SANTIAGO. La preocupación por la gestión del agua se dejó sentir durante la celebración del II Congreso de Ingeniería Civil, Territorio y Medio Ambiente. El director general de Agua, Juan José López Martos, hizo hincapié en la importancia de reestructurar y «reforzar las conferecias hidrográficas de toda España», en especial en la Comunidad gallega, donde reconoce su «menor importancia». López Martos, que hizo estas declaraciones durante dicho congreso anunció el compromiso de los «responsables públicos de tomar decisiones para el reparto de un bien necesario como el agua», aunque reconoció que «estas decisiones no compensarán siempre a todos».

Por su parte, el director general de la Marina Mercante, Felipe Martínez Martínez, expuso el marco jurídico que afecta en España al agua y al medio ambiente. Destacó también que la Ley de Medidas del 2003, que transpuso la Directiva Marco, fue la gran oportnidad perdida para organizar la legislación sobre aguas españolas de una manera más coherente. Además comentó que el Real Decreto del 2004, que deroga muchos aspectos del Plan Hidrológico Nacional, se plantea transfiormaciones por razones ambientales, económicas y técnicas, como la sustitución de obras por proyectos de desalación o reutilización del agua.

Entre otras opiniones de las distintas personalidades que acudieron al encuentro, se encontraba Joan Armengol Bachero, catedrático de Ecología de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, que versó sobre «la gestión a corto plazo del agua de los embalses», un sistema sensible que se ve afectado por los cambios metereológicos, según sus palabras textuales.

El arquitecto y profesor titular de Arte, Elementos de Urbanización e Historia de la Ingeniería de la Universidad Politécnica de Cataluñ, Salvador Tarragó Cid, expuso un discurso sobre la «necesidad de la participación de ciudadanos en la planificación hidraúlica». El enfoque del mismo fue el del punto de vista del propio ciudadano, quien -según Tarragó- «exige que se le respete, porque no es menor de edad», y utilizó como ejemplo los diferentes episodios de la historia del Ebro.

En definitiva, la modernidad y la tradición figuran como las principales apuestas de la Ingeniería Civil en lo que respecta a la energia eólica. El secretario general para el Territorio y la Biodiversidad explicó que en la UE la legislación que pretende llevarse a cabo en España sobre el agua, ya entró en vigor en el año 2000, y puso el ejemplo de Londres, donde se valoraron opciones como el trasvase o la preparación de campañas de concienciación a la sociedad sobre el consumo