Boadilla soporta un vertido de aguas fecales desde hace tres años
Vie, 22/10/2004
Las obras de la autovía M-50 han dejado tras de sí varios colectores rotos en Boadilla del Monte. Las aguas fecales salen al exterior por tres tubos en la confluencia de la avenida de Valdepastores con la M-50, y de ahí pasan al cauce del arroyo de los Pastores. Los vecinos soportan esta situación desde hace más de tres años, cuando las máquinas que construían la carretera los rompieron.
El Ayuntamiento exige a la empresa concesionaria, Accesos de Madrid, que arregle los saneamientos. No lo ha hecho. Y la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) abrió en mayo pasado un expediente sancionador al Ayuntamiento por estos vertidos.
El tramo de la M-50 que pasa por el término municipal de Boadilla del Monte funciona a la perfección desde que fue inaugurado en febrero pasado. Pero no ocurre lo mismo con el entorno afectado por las obras, según denuncian vecinos y Ayuntamiento. Al iniciar la excavación del hueco para abrir paso a la M-50, las máquinas toparon con los colectores de varias urbanizaciones ubicadas en la zona este de Valdepastores, donde residen unos 1.500 vecinos.
Se produjo la rotura, hasta ahora sin solución. La carretera se acabó, se abrió a la circulación, pero las aguas fecales continúan fluyendo sin control para acabar en el arroyo Los Pastores. 'Que alguien me explique cómo es posible que las tuberías sigan vertiendo toda esa porquería a nuestro lado', denuncia un vecino.
La solución que se baraja pasa por que el Canal de Isabel II construya unos colectores que desemboquen en la depuradora de Boadilla del Monte. Un portavoz de este organismo indica que la construcción de la infraestructura podría empezar en seis meses.
De momento, la Confederación Hidrográfica del Tajo, responsable del estado de los ríos, cursó una denuncia el pasado 7 de mayo al Ayuntamiento por los vertidos de aguas residuales sin depurar al cauce del arroyo Los Pastores. Se abrió un expediente sancionador que se encuentra en trámite de resolución. La denuncia de la CHT indica que los vertidos se producen en ambos márgenes del arroyo. Por este motivo el Ayuntamiento podría ser sancionado con una multa de 6.000 euros.
Cuando se destrozaron los colectores, Accesos de Madrid enterró unos 200 metros de arroyo para salvar la M-50, y dirigió las aguas sucias directamente al cauce de Los Pastores (afluente del arroyo de la Vega, que, a su vez, desemboca en el río Guadarrama), que discurre pegado a la urbanización Casasblancas. 'Lo dejamos como lo encontramos. Toda la suciedad iba a este arroyo antes de producirse la rotura', aseguran desde la empresa. Los vecinos discrepan, y aseguran que indican que este agua llegaba a una pequeña depuradora situada en la urbanización Casasblancas.
El Ayuntamiento, por su parte, culpa de la situación a la empresa concesionaria, Accesos de Madrid, y al Ministerio de Fomento. El alcalde, Arturo González, del PP, dice que la empresa encargada de las obras ha ralentizado los trabajos hasta su casi paralización. 'Todo después de que han obtenido la concesión para explotar las carreteras de peaje R-3 y R-5', afirma.
Competencia
González mantiene también que 'es competencia de Fomento ocuparse de acelerar estos arreglos'. Fomento, por su parte, indica que el acondicionamiento de la M-50 está acabado y que la concesionaria está llevando a cabo las actuaciones concertadas en el proyecto.
El alcalde denuncia que a día de hoy, además de los saneamientos, quedan por completar trabajos de cubrimiento e insonorización como la colocación de una valla que separe la autovía de la urbanización Valdepastores. 'Además', continúa González, 'hay vallas rotas por donde se pueden colar niños, no se han repuesto árboles, y tampoco se ha abierto uno de los puentes para cruzar la M-50 a la altura de Residencial Siglo XXI'.
