El río Esca recupera la calidad de sus aguas con depuradoras en Roncal y Garde
Jue, 04/11/2004
El río Esca está recuperando la calidad de sus aguas a través de las depuradoras de aguas residuales instaladas en Roncal y Garde. La planta de esta localidad es pionera en Navarra con su sistema depuración a través de humedales. El consejero Alberto Catalán vio ayer las instalaciones acompañado por los alcaldes de la dos poblaciones.
«Los vecinos me han llegado a decir que dan ganas de coger el agua al río», comentó ayer Javier Echandi, alcalde de Garde, ante la claridad del agua que sale al barranco de Gardalar después de pasar por la depuradora. El barranco acaba en el río Esca, que también ha visto mejorar sus aguas una vez pasado Roncal.
Agapito Boj se mostró satisfecho de las instalaciones que se han adecuado a escasos dos kilómetros del casco urbano. Las dos depuradoras, más la instalada por la fábrica de quesos Enaquesa hace dos años, han contribuido a que el río Esca mejore en calidad para la vida piscícola y para el baño, sobre todo en Burgui, una de las zonas controlada por la Unión Europea y que en estos últimos años no cumplía los parámetros para ser usada por bañistas. Ahora, los últimos controles de calidad de agua para baño superaron la prueba.
Javier Echandi expresó su deseo de que, a partir de ahora aumente también la población de trucha del río. «Antes teníamos la depuración mediante fosas y el agua salía más sucia», apuntó. Andrés Sola, director-gerente de NILSA confió en que el río Esca se recupere pronto. «La contaminación capta el oxígeno del agua y deja menos opción a las especies piscícolas, pero si hay menos contaminación, esas especies pueden vivir mejor, ya que buscan las zonas más oxigenadas. Los ríos son muy agradecidos y en el Esca se notará pronto. En ríos como el Larraun y el Arakil se notó enseguida», comentó.
En dos años, está prevista también la depuradora de Burgui, aguas abajo de la localidad, y que completará la depuración del Esca en su tramo navarro. Este afluente desemboca en el embalse de Yesa tras pasar por Salvatierra y Sigüés.
Filtro de arena y humedales
La planta de depuradora de Roncal cuenta con los decantadores habituales y con un filtro de arena que mejora todavía más la calidad del agua que vuelve al río y que supera las condiciones que demanda la Unión Europea, según Andrés Sola. Desde el colector, el agua llega al decantador y de ahí al lecho bacteriano, se quitan los fangos en el decantador secundario y después el agua pasa al filtro de arena. Roncal cuenta con una población de 363 habitantes, pero la depuradora tiene capacidad para un equivalente a 1.734 vecinos.
La planta de Garde es más especial por tratarse de una experiencia piloto. La instalación se encuentra 800 metros antes de la localidad de 202 habitantes. La depuradora de humedales, aclaró Andrés Sola, tiene aplicación en poblaciones pequeñas porque si no, se necesitarían grandes superficies para instalarlas.
Esta planta cuenta con un decantador en el que se separan los flotantes del agua y desde el que el líquido llega a tres humedales artificiales creados en piscinas cubiertas de grava. En estos humedales se han plantado carrizos (phragmite australis), plantas que se alimentan de la materia orgánica y que son las encargadas de depurar el agua antes de devolverla al río. Cada humedal tiene 500 metros cuadrados, lo que supone 1.500 m² en total. La planta de depuración tiene capacidad para un equivalente de 260 habitantes.
Las obras de las dos depuradoras han sido realizadas por la empresa Coyser, S.L. El presupuesto de la instalación de Roncal ha sido de 1.385.565, 35 euros (230,5 millones de pesetas) y el importe de la de Garde asciende a 355.695 euros (59,1 millones). Los trabajos han sido financiados en un 80% por el Gobierno de Navarra y en un 20% por el canon de saneamiento.
