Medio Ambiente estudia recortar más del 50% el caudal del Júcar-Vinalopó
Mié, 13/10/2004
El Ministerio justifica la medida por la necesidad de adaptar el proyecto a las exigencias de la UE para seguir enviando las ayudas económicas
El Ministerio de Medio Ambiente estudia reducir a menos del 50% los 80 hectómetros cúbicos de caudal anual que están previstos en el trasvase Júcar-Vinalopó, cuya conducción se encuentra en construcción desde finales de 2002 y cuyas obras ya han recibido las primeras ayudas por parte de la UE. Según ha podido confirmar este diario de fuentes próximas al departamento que dirige Cristina Narbona, esa reducción se perfila como la alternativa del ministerio y la Confederación Hidrográfica del Júcar al proyecto inicial, con el fin de hacerlo compatible con los requisitos exigidos por la UE para garantizar nuevas ayudas y, también, para preservar el caudal ecológico del Júcar y la supervivencia de la Albufera de Valencia.
A diferencia de lo ocurrido con la derogación del trasvase del Ebro, Medio Ambiente no se plantea cancelar el Júcar-Vinalopó, pero conjuntamente con la Confederación del Júcar trabaja en una alternativa al proyecto inicial con el que fue aprobado en el marco del plan de cuenca, de forma que se evite el impacto ambiental que previsiblemente generaría una transferencia anual de 80 hm 3 en el río Júcar. Además de reducir el caudal a trasvasar a menos de la mitad sobre el volumen previsto en un principio, el ministerio estudia cambios en la infraestructura, como realizar la toma de caudal aguas abajo del azud de Antella. El objetivo de estos cambios es elaborar una nueva planificación de la infraestructura, de acuerdo con el nuevo planteamiento para el trasvase, que la actual administración central heredó de la anterior con las obras ya en ejecución.
Mínimo imprescindible
Sin embargo, ese caudal anual de 80 hm 3 se considera el mínimo imprescindible para satisfacer sus necesidades en las comarcas del Vinalopó, l´Alacantí y la Marina Baixa, beneficiarias del trasvase. De los 80 hm 3 previstos en el proyecto inicial, 35 se planificaron como abastecimiento para la población de dichas comarcas y los otros 45 hm 3 restantes para regar unas 40.000 hectáreas que gestiona la Junta Central de Usuarios del Vinalopó.
La Generalitat, que en los últimos días ha tenido indirectamente constancia de esta alternativa que maneja el Ministerio de Medio Ambiente, se opondrá a cualquier reducción del caudal a trasvasar desde el Júcar al Vinalopó, según pudo confirmar ayer este diario en medios del gobierno autonómico.
Tanto la UE como el Banco Europeo de Inversiones -BEI- que financia las ayudas europeas, están pendientes a fecha de hoy de que la Administración Española presente varios informes sobre la viabilidad ambiental del trasvase, entre ellos el relativo a las garantías de supervivencia de la Albufera de Valencia. La propia Confederación del Júcar trabaja actualmente en la elaboración de dichos informes. La conducción del trasvase, según el proyecto inicial, consta de siete tramos, de los que seis ya tienen adjudicadas las obras, entre ellos los tres que conforman el sector central de la infraestructura.
El Ministerio de Medio Ambiente estudia reducir a menos del 50% los 80 hectómetros cúbicos de caudal anual que están previstos en el trasvase Júcar-Vinalopó, cuya conducción se encuentra en construcción desde finales de 2002 y cuyas obras ya han recibido las primeras ayudas por parte de la UE. Según ha podido confirmar este diario de fuentes próximas al departamento que dirige Cristina Narbona, esa reducción se perfila como la alternativa del ministerio y la Confederación Hidrográfica del Júcar al proyecto inicial, con el fin de hacerlo compatible con los requisitos exigidos por la UE para garantizar nuevas ayudas y, también, para preservar el caudal ecológico del Júcar y la supervivencia de la Albufera de Valencia.
A diferencia de lo ocurrido con la derogación del trasvase del Ebro, Medio Ambiente no se plantea cancelar el Júcar-Vinalopó, pero conjuntamente con la Confederación del Júcar trabaja en una alternativa al proyecto inicial con el que fue aprobado en el marco del plan de cuenca, de forma que se evite el impacto ambiental que previsiblemente generaría una transferencia anual de 80 hm 3 en el río Júcar. Además de reducir el caudal a trasvasar a menos de la mitad sobre el volumen previsto en un principio, el ministerio estudia cambios en la infraestructura, como realizar la toma de caudal aguas abajo del azud de Antella. El objetivo de estos cambios es elaborar una nueva planificación de la infraestructura, de acuerdo con el nuevo planteamiento para el trasvase, que la actual administración central heredó de la anterior con las obras ya en ejecución.
Mínimo imprescindible
Sin embargo, ese caudal anual de 80 hm 3 se considera el mínimo imprescindible para satisfacer sus necesidades en las comarcas del Vinalopó, l´Alacantí y la Marina Baixa, beneficiarias del trasvase. De los 80 hm 3 previstos en el proyecto inicial, 35 se planificaron como abastecimiento para la población de dichas comarcas y los otros 45 hm 3 restantes para regar unas 40.000 hectáreas que gestiona la Junta Central de Usuarios del Vinalopó.
La Generalitat, que en los últimos días ha tenido indirectamente constancia de esta alternativa que maneja el Ministerio de Medio Ambiente, se opondrá a cualquier reducción del caudal a trasvasar desde el Júcar al Vinalopó, según pudo confirmar ayer este diario en medios del gobierno autonómico.
Tanto la UE como el Banco Europeo de Inversiones -BEI- que financia las ayudas europeas, están pendientes a fecha de hoy de que la Administración Española presente varios informes sobre la viabilidad ambiental del trasvase, entre ellos el relativo a las garantías de supervivencia de la Albufera de Valencia. La propia Confederación del Júcar trabaja actualmente en la elaboración de dichos informes. La conducción del trasvase, según el proyecto inicial, consta de siete tramos, de los que seis ya tienen adjudicadas las obras, entre ellos los tres que conforman el sector central de la infraestructura.