Phil Jones: En el futuro hará más calor y lloverá menos
Mié, 22/09/2004
Phil Jones es el coordinador de un proyecto de investigación del cambio climático en el Viejo Continente financiado por la Unión Europea. Para conocer la frecuencia e intensidad de los episodios meteorológicos se han analizado datos de los últimos 150 años. En el proyecto intervienen ocho instituciones científicas europeas, entre las que se encuentra la Universitat Rovira i Virgili, que ha sido la anfitriona del primer encuentro que se celebra desde la constitución del grupo de investigación. Las conclusiones a las que está llegando no invitan al optimismo. Lo que queda cada vez más claro es que los gobernantes deberán adoptar medidas y con urgencia para evitar tener que lamentarse en un corto plazo de tiempo.
Hábleme del futuro desde un punto de vista meteorológico.Hay una diferencia entre la evolución a corto plazo, en unos veinte años, y lo que puede variar el clima en una escala regional o global. La tendencia es clara: en Europa hará más calor. El aumento puede ser, en las tres próximas décadas, de 0,2 grados cada dos años.
Durante el siglo XX el incremento fue de 0,6 grados. Por tanto, estamos hablando de un aumento rápido de las temperaturas. Esto no quiere decir que cada año haya una subida sostenida, sino que habrá años que aumentará más que otros.
¿Hará más calor en el Mediterráneo?La década de 2020 será más calurosa que la actual y mucho más aún que las décadas pasadas. El aumento de la temperatura se producirá de manera más rápida en unos lugares que en otros.
¿Qué zonas de Europa resultarán más perjudicadas?De acuerdo con la previsión, será la zona del Mediterráneo, por cuanto el calor traerá más aridez y sequía. La repercusión será negativa y afectará a la actividad humana y a los recursos hídricos. La agricultura sufrirá y se generarán conflictos asociados a la falta de agua.
¿Que sucederá en otras zonas de Europa donde hasta hace poco parecía impensable que pudieran sufrir las consecuencias del cambio climático?También quedará muy afectada la zona de Los Alpes. Piense que en el verano del año pasado, que fue muy cálido, desapareció el ocho por ciento de las zonas de glaciares. Las repercusiones del deshielo pueden ser muy importantes en países como Suiza y Austria, que precisamente generan energía gracias a los glaciares. La industria energética de estos países puede quedar sumida en el caos.
¿La subida del agua del mar, también acarreará serías dificultades en determinados espacios geográficos e industrias como la turística? Los problemas no serán tanto por la elevación del agua del mar como por otros motivos. La principal acción que puede afectar de manera negativa al turismo será la carencia de agua. En concreto, a España viene mucho turismo que consume grandes cantidades de agua. Esto generará conflictos. Además, los países del Norte de Europa que son fuente de turismo tendrán un clima más cálido y se convertirán en destinos turísticos. En Alemania o Inglaterra el cambio climático puede derivar en el aumento de tormentas que podrán ocasionar daños en infraestructuras como las carreteras.
¿Lloverá menos y cuando lo haga será con más virulencia?No puedo referirme sobre este asunto al Mediterráneo, debido a que lo conozco poco. En Inglaterra, la tendencia actual ya es que cuando llueve en verano lo hace con más intensidad. La base de datos que tenemos sobre los fenómenos meteorológicos en Inglaterra es suficiente como para saber que el cambio del régimen de lluvias es significativo. En los últimos 30 años se han registrado episodios de lluvia más intensos.
¿Qué recomienda que se haga para frenar esta tendencia?Presionar a los gobiernos para que adopten decisiones. La sociedad puede hacer mucho en este sentido. El público puede obligar a que el político ponga entre sus prioridades el atacar el cambio climático y la adopción de medidas. Debe hacerse a nivel global. Por ejemplo, hay que presionar a los gobiernos para que apliquen los acuerdos de Kyoto. Europa tiene que jugar su papel para lograr que se cumpla el protocolo de Kyoto, puesto que no lo hará Estados Unidos. El cumplimiento de estos acuerdos puede mitigar los efectos negativos del cambio climático.