Pero la empresa concesionaria, Accesos de Madrid, sostiene que ellos cumplen a rajatabla el proyecto. 'No podemos hacer lo que queremos. Y, por supuesto, Fomento nos supervisa', explica un portavoz de la empresa
El Ayuntamiento exige a la empresa concesionaria, Accesos de Madrid, que arregle los saneamientos. No lo ha hecho. Y la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) abrió en mayo pasado un expediente sancionador al Ayuntamiento por estos vertidos.
El tramo de la M-50 que pasa por el término municipal de Boadilla del Monte funciona a la perfección desde que fue inaugurado en febrero pasado. Pero no ocurre lo mismo con el entorno afectado por las obras, según denuncian vecinos y Ayuntamiento. Al iniciar la excavación del hueco para abrir paso a la M-50, las máquinas toparon con los colectores de varias urbanizaciones ubicadas en la zona este de Valdepastores, donde residen unos 1.500 vecinos.
Se produjo la rotura, hasta ahora sin solución. La carretera se acabó, se abrió a la circulación, pero las aguas fecales continúan fluyendo sin control para acabar en el arroyo Los Pastores. 'Que alguien me explique cómo es posible que las tuberías sigan vertiendo toda esa porquería a nuestro lado', denuncia un vecino.
La solución que se baraja pasa por que el Canal de Isabel II construya unos colectores que desemboquen en la depuradora de Boadilla del Monte. Un portavoz de este organismo indica que la construcción de la infraestructura podría empezar en seis meses.
De momento, la Confederación Hidrográfica del Tajo, responsable del estado de los ríos, cursó una denuncia el pasado 7 de mayo al Ayuntamiento por los vertidos de aguas residuales sin depurar al cauce del arroyo Los Pastores. Se abrió un expediente sancionador que se encuentra en trámite de resolución. La denuncia de la CHT indica que los vertidos se producen en ambos márgenes del arroyo. Por este motivo el Ayuntamiento podría ser sancionado con una multa de 6.000 euros.
Cuando se destrozaron los colectores, Accesos de Madrid enterró unos 200 metros de arroyo para salvar la M-50, y dirigió las aguas sucias directamente al cauce de Los Pastores (afluente del arroyo de la Vega, que, a su vez, desemboca en el río Guadarrama), que discurre pegado a la urbanización Casasblancas. 'Lo dejamos como lo encontramos. Toda la suciedad iba a este arroyo antes de producirse la rotura', aseguran desde la empresa. Los vecinos discrepan, y aseguran que indican que este agua llegaba a una pequeña depuradora situada en la urbanización Casasblancas.
El Ayuntamiento, por su parte, culpa de la situación a la empresa concesionaria, Accesos de Madrid, y al Ministerio de Fomento. El alcalde, Arturo González, del PP, dice que la empresa encargada de las obras ha ralentizado los trabajos hasta su casi paralización. 'Todo después de que han obtenido la concesión para explotar las carreteras de peaje R-3 y R-5', afirma.
Competencia
González mantiene también que 'es competencia de Fomento ocuparse de acelerar estos arreglos'. Fomento, por su parte, indica que el acondicionamiento de la M-50 está acabado y que la concesionaria está llevando a cabo las actuaciones concertadas en el proyecto.
El alcalde denuncia que a día de hoy, además de los saneamientos, quedan por completar trabajos de cubrimiento e insonorización como la colocación de una valla que separe la autovía de la urbanización Valdepastores. 'Además', continúa González, 'hay vallas rotas por donde se pueden colar niños, no se han repuesto árboles, y tampoco se ha abierto uno de los puentes para cruzar la M-50 a la altura de Residencial Siglo XXI'.
Pero la empresa concesionaria, Accesos de Madrid, sostiene que ellos cumplen a rajatabla el proyecto. 'No podemos hacer lo que queremos. Y, por supuesto, Fomento nos supervisa', explica un portavoz de la empresa