La deuda pendiente de los huracanes 'Iván' se acerca a la costa de Florida Los nombres de la desgracia

Mié, 15/09/2004

Expansión

expansión. Madrid
Los huracanes son los fenómenos naturales que más catástrofes provocan en el Caribe, según las estadísticas.
Las consecuencias económicas y sociales de los huracanes suelen ser de gran envergadura, especialmente en los países menos desarrollados, donde un porcentaje significativo del Producto Interior Bruto (PIB) se destina a paliar los daños producidos por un solo desastre natural.
Según un informe de la aseguradora alemana Münchener Rückversicherungs-Gesellschaft, en 2003, los huracanes supusieron la tercera parte de los aproximadamente 700 fenómenos naturales registrados en el mundo, y el 75% de las pérdidas aseguradas causadas por catástrofes naturales.

Los tornados que asolaron el medio oeste estadounidense en abril y mayo provocaron daños por valor de 5.000 millones de dólares.
Las pérdidas causadas por los tornados de mayo sobrepasan los 3.000 millones de dólares, por lo que se trata de una de las diez tormentas más costosas de la historia de las aseguradoras.
En la segunda mitad de septiembre, el huracán Isabel cruzó la costa este estadounidense y devastó más de 360.000 casas: las pérdidas económicas alcanzaron los 5.000 millones de dólares, de los que 1.700 millones estaban asegurados.
Según el estudio, a Europa la respetaron las tormentas más violentas durante el pasado año. Incluso Calvann, la tormenta de invierno que afectó a Francia, Suiza y Alemania a principios de enero, causó pérdidas relativamente pequeñas (en torno a 1.000 millones de dólares, de las que 300 millones estaban aseguradas), a pesar de que los vientos llegaron a alcanzar los 200 kilómetros por hora.
Consecuencias ecológicas
La pesca es uno de los sectores económicos más perjudicados por los huracanes. Al debilitarse los vientos, las corrientes de agua del fondo del mar no permiten que los nutrientes marinos accedan a la superficie, lo que provoca una disminución de la pesca. Los huracanes también afectan a la salud, ya que las lluvias incrementan la posibilidad de que surjan epidemias.
El hábitat natural tampoco escapa al azote de estos fenómenos naturales. Las especies inmóviles como los mejillones o las ostras son completamente eliminadas en las zonas afectadas. Algunas de estas especies suelen ser transportadas con los restos del huracán a localidades distantes a lo largo de la costa y al interior, con frecuencia en hábitats donde es muy difícil que sobrevivan.
Sin embargo, científicos del Servicio Nacional Biológico de Estados Unidos (NBS) han descubierto que la mayoría de las poblaciones de plantas y animales que viven en zonas de tormentas son capaces de sobrevivir y recuperarse con el tiempo de estos fenómenos.

Avances tecnológicos
El huracán es el más severo de los fenómenos meteorológicos conocidos como ciclones tropicales. Se trata de sistemas de baja presión con actividad lluviosa y eléctrica cuyos vientos rotan antihorariamente (en contra de las manecillas del reloj) en el hemisferio Norte.
A los ciclones tropicales con vientos menores o iguales a 62 kilómetros por hora se les denomina depresiones tropicales.
Cuando los vientos alcanzan velocidades de 63 a 117 kilómetros por hora, se les llama tormenta tropical y, al exceder los 118 kilómetros por hora, la tormenta tropical se convierte en huracán.
En las últimas tres décadas la capacidad tecnológica para pronosticar con antelación los huracanes ha mejorado significativamente.
Las nuevas tecnologías permiten identificar una depresión tropical y seguir, en tiempo real, el desarrollo del huracán. El mayor avance se ha dado en Estados Unidos, una de las zonas más azotadas por este tipo de fenómenos climatológicos, donde los eficaces mecanismos de alerta están evitando importantes desastres naturales.

Los modelos de ordenadores que estiman la trayectoria, el lugar de impacto, y el daño potencial fueron implementados por primera vez en 1968 por el Centro Nacional de Huracanes estadounidense (NHC), y donde en la actualidad existen cinco modelos operacionales que se encargan de seguir el desarrollo del fenómeno. El NHC evalúa los datos que se obtienen de todas las tormentas tropicales y huracanes en el Atlántico, el Pacífico oriental y la cuenca de los ciclones tropicales del Pacífico, y emite una predicción oficial sobre la ruta e intensidad que consiste en posiciones centrales y velocidades máximas del viento durante un minuto para doce, 24, 48 y 72 horas.
Uno de los principales avances del NHC es el Sea, Lake and Overland Surges (SLOSH) que simula los efectos de los huracanes a medida que se acercan a tierra. Su predecesor, SPLASH, usado en la década de 1960, fue útil para modelar los efectos de los huracanes a lo largo de líneas de costa uniformes, pero el SLOSH añade a esto la capacidad para estimar la inundación en áreas del interior.
Estos resultados ayudan a planificar las rutas de evacuación de la población.
El huracán 'Iván' que ya ha causado al menos 70 muertos a su paso por el Caribe, apuntaba ayer hacia el noroeste del estado de Florida, en Estados Unidos, que ha sido asolado por dos ciclones en menos de un mes.
Se prevé que 'Iván', que ayer se redujo a cuatro en la escala Saffir-Simpson cuyo máximo está en cinco y disminuyó sus vientos sostenidos a 250 kilómetros por hora, toque tierra mañana en esa región, aunque su cono de posibilidades incluye Alabama, Mississipi y Luisiana.
Al menos cinco condados del noroeste de Florida solicitaron ayer a los residentes de las áreas costeras su evacuación a sitios seguros e incluso en Nueva Orleans, a 450 kilómetros al oeste de Panamá City, que se sitúa como blanco probable del huracán, el alcalde sugirió 'buscar terrenos elevados'.

