OBSTACULOS HIDROELECTRICOS Las turbinas matan más del 35% de los salmones
Lun, 30/08/2004
El retorno del salmón al tramo medio del Nalón y por ende al concejo tropieza con más dificultades de las previstas. Según un estudio de la consejería de Medio Ambiente la serie de minicentrales situadas entre Olloniego y la desembocadura del río causan la muerte de más del 35 por ciento de los alevines de salmón --esguines-- en su descenso hacia el mar.
La mortandad se produce cuando los jóvenes peces se ven obligados a atravesar las turbinas de generación eléctrica de las presas y son golpeados o, simplemente, troceados por las palas de las centrales. El estudio concluye, además, que la mayor tasa de mortalidad la causa la central de Puerto (Las Caldas), en la que entre el 17 y casi el 19 por ciento de los peces que atraviesan sus turbinas fallecen en el tránsito. Le siguen, por el número de bajas que causan entre los jóvenes salmones, las centrales de Priañes- Furacón y la de Olloniego, ambas en Oviedo.
La consejería considera que aunque las tasas de mortalidad durante el descenso de los esguines sean, por acumulación de la mortandad que causan las siete turbinas de las seis minicentrales, altas conviene hacer estudios más detallados sobre el conjunto de la cuenca antes de tomar medidas para la corrección de este efecto negativo. Los datos completos podrían servir para orientar una futura política de repoblaciones y de obras que reduzcan estas tasas de mortalidad.
TRUCHAS POR ESGUINES Para calcular el porcentaje de esguines que fallecen al atravesar las turbinas de las minicentrales del bajo Nalón se emplearon truchas arcoiris de similar tamaño al que alcanzan los jóvenes salmones durante su descenso hacia el mar.
Las truchas eran introducidas en el canal de las turbinas y luego recogidas a la salida de las mismas y mantenidas en observación para calcular la mortalidad diferida. Además se estableció un grupo control para eliminar la desviación que pudiera producirse por la muerte de los peces ligada a su manipulación para el experimento.
Los resultados fueron concluyentes. Suponiendo que un grupo de mil esguines quisiese alcanzar el mar desde el municipio ovetense, sólo 935 superarían vivos el salto de Olloniego. Luego deberían descender por las turbinas de la central de Puerto que superarían sólo 759 peces. El siguiente obstáculo, la minicentral de Priañes, que sobre el Nora turbina las aguas del Nalón, causaría otro 9 por ciento de bajas: quedarían 690 supervivientes. Los dos últimos obstáculos, las dos minicentrales de Valduno I y II en Las Regueras, reducirían el grupo de supervivientes a tan sólo 642 esguines.
En ninguno de estos cálculos se tiene en cuenta la mortalidad juvenil que de forma natural afecta a las poblaciones de salmones salvajes, que resulta de por sí muy elevada, con supervivencias hasta la edad adulta por debajo siempre del 3 por mil de los huevos eclosionados.
CONTADOR Los datos recogidos este verano en el contador de peces instalado en el Nalón confirmaron que los adultos también tienen problemas en el remonte, especialmente en la presa de El Furacón donde el contador constató el remonte de 50 peces pero con grandes dificultades ya que necesitaron hasta 10 intentos para superar la escala. Este problema se atribuyó a un defecto en el diseño de la rampa que causaba una excesiva velocidad del agua en la escala y complica el paso de los salmones en su ascenso.
La mortandad se produce cuando los jóvenes peces se ven obligados a atravesar las turbinas de generación eléctrica de las presas y son golpeados o, simplemente, troceados por las palas de las centrales. El estudio concluye, además, que la mayor tasa de mortalidad la causa la central de Puerto (Las Caldas), en la que entre el 17 y casi el 19 por ciento de los peces que atraviesan sus turbinas fallecen en el tránsito. Le siguen, por el número de bajas que causan entre los jóvenes salmones, las centrales de Priañes- Furacón y la