Ercros defiende que los residuos sigan en el lecho del Ebro El presidente de la compañía, Antoni Zabalza, esgrime los informes de expertos internacionales
Vie, 17/09/2004
BARCELONA.- El presidente de Ercros, Antoni Zabalza, reiteró ayer que los expertos internacionales consultados por la empresa recomiendan como principio general que no se remuevan los sedimentos de residuos tóxicos acumulados en los ríos si no hay constancia de que tienen un efecto nocivo sobre la calidad del agua.
Zabalza se refería así al escándalo desencadenado a raíz de que trascendiera que en los últimos años se han acumulado toneladas de residuos tóxicos en el Ebro, algunos de ellos radiactivos, a su paso por Flix, la localidad de Tarragona en la que se encuentra la fábrica de la antigua Erkimia.
En declaraciones a Catalunya Radio recogidas por Efe, Zabalza añadió que en países avanzados en materia de protección medioambiental como Suecia, Noruega y Alemania «han solucionado siempre casos similares al del pantano de Flix -donde se acumulan entre 200.000 y 300.000 toneladas de residuos altamente tóxicos-, dejando los residuos allá donde están».
Sin embargo, el científico del CSIC y coautor del estudio que ha desvelado la existencia de este vertedero de residuos tóxicos, Albert Palenques, se muestra partidario de retirar estos desechos lo más rápidamente posible, porque un accidente en la presa de Flix permitiría su movilización y la elevada contaminación por tanto de la zona.
El conseller de Política Territorial i Obres Públiques y portavoz de la Generalitat, Joaquim Nadal, confirmó el martes, tras la reunión del Consell Executiu, que el Govern no se plantea pedir responsabilidades «con carácter retroactivo» a la empresa Erkimia (Ercros) por la contaminación del río Ebro, sino que optará por «soluciones» como incentivar a una reactivación de la diversificación económica de las Tierras del Ebro.
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Alarma social .
Nadal explicó que el conseller de Medi Ambient, Salvador Milà, comentó al resto de los consellers su visita del lunes a Flix, y pidió que pese al informe científico que alerta de la alta contaminación en el Ebro que «no se sobredimensione el problema» y «no se genere alarma social».
«El gobierno catalán no quiere de forma retrospectiva plantear la petición de responsabilidades sino que quiere apuntar en la línea de las soluciones», apuntó Nadal, quien aseguró que el Ejecutivo autonómico es consciente de que «hay mucha gente que vive» de la planta de Erkimia.
A pesar de que grupos ecologistas han anunciado que presentarán querellas criminales contra Erkimia por sus responsabilidades en los vertidos, el propio Milà, ha limitado las responsabilidades de la compañía al terreno moral.
El Gobierno de la Generalitat es consciente de que buena parte de la economía de la zona depende de los empleos de la factoría de Erkimia. Por esa razón, los diferentes consellers implicados han minimizado el peligro que puede suponer para la población la toxicidad de los residuos y busca soluciones que no pasen necesariamente por actuar contra la compañía.
El conseller portavoz aseguró que la Generalitat atenderá las demandas formuladas desde Flix, población en la que se ubica la planta de Erkimia, que «quieren que se les ayude» a que dejen el «monocultivo» que representa esta planta química y, así, se incentive una reactivación económica de la zona con «nuevas actividades económicas».
Precisamente en ese sentido, a principios de la semana, los alcalde de las localidades afectadas por los vertidos pidieron al Govern que antes de actuar contra Ercros planifique una serie de medidas económicas que reduzcan la dependencia laboral que tiene la mayor parte de la población de las localidades afectadas de las compañías químicas, de manera que las administraciones puedan ejercer un control mucho más férreo sobre las agresiones medioambientales de estas empresas sin temer por el futuro de los puestos de trabajo de sus poblaciones.
Zabalza se refería así al escándalo desencadenado a raíz de que trascendiera que en los últimos años se han acumulado toneladas de residuos tóxicos en el Ebro, algunos de ellos radiactivos, a su paso por Flix, la localidad de Tarragona en la que se encuentra la fábrica de la antigua Erkimia.
En declaraciones a Catalunya Radio recogidas por Efe, Zabalza añadió que en países avanzados en materia de protección medioambiental como Suecia, Noruega y Alemania «han solucionado siempre casos similares al del pantano de Flix -donde se acumulan entre 200.000 y 300.000 toneladas de residuos altamente tóxicos-, dejando los residuos allá donde están».
Sin embargo, el científico del CSIC y coautor del estudio que ha desvelado la existencia de este vertedero de residuos tóxicos, Albert Palenques, se muestra partidario de retirar estos desechos lo más rápidamente posible, porque un accidente en la presa de Flix permitiría su movilización y la elevada contaminación por tanto de la zona.
El conseller de Política Territorial i Obres Públiques y portavoz de la Generalitat, Joaquim Nadal, confirmó el martes, tras la reunión del Consell Executiu, que el Govern no se plantea pedir responsabilidades «con carácter retroactivo» a la empresa Erkimia (Ercros) por la contaminación del río Ebro, sino que optará por «soluciones» como incentivar a una reactivación de la diversificación económica de las Tierras del Ebro.
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Alarma social .
Nadal explicó que el conseller de Medi Ambient, Salvador Milà, comentó al resto de los consellers su visita del lunes a Flix, y pidió que pese al informe científico que alerta de la alta contaminación en el Ebro que «no se sobredimensione el problema» y «no se genere alarma social».
«El gobierno catalán no quiere de forma retrospectiva plantear la petición de responsabilidades sino que quiere apuntar en la línea de las soluciones», apuntó Nadal, quien aseguró que el Ejecutivo autonómico es consciente de que «hay mucha gente que vive» de la planta de Erkimia.
A pesar de que grupos ecologistas han anunciado que presentarán querellas criminales contra Erkimia por sus responsabilidades en los vertidos, el propio Milà, ha limitado las responsabilidades de la compañía al terreno moral.
El Gobierno de la Generalitat es consciente de que buena parte de la economía de la zona depende de los empleos de la factoría de Erkimia. Por esa razón, los diferentes consellers implicados han minimizado el peligro que puede suponer para la población la toxicidad de los residuos y busca soluciones que no pasen necesariamente por actuar contra la compañía.
El conseller portavoz aseguró que la Generalitat atenderá las demandas formuladas desde Flix, población en la que se ubica la planta de Erkimia, que «quieren que se les ayude» a que dejen el «monocultivo» que representa esta planta química y, así, se incentive una reactivación económica de la zona con «nuevas actividades económicas».
Precisamente en ese sentido, a principios de la semana, los alcalde de las localidades afectadas por los vertidos pidieron al Govern que antes de actuar contra Ercros planifique una serie de medidas económicas que reduzcan la dependencia laboral que tiene la mayor parte de la población de las localidades afectadas de las compañías químicas, de manera que las administraciones puedan ejercer un control mucho más férreo sobre las agresiones medioambientales de estas empresas sin temer por el futuro de los puestos de trabajo de sus poblaciones.