A la espera del nuevo plan de infraestructuras locales, cuyas obras comenzarán en 2005, según el consejero de Administración Local Alberto Catalán, los alcaldes de Roncal y Garde le expusieron algunas necesidades. Entre ellas, plantearon acabar la renovación de redes y calles en Roncal y arreglar el Ayuntamiento de Garde.
«Los vecinos me han llegado a decir que dan ganas de coger el agua al río», comentó ayer Javier Echandi, alcalde de Garde, ante la claridad del agua que sale al barranco de Gardalar después de pasar por la depuradora. El barranco acaba en el río Esca, que también ha visto mejorar sus aguas una vez pasado Roncal.
Agapito Boj se mostró satisfecho de las instalaciones que se han adecuado a escasos dos kilómetros del casco urbano. Las dos depuradoras, más la instalada por la fábrica de quesos Enaquesa hace dos años, han contribuido a que el río Esca mejore en calidad para la vida piscícola y para el baño, sobre todo en Burgui, una de las zonas controlada por la Unión Europea y que en estos últimos años no cumplía los parámetros para ser usada por bañistas. Ahora, los últimos controles de calidad de agua para baño superaron la prueba.
Javier Echandi expresó su deseo de que, a partir de ahora aumente también la población de trucha del río. «Antes teníamos la depuración mediante fosas y el agua salía más sucia», apuntó. Andrés Sola, director-gerente de NILSA confió en que el río Esca se recupere pronto. «La contaminación capta el oxígeno del agua y deja menos opción a las especies piscícolas, pero si hay menos contaminación, esas especies pueden vivir mejor, ya que buscan las zonas más oxigenadas. Los ríos son muy agradecidos y en el Esca se notará pronto. En ríos como el Larraun y el Arakil se notó enseguida», comentó.
En dos años, está prevista también la depuradora de Burgui, aguas abajo de la localidad, y que completará la depuración del Esca en su tramo navarro. Este afluente desemboca en el embalse de Yesa tras pasar por Salvatierra y Sigüés.
Filtro de arena y humedales
La planta de depuradora de Roncal cuenta con los decantadores habituales y con un filtro de arena que mejora todavía más la calidad del agua que vuelve al río y que supera las condiciones que demanda la Unión Europea, según Andrés Sola. Desde el colector, el agua llega al decantador y de ahí al lecho bacteriano, se quitan los fangos en el decantador secundario y después el agua pasa al filtro de arena. Roncal cuenta con una población de 363 habitantes, pero la depuradora tiene capacidad para un equivalente a 1.734 vecinos.
La planta de Garde es más especial por tratarse de una experiencia piloto. La instalación se encuentra 800 metros antes de la localidad de 202 habitantes. La depuradora de humedales, aclaró Andrés Sola, tiene aplicación en poblaciones pequeñas porque si no, se necesitarían grandes superficies para instalarlas.
Esta planta cuenta con un decantador en el que se separan los flotantes del agua y desde el que el líquido llega a tres humedales artificiales creados en piscinas cubiertas de grava. En estos humedales se han plantado carrizos (phragmite australis), plantas que se alimentan de la materia orgánica y que son las encargadas de depurar el agua antes de devolverla al río. Cada humedal tiene 500 metros cuadrados, lo que supone 1.500 m² en total. La planta de depuración tiene capacidad para un equivalente de 260 habitantes.
Las obras de las dos depuradoras han sido realizadas por la empresa Coyser, S.L. El presupuesto de la instalación de Roncal ha sido de 1.385.565, 35 euros (230,5 millones de pesetas) y el importe de la de Garde asciende a 355.695 euros (59,1 millones). Los trabajos han sido financiados en un 80% por el Gobierno de Navarra y en un 20% por el canon de saneamiento.
A la espera del nuevo plan de infraestructuras locales, cuyas obras comenzarán en 2005, según el consejero de Administración Local Alberto Catalán, los alcaldes de Roncal y Garde le expusieron algunas necesidades. Entre ellas, plantearon acabar la renovación de redes y calles en Roncal y arreglar el Ayuntamiento de Garde.