entrar en vigor del reglamento de dominio público hidráulico
El Llobregat, por ejemplo, está sembrado de minicentrales eléctricas. En algunos de sus tramos (de La Baells a El Pont de Vilomara), del Ter (de Ripoll a Manlleu) o del Fluvià (de Olot a Besalú) se contabilizan hasta 2,5 minicentrales por kilómetros de río, 'lo que significa que el agua casi no pasa nunca por el río en estos tramos, sino que es devuelta y extraída de manera consecutiva' , señala el informe.
Una de las oportunidades que tiene la Agència Catalana de l'Aigua para preservar parte de este caudal y devolvérselo al río es aprovechar el momento en que el dueño de la concesión debe renovar el título o persigue un cambio de titularidad. Es el momento apropiado para reducir el volumen de la concesión y garantizar el caudal ecológico. Sin embargo, cuando la Administración decide cerrar el grifo, los titulares de la explotación suelen recurrir a los tribunales invocando el derecho histórico del afectado a disponer de ese agua.
Hasta ahora, los jueces han mantenido que la Administración tiene todo el derecho a dar prioridad al caudal de mantenimiento, porque los usos ambientales son los prioritarios en un río.
De la misma manera, existen problemas para mantener el caudal ecológico en épocas de sequía en zonas en las que el agua se necesita para abastecimiento y regadío. Este es el caso, por ejemplo, de un tramo de 60 kilómetros en el bajo Ter aguas abajo de la extracción del Pasteral y hasta el mar. En el bajo Ter, el fuerte ritmo de extracción de agua en el embalse de Pasteral hace que el caudal ecológico sólo se pueda garantizar en épocas húmedas, mientras que en las épocas más secas la mitad de los días no circula el caudal deseable.
Por ello, los autores de trabajo proponen compatibilizar la explotación de los embalses con las demandas agrícolas, aunque será necesario aceptar que el río debe llevar un menor caudal de mantenimiento en épocas de sequía.
En el caso del tramo final de 7 kilómetros del Llobregat desde Sant Joan Despi hasta el mar, la extracción de agua para abastecimiento de Barcelona provoca que, en período secos, el 25% de los días del año el caudal circulante sea inferior al de mantenimiento, aunque en épocas de lluvias la situación no presenta problemas