La descontaminación del suelo de Malpica será complicada La mancha tóxica del acuífero sobrepasa los cuatro kilómetros, según calcula la CHE
Lun, 04/10/2004
La solución a la grave contaminación química descubierta el paso mes de abril en los suelos y el acuífero localizados entre Malpica y La Puebla de Alfindén es "técnicamente complicada". Así lo asegura el estudio urgente encargado por el Gobierno aragonés y cuyas conclusiones se han remitido al Departamento de Calidad Ambiental.
El hecho de que en las tierras contaminadas se levanten más de 25 naves industriales y empresas desaconseja la posibilidad de remover el terreno del polígono y retirarlo con palas excavadoras. Las prospecciones que se recomiendan y el estudio en profundidad que se llevará a cabo para recabar todos los datos dilatarán en el tiempo una posible fecha de inicio para la descontaminación.
ORIGEN El origen de esta contaminación está en la actividad de una lavandería industrial instalada entre 1976 y 1986 en una de las parcelas del polígono. El percloroetileno, un producto utilizado en tintorerías y para la limpieza en seco, se infiltró en los suelos y llegó a las aguas subterráneas, extendiéndose aguas abajo de Malpica.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) detectó la mancha --que no ha afectado a los pozos de agua para consumo-- el pasado mes de marzo, aunque fue en abril cuando se puso en contacto con la DGA y los ayuntamientos de Zaragoza y La Puebla de Alfindén. En total, la contaminación de aguas alcanza los cuatro kilómetros, aunque la de los suelos puede ser bastante mayor.
El Departamento de Medio Ambiente encargó entonces un estudio sobre la situación producida por el contaminante percloroetileno (PERC) y avanzó que el plan de actuación no iba a ser sencillo.
Las propuestas de este estudio incluyen un total de 80 mediciones de gases en superficie para comprobar dónde se localiza el terreno más contaminado. Además, aconsejan dos grandes sondeos de hasta 36 metros de profundidad para recoger más datos.
NAVES INDUSTRIALES El hecho de que los terrenos no sean del propietario original y que en su mayoría estén urbanizados con naves industriales dificultará estas prospecciones. La DGA trabaja de manera conjunta con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y está en permanente contacto con los ayuntamientos implicados.
De hecho, el organismo de cuenca ha abierto más pozos de prospección, y durante todos estos meses ha tomado nuevas muestras que actualmente analizan los laboratorios. No obstante, los técnicos descartan cualquier riesgo para la población.
MEDIDAS A SEGUIR El Gobierno aragonés fijará las medidas a seguir en el plan de descontaminación de la zona. No obstante, la Ley de Residuos en vigor señala a los antiguos propietarios como responsables de lo sucedido y quienes tienen que cargar con los gastos que conlleven los trabajos, aunque sea de forma subsidiaria.
En situaciones similares, la descontaminación se realiza mediante el sistema de bombeo, bien con agua o con aire a presión. El método consiste en la inyección de agua en el terreno y la posterior recogida de este agua contaminada para su traslado. Similar proceso se sigue con el aire. Desde el departamento de Medio Ambiente se asegura que una de las ventajas es que la contaminación está muy localizada
El hecho de que en las tierras contaminadas se levanten más de 25 naves industriales y empresas desaconseja la posibilidad de remover el terreno del polígono y retirarlo con palas excavadoras. Las prospecciones que se recomiendan y el estudio en profundidad que se llevará a cabo para recabar todos los datos dilatarán en el tiempo una posible fecha de inicio para la descontaminación.
ORIGEN El origen de esta contaminación está en la actividad de una lavandería industrial instalada entre 1976 y 1986 en una de las parcelas del polígono. El percloroetileno, un producto utilizado en tintorerías y para la limpieza en seco, se infiltró en los suelos y llegó a las aguas subterráneas, extendiéndose aguas abajo de Malpica.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) detectó la mancha --que no ha afectado a los pozos de agua para consumo-- el pasado mes de marzo, aunque fue en abril cuando se puso en contacto con la DGA y los ayuntamientos de Zaragoza y La Puebla de Alfindén. En total, la contaminación de aguas alcanza los cuatro kilómetros, aunque la de los suelos puede ser bastante mayor.
El Departamento de Medio Ambiente encargó entonces un estudio sobre la situación producida por el contaminante percloroetileno (PERC) y avanzó que el plan de actuación no iba a ser sencillo.
Las propuestas de este estudio incluyen un total de 80 mediciones de gases en superficie para comprobar dónde se localiza el terreno más contaminado. Además, aconsejan dos grandes sondeos de hasta 36 metros de profundidad para recoger más datos.
NAVES INDUSTRIALES El hecho de que los terrenos no sean del propietario original y que en su mayoría estén urbanizados con naves industriales dificultará estas prospecciones. La DGA trabaja de manera conjunta con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y está en permanente contacto con los ayuntamientos implicados.
De hecho, el organismo de cuenca ha abierto más pozos de prospección, y durante todos estos meses ha tomado nuevas muestras que actualmente analizan los laboratorios. No obstante, los técnicos descartan cualquier riesgo para la población.
MEDIDAS A SEGUIR El Gobierno aragonés fijará las medidas a seguir en el plan de descontaminación de la zona. No obstante, la Ley de Residuos en vigor señala a los antiguos propietarios como responsables de lo sucedido y quienes tienen que cargar con los gastos que conlleven los trabajos, aunque sea de forma subsidiaria.
En situaciones similares, la descontaminación se realiza mediante el sistema de bombeo, bien con agua o con aire a presión. El método consiste en la inyección de agua en el terreno y la posterior recogida de este agua contaminada para su traslado. Similar proceso se sigue con el aire. Desde el departamento de Medio Ambiente se asegura que una de las ventajas es que la contaminación está muy localizada