Por el ahorro permanente de agua, salvemos el río Almonte

Lun, 04/10/2004

Hoy

Es posible conservar uno de los más valiosos valles extremeños y garantizar el abastecimiento de agua a la ciudad de Cáceres? Un creciente número de ciudadanos pensamos que la respuesta es afirmativa y rechazamos por tanto la respuesta tradicional: pongan una nueva presa. La moderna gestión del agua y del territorio hace tiempo que han desechado el hacer obras públicas de grave impacto ambiental, social y económico por el mero interés de promoverlas, a lo que se suma el hecho de considerarse un monumento más presto a inaugurarse, aunque siete u ocho años después de su autorización y bajo un coste que triplique lo presupuestado en su día. Conservar el valle del río Almonte, con sus más de cien kilómetros de longitud en un admirable estado, y abastecer de agua a los cacereños puede hacerse de muy diversas formas, de probado éxito en numerosas ciudades (vid. "La buena gestión del agua": www.panda.org/dams).

Exponemos a continuación una serie de medidas, cuyo empleo por la Confederación Hidrográfica del Tajo, el Ayuntamiento de Cáceres y el Canal de Isabel II es mucho más rápido, barato, generador estable de empleo local y eficaz que el obsoleto planteamiento de construir un gran embalse. Un destacado gestor de la Fundación Nueva Cultura del Agua resume las opciones presentes del siguiente modo (Antonio Estevan: «El agua en nuestras casas y en nuestras ciudades»):

Reducción de pérdidas: en Cáceres hay nada menos que un 35% del agua "no facturada", debido principalmente al mal estado de la red de distribución. En un primer momento, se podrían reducir esas pérdidas en un 15%.

Contadores individuales: se lograría un ahorro del 10% en los hogares donde se instalaran.

Revisión de tarifas: otro 10% de ahorro en el consumo de cada vivienda. Se penalizaría el consumo excesivo sin justificación y ayudaría al equilibrio económico de la concesión al Canal de Isabel II. En la actualidad hay quejas oficiales porque el ahorro de agua hace que no salgan las cuentas, por lo que les conviene que se derroche.

Campañas de concienciación: la reducción en el consumo variaría entre el 3% y el 10%.

Reequipamiento de instalaciones domésticas (duchas, lavadoras, retretes, etc.): disminuyen el consumo entre un 15% y un 40%.

Usos industriales: dependiendo del tipo de empresa, algunas pueden ahorrar hasta un 75%. Según sectores, el ahorro global estaría entre un 6% y un 12%.

Usos administrativos y de oficinas: el ahorro es similar al anterior, entre un 6% y un 15%.

Reutilización para sustituir el empleo de agua potable por depurada para zonas verdes y áreas deportivas, creación de jardines mediterráneos de nuestro clima que sustituyan las praderas de césped de Cáceres: se lograría un ahorro del 15% de la demanda bruta de agua potable.

En los nuevos barrios y polígonos industriales, separación de redes, depuración de aguas grises, tratamiento separado de las aguas pluviales, sistemas ahorradores de agua y uso de aguas subterráneas locales.

En el caso de Cáceres, tenemos además otras alternativas concretas, como el rescate de la concesión de aguas del pantano de Valdesalor, eliminando las edificaciones y vertidos ilegales de sus orillas, y asegurar el abastecimiento desde la toma existente en el pantano de Alcántara.

Como se ve, hay un amplio abanico de medidas que de hecho ya se ponen en práctica en muchos lugares («Comisión Mundial de Represas»: www.dams.org) y que los propios ciudadanos demandan. Insistimos en la idea de que el abastecimiento es sólo una parte de la ordenación del territorio y urbanística. La clave reside en el modelo de ciudad que se prepara en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, el cual ha de discutirse con transparencia y participación pública, teniendo en cuenta los principios de la Ley extremeña de 2001 sobre la materia. Una situación parecida se acaba de dar en la ciudad de Lugo, similar a Cáceres, donde se adoptan medidas alternativas tras haber rechazado el Ministerio de Medio Ambiente una nueva presa en la zona protegida del río Narla.

Red Natura 2000

Recordemos que el valle del Almonte fue designado por la propia Junta de Extremadura como Lugar de Importancia Comunitaria de la Red Natura 2000, cuya protección garantiza el Derecho Comunitario Europeo, y debería incluirse en el futuro Parque Nacional de Monfragüe, con vistas a una ineludible ampliación que beneficiaría a todos los municipios ribereños, desde las Villuercas hasta su desembocadura en el Tajo, cuestiones todas que la Confederación Hidrográfica y el Ministerio de Medio Ambiente ha de tener en cuenta en la evaluación de impacto ambiental que se lleva a cabo.

Como muestra del interés por realzar sus valores naturales y sociales, recientemente se ha celebrado en la ciudad de Cáceres la Semana de Monfragüe y su Entorno, con la intervención entre otros, de la Asociación para el Desarrollo de Monfragüe y agrupaciones de empresarios y fundaciones de la zona, cuya participación ha girado bajo el lema de la sostenibilidad ambiental. La apuesta por la conservación en estos municipios es clara; no permitamos, pues, que este monumento natural quede sepultado para siempre bajo el hormigón.

PEDRO BRUFAO CURIEL, catedrático de la Uex, en representación de la Plataforma por la Defensa del Río Almonte