Expertos alertan de la necesidad de actuar por los residuos en el Ebro
Sáb, 16/10/2004
Expertos en contaminación acuática han alertado sobre la necesidad de emprender actuaciones a corto plazo respecto a los residuos altamente tóxicos hallados en el embalse de Flix (Tarragona) y en el río Ebro, aunque advirtieron también de la situación de algunos tramos de ríos como el Besòs.
BARCELONA. Expertos en contaminación acuática volvieron a alertar ayer sobre la necesidad de emprender actuaciones a corto plazo respecto a los residuos altamente tóxicos hallados en el embalse de Flix (Tarragona) y en el río Ebro, aunque advirtieron también de la situación de algunos tramos de ríos como el Besòs. En una conferencia sobre los compuestos orgánicos persistentes y otros contaminantes en los sistemas acuáticos, llevada a cabo en la Universitat Politècnica de Catalunya, miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) como Joan Grimalt y Albert Palanques destacaron que la principal preocupación en este ámbito continúa siendo el embase de Flix.
Un estudio elaborado por el CSIC y la Universitat Autònoma de Barcelona por encargo de la Generalitat, ya alertó hace unos meses de que entre 200.000 y 300.000 toneladas de residuos altamente tóxicos procedentes de la empresa Erkimia se acumulaban en el río Ebro, entre las poblaciones de Riba-roja y Flix. Pese a que los sedimentos están ahí desde hace alrededor de 30 años sin cambios detectables, los expertos del CSIC subrayan que no siempre se mantendrán estabilizados.
Por otra parte, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha elaborado un informe sobre el resto de la red fluvial catalana, que detecta problemas de contaminación en el Besòs y el Congost. En opinión de Joan Grimalt, el principal problema de ríos como el Besòs es su escaso caudal, ya que en época estival el único agua que recibe es la tratada por las depuradoras.
Por el contrario, los lagos de alta montaña muestran, en conjunto, los mismos niveles de compuesto de origen atmosférico de otros lagos europeos, y sus parámetros de contaminantes son mucho más bajos que los observados en la red fluvial catalana.
Un estudio elaborado por el CSIC y la Universitat Autònoma de Barcelona por encargo de la Generalitat, ya alertó hace unos meses de que entre 200.000 y 300.000 toneladas de residuos altamente tóxicos procedentes de la empresa Erkimia se acumulaban en el río Ebro, entre las poblaciones de Riba-roja y Flix. Pese a que los sedimentos están ahí desde hace alrededor de 30 años sin cambios detectables, los expertos del CSIC subrayan que no siempre se mantendrán estabilizados.
Por otra parte, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha elaborado un informe sobre el resto de la red fluvial catalana, que detecta problemas de contaminación en el Besòs y el Congost. En opinión de Joan Grimalt, el principal problema de ríos como el Besòs es su escaso caudal, ya que en época estival el único agua que recibe es la tratada por las depuradoras.
Por el contrario, los lagos de alta montaña muestran, en conjunto, los mismos niveles de compuesto de origen atmosférico de otros lagos europeos, y sus parámetros de contaminantes son mucho más bajos que los observados en la red fluvial catalana.