WWF lanza el informe Planeta Vivo 2004

Jue, 21/10/2004

El Informe Planeta Vivo 2004 es el quinto de una serie de publicaciones Planeta Vivo, que analiza el impacto del ser humano sobre este planeta finito. El análisis, puesto de relieve en este informe, forma parte de nuestra contribución a la medición del progreso del mundo hacia el desarrollo sostenible y la conservación de la biodiversidad. Se basa en dos indicadores claves. El primero, el Índice Planeta Vivo (IPV) que mide las tendencias generales de la población de especies salvajes en todo el mundo. Examina la riqueza natural de especies vertebradas del planeta en el tiempo y, como tal, ofrece un indicador del estado del medioambiente natural del mundo. El segundo, la Huella Ecológica, es una medida de la sostenibilidad medioambiental y sopesa la demanda pasada y presente de la humanidad sobre los recursos naturales renovables de la Tierra. Creemos que estos dos indicadores nos proporcionan información vital sobre el estado de los ecosistemas del mundo y las presiones humanas que les afectan.
El hombre está saqueando el planeta a un ritmo que supera su capacidad de regeneración, según un estudio de WWF/Adena. El Informe Planeta Vivo 2004 muestra que los seres humanos consumen un 20% más de recursos naturales de los que la Tierra puede producir y que las poblaciones de especies vertebradas terrestres, marinas y de agua dulce han disminuido una media del 40% entre 1970 y 2000. Los españoles consumimos el 200% del capital natural del que disponemos, es decir, necesitamos un total de tres países como el nuestro para soportar nuestra demanda de recursos




El Informe, lanzado hoy simultáneamente en las oficinas de WWF/Adena de todo el mundo, muestra entre sus conclusiones que la salud del planeta empeora a gran velocidad debido a nuestro consumo creciente de recursos naturales. Uno de los indicadores, el Índice Planeta Vivo, determina las tendencias poblacionales de más de mil especies y revela que, desde 1970 a 2000, las poblaciones de especies terrestres y marinas han descendido un 30%, mientras que las de agua dulce han sufrido una caída espectacular del 50%. WWF/Adena cree que esto es consecuencia directa de la creciente demanda de alimentos, fibra, madera, energía y agua.




Otros datos confirman la tendencia que WWF/Adena ha señalado en anteriores informes Planeta Vivo. Nuestra “huella ecológica”, es decir, el impacto de la humanidad sobre la Tierra, se ha incrementado dos veces y media desde 1961. El informe de 2004 muestra que la huella media es 2,2 hectáreas globales por persona, mientras que sólo hay 1,8 hectáreas globales de terreno disponible para proporcionar recursos naturales a cada habitante del planeta. Este dato se ha obtenido dividiendo los 11.300 millones de hectáreas de terreno productivo y espacio marino entre los 6.100 millones de personas.




Asimismo, nuestra huella energética resulta muy alarmante, debido sobre todo al uso de combustibles fósiles como el carbón, gas y petróleo. Este es el parámetro que más rápidamente ha crecido de la huella ecológica, aumentando cerca de un 700% entre 1961 y 2001. WWF/Adena destaca que la sobreexplotación de estos combustibles está poniendo a toda la humanidad bajo la amenaza del cambio climático. Además, WWF/Adena considera de vital importancia que los gobiernos, la industria y la opinión pública cambien a energías renovables y promuevan tecnologías, edificios y sistemas de transporte eficientes energéticamente.




El informe muestra también que la población de Occidente consume recursos a un nivel extremadamente insostenible. La “huella” de un norteamericano medio no solamente es el doble que la de un europeo, sino siete veces mayor que la de un asiático o africano medio. El documento advierte que la presión sobre los recursos de la Tierra seguirá creciendo conforme estas regiones vayan desarrollándose y consumiendo más. En el caso de España, sus habitantes consumimos actualmente el 200% del capital natural del que disponemos, es decir, necesitamos un total de tres países como el nuestro para soportar nuestra demanda de recursos.




“Estamos contrayendo una deuda ecológica que no podremos asumir a menos que los gobiernos restauren el equilibrio entre nuestro consumo de recursos naturales y la capacidad de la Tierra de renovarlos.”, declaró Claude Martin, Director General de WWF/Adena Internacional.




Artículo: Carlos G. Vallecillo

cvallecillo@wwf.es