La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) considera que la agricultura conquense podría abrirse a nuevas posibilidades y dar un giro para aumentar la rentabilidad de sus explotaciones si el agua del trasvase Tajo-Segura se quedara en la provincia de Cuenca.
Según explicó a Europa Press el técnico de ASAJA, Manuel Torrero, "limitándonos a lo que actualmente tenemos, con un apoyo de riego en los meses de sequía aumentaría la producción del olivar y del girasol" y, además, se abriría una puerta a las explotaciones ganaderas que podrían cultivar variedades como la alfalfa y otros cultivos cara a la alimentación animal, con la consiguiente reducción de los costes.
Otras alternativas, indicó, pasan por plantar algún tipo de frutal que se adapte al clima conquense como el manzano o el peral o algún tipo de cultivo protegido de invernadero, así como el aumento de la superficie dedicada al mimbre que pasa por un mal momento.
A pocas horas de la manifestación contra el trasvase que se celebrará en El Picazo, desde la organización agraria aseguran que si el agua que actualmente ven pasar de largo varios municipios se pudiera aprovechar, el cambio en la agricultura de secano podría ser notable.
Por eso, Torrero espera que la manifestación del viernes tenga efecto, ya que está en juego la defensa del futuro del sector agrario de la provincia de Cuenca, señalando que "ahora es el momento para empezar a reivindicar el aprovechamiento del agua, un recurso fundamental y más en esta provincia donde el agricultor la está viendo pasar por su explotación".
El técnico de ASAJA confirmó que la organización agraria trabaja en estos momentos en la línea de la agricultura de conservación. Se trata de aprovechar los recursos hídricos disponibles a lo largo de un año agrícola y reducir los costes con el empleo de maquinaria adecuada, a fin de paliar las pérdidas por la subida del gasóleo, dijo. Es, concluyó, un tipo de agricultura más orientada a la conservación del suelo empleando técnicas específicas para optimizar los recursos.