Según el Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Miami, 'Iván' sigue siendo 'extremadamente peligroso', tiene un diámetro de más de 600 kilómetros y disminuyó levemente su velocidad de traslación de 15 a 12 kilómetros por hora.

El CNH pronosticó que seguirá en esa dirección las próximas 24 horas.
En el momento en que el CNH presentó su último boletín, el centro del huracán se encontraba a unos 700 km al sureste de la desembocadura del río Mississipi.
'Iván', el quinto huracán de la temporada, ha castigado ya a Barbados, Colombia, Granada, Haití, Jamaica, República Dominicana, Trinidad y Tobago, las Antillas Holandesas, Venezuela, Islas Caimán y, el pasado lunes, Cuba y la península de Yucatán, en el noreste de México. El poderoso huracán tardó más de cinco horas en superar el extremo occidental de Cuba, sobre la punta oeste de la península de Guanahacabibes (Pinar del Río), una zona poco poblada que alberga una Reserva Mundial de la Biosfera.

El jefe del Servicio de Pronósticos del Instituto Cubano de Meteorología, José Rubiera, aseguró que no es posible que 'Iván' retorne al país, aunque apuntó que ha provocado grandes daños en el oeste de Cuba.
Rubiera explicó, además, que los vientos que azotaron la parte más occidental de Cuba fueron los más intensos de los últimos 50 años. 'Iván' causó en Pinar del Río y la Isla de la Juventud olas gigantescas y lluvias torrenciales que provocaron graves inundaciones y derribó centenares de árboles y postes eléctricos.

Algunas de las carreteras hacia el oeste y el sur de la provincia fueron cortadas y, según los informes preliminares locales, había varias comunidades incomunicadas por el agua y con daños severos.

Las primeras imágenes del azote de 'Iván' en el oeste de Pinar del Río muestran techos tumbados y viviendas gravemente afectadas, aunque de momento no se ha informado de víctimas mortales o heridos porque las comunidades con mayor riesgo habían sido desalojadas horas antes del impacto de 'Iván'.
El CNH comunicó también la formación de 'Jeanne', la décima tormenta tropical de la temporada, que se acerca a las Antillas. Puerto Rico, las Islas Vírgenes y Antigua se preparan para su paso a lo largo del día de hoy. Según los pronósticos del CNH, la tormenta seguirá su curso por el norte del Caribe y continuará después hacia Bahamas y la costa este de EEUU.

Los especialistas descartan, por ahora, la posibilidad de que el fenómeno se transforme en un nuevo huracán. Las últimas informaciones del CNH, el 'Jeanne' se encuentra a unos 200 kilómetros al suroeste de Saint Croix, en las Islas Vírgenes.
Durante la temporada ciclónica atlántica de este año, que comenzó el 1 de junio y concluye el 30 de noviembre, se han formado cinco huracanes y nueve tormentas.
Hasta el momento tres de esos huracanes 'Charley', 'Frances' e 'Iván' han oscilado entre las categorías cuatro y cinco de la escala Saffir-Simpson.
Los expertos han pronosticado que se formarán entre doce y quince tormentas tropicales y entre seis y ocho huracanes, de los cuales entre dos y cuatro podrían ser de mayor intensidad.
Los huracanes y las tormentas tropicales también son bautizados.

El uso de nombres de hombres y mujeres en la comunicación escrita y hablada causa menos errores que cualquier otra identificación de huracanes usada hasta ahora, según los expertos. Cada año, se prepara una lista potencial de nombres para la siguiente temporada de huracanes. La lista contiene un nombre por cada letra del alfabeto (las letras Q, U, X, Y, Z no se incluyen debido a que pocos nombres tienen esas iniciales). Estas listas son recicladas cada seis años. Los nombres de huracanes muy destructivos se eliminan quedan en los registros históricos y son sustituidos por otros que empiezan con la misma letra.
Durante siglos, muchos huracanes en las Antillas recibían el nombre del santo del día en que se producían. Un caso curioso es el del huracán 'San Mateo', que azotó Puerto Rico en cinco ocasiones entre 1575 y 1949.
El primer meteorólogo que utilizó un nombre propio femenino para referirse a un huracán fue el australiano Clement Wragge a finales del siglo XIX y principios del XX por razones científicas.
EEUU trató de nombrar las tormentas usando un alfabeto fonético propio (Able, Baker,Charlie...) pero abandonó el intento, por confuso, cuando en 1953 se introdujo un nuevo alfabeto fonético internacional. A partir de ese año, la Oficina Meteorológica estadounidense los llamó únicamente con nombres de mujer. Esa práctica terminó en 1978, cuando comenzaron a incluirse también nombres de hombres en las listas de tormentas para el Pacífico Norte Oriental.
La pesca es uno de los sectores económicos más perjudicados por los huracanes
Una tercera parte de los 700 fenómenos naturales que se produjeron en 2003 fueron huracanes