La modernización de 80.000 hectáreas de viejos riegos requiere 550 millones
Lun, 18/10/2004
Las ayudas a fondo perdido del Feoga para este programa finalizan en el año 2006 Más de 82.000 hectáreas de viejos regadíos de la provincia de León iniciaron entre 1999 y 2004 los trámites para su modernización pero hasta ahora, sólo una, la de Villameca, se ha acogido al programa del Plan Nacional de Regadíos para renovar sus acequias. La inversión estimada para las 14 comunidades (42.000 propietarios) incluidas en el programa de modernización del Plan Nacional de Regadíos es de casi 550 millones de euros -6.600 euros por hectárea- de los cuales los regantes tienen que desembolsar directamente el 24%. De perder esta ocasión, se puede dar la paradoja de que los nuevos regadíos del canal alto de Payuelos -20.000 hectáreas en marcha de las 27.000 previstas- y de la margen izquierda del Porma -7.500 hectáreas- pasen del secano a la última tecnología del agua, el riego a la demanda por ordenador, mientras que las zonas tradicionales se quedarían con sistemas de riego milenarios. Hasta el momento, tan sólo la margen izquierda del Porma, creada en 1981, se ha lanzado a dar el salto tecnológico del riego «por el pie» al sistema más avanzado, el riego a la carta, con el agua dosificada y repartida desde un ordenador, previa transformación de las conducciones de cemento en un engranaje de tuberías y equipos de bombeo que permitirá llevar a las fincas el agua a presión. Esta comunidad pretende transformar las 10.800 hectáreas de cuatro sectores para equipararlas a los nuevos regadíos que se extienden desde Valencia de Don Juan hasta Campazas y Villafer, actualmente en construcción. La inversión para renovar los cuatro primeros sectores es de 71 millones de euros y la comunidad, que preside Matías Llorente, negocia el aval bancario para garantizar los 17 millones de euros que tienen que anticipar los 4.365 regantes afectados. Curiosamente, la margen izquierda del Porma es la única que no tiene la declaración firme de área de interés general, aunque está incluida dentro de la Ley de Presupuestos Generales del Estado 2005. La modernización de otras 72.000 hectáreas de tierras de regadío de la provincia de León, aprobada a petición de las comunidades de regentes entre 1999 y 2002, está paralizada a pesar de que, de los 480 millones de euros de inversión prevista, hay ayudas a fondo perdido para el 44% (Junta y Feoga) y unas condiciones de financiación a 50 años del 36,8%, que aporta la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa). León va con retraso Las ayudas del fondo europeo de orientación y garantía agrícola (Feoga) para el Plan Nacional de Regadíos concluyen en el 2006 y las obras tienen que terminarse en el horizonte del 2008. «A pesar de que la oferta es tan favorable, en León hay un cierto retraso de las comunidades de regantes en acogerse a estos beneficios», reconoce el nuevo presidente de Seiasa del Norte, el leonés Graciliano Palomo. Hasta el momento son 20 las comunidades de regantes de Castilla y León las que se han sumado al programa de consolidación y modernización de los regadíos. Sólo una, la de Villameca, es de la provincia de León, aunque no se ha integrado en las nuevas tecnologías del riego. Los regantes de Virgen del Aviso (Zamora), Vegas del Almar (Salamanca) y Macías Picabea (Valladolid) son las tres experiencias más avanzadas de modernización de regadíos en Castilla y León. «La acogida más favorable se ha dado entre los regantes de Salamanca y Valladolid porque allí saben lo que es pagar por el agua y tener poca, mientras que en León y Palencia el agua es abundante y casi gratis», precisa el responsable de la empresa pública en la zona norte. Su objetivo al frente de Seiasa es, reconoció, «incorporar el mayor número posible de hectáreas a este programa porque son las que tendrán futuro en la agricultura del mañana». Espera que en el área norte se movilicen un mínimo de 65.000 hectáreas que «junto con los nuevos regadíos tienen que conformar el núcleo duro de la agricultura del futuro, sean cuales sean las modificaciones de la Política Agraria Común y las opciones de cultivo que se vayan produciendo», agregó Palomo. La Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias tiene dispuestos 179 millones de euros para la financiación de estos proyectos, que «deberían de movilizar el triple en inversión». El pago y el disfrute La comunidad de regantes más antigua de León, la Presa Cerrajera, reconoce que uno de los problemas para arriesgarse a impulsar el plan es la actual distribución de la tierra. Las fincas pertenecen mayoritariamente a agricultores jubilados, mientras que su labranza está en manos de arrendatarios. «Se produce la dicotomía entre el que lo paga y el que lo va a disfrutar; pero si no se arriesga uno, ¿qué pasará en el futuro?», reflexiona Juan Francisco Sánchez Martínez, secretario de esta comunidad constituida en 1924, que administra una presa de tierra que data del siglo XIV. Esta presa de 30 kilómetros es una de las más antiguas de la provincia de León y tomaba el agua directamente del río Órbigo en Villanueva de Carrizo, hasta que en 1952 se empezó a beneficiar de las aguas de Barrios de Luna. Para regar, se divide la presa en dos partes y hacen turnos por semanas alternativas. «Mi objetivo es incorporar el mayor número posible de hectáreas al programa de modernización de regadíos porque son las que tendrán futuro»
GRACILIANO PALOMO, presidente de Seiasa del Norte
GRACILIANO PALOMO, presidente de Seiasa del Norte