¿Qué avances representa el proyecto europeo que coordina?
Estamos en los inicios y analizamos el comportamiento del clima en Europa y el Atl.ntico Norte. Aún no disponemos de resultados parciales. También estamos validando modelos para tener un mejor conocimiento de la globalización climatológica. Para avanzar, es bueno conocer el comportamiento del clima en el continente europeo a partir de datos que disponemos desde hace 150 años
Hábleme del futuro desde un punto de vista meteorológico.Hay una diferencia entre la evolución a corto plazo, en unos veinte años, y lo que puede variar el clima en una escala regional o global. La tendencia es clara: en Europa hará más calor. El aumento puede ser, en las tres próximas décadas, de 0,2 grados cada dos años.
Durante el siglo XX el incremento fue de 0,6 grados. Por tanto, estamos hablando de un aumento rápido de las temperaturas. Esto no quiere decir que cada año haya una subida sostenida, sino que habrá años que aumentará más que otros.
¿Hará más calor en el Mediterráneo?La década de 2020 será más calurosa que la actual y mucho más aún que las décadas pasadas. El aumento de la temperatura se producirá de manera más rápida en unos lugares que en otros.
¿Qué zonas de Europa resultarán más perjudicadas?De acuerdo con la previsión, será la zona del Mediterráneo, por cuanto el calor traerá más aridez y sequía. La repercusión será negativa y afectará a la actividad humana y a los recursos hídricos. La agricultura sufrirá y se generarán conflictos asociados a la falta de agua.
¿Que sucederá en otras zonas de Europa donde hasta hace poco parecía impensable que pudieran sufrir las consecuencias del cambio climático?También quedará muy afectada la zona de Los Alpes. Piense que en el verano del año pasado, que fue muy cálido, desapareció el ocho por ciento de las zonas de glaciares. Las repercusiones del deshielo pueden ser muy importantes en países como Suiza y Austria, que precisamente generan energía gracias a los glaciares. La industria energética de estos países puede quedar sumida en el caos.
¿La subida del agua del mar, también acarreará serías dificultades en determinados espacios geográficos e industrias como la turística? Los problemas no serán tanto por la elevación del agua del mar como por otros motivos. La principal acción que puede afectar de manera negativa al turismo será la carencia de agua. En concreto, a España viene mucho turismo que consume grandes cantidades de agua. Esto generará conflictos. Además, los países del Norte de Europa que son fuente de turismo tendrán un clima más cálido y se convertirán en destinos turísticos. En Alemania o Inglaterra el cambio climático puede derivar en el aumento de tormentas que podrán ocasionar daños en infraestructuras como las carreteras.
¿Lloverá menos y cuando lo haga será con más virulencia?No puedo referirme sobre este asunto al Mediterráneo, debido a que lo conozco poco. En Inglaterra, la tendencia actual ya es que cuando llueve en verano lo hace con más intensidad. La base de datos que tenemos sobre los fenómenos meteorológicos en Inglaterra es suficiente como para saber que el cambio del régimen de lluvias es significativo. En los últimos 30 años se han registrado episodios de lluvia más intensos.
¿Qué recomienda que se haga para frenar esta tendencia?Presionar a los gobiernos para que adopten decisiones. La sociedad puede hacer mucho en este sentido. El público puede obligar a que el político ponga entre sus prioridades el atacar el cambio climático y la adopción de medidas. Debe hacerse a nivel global. Por ejemplo, hay que presionar a los gobiernos para que apliquen los acuerdos de Kyoto. Europa tiene que jugar su papel para lograr que se cumpla el protocolo de Kyoto, puesto que no lo hará Estados Unidos. El cumplimiento de estos acuerdos puede mitigar los efectos negativos del cambio climático.
¿Qué avances representa el proyecto europeo que coordina?
Estamos en los inicios y analizamos el comportamiento del clima en Europa y el Atl.ntico Norte. Aún no disponemos de resultados parciales. También estamos validando modelos para tener un mejor conocimiento de la globalización climatológica. Para avanzar, es bueno conocer el comportamiento del clima en el continente europeo a partir de datos que disponemos desde hace 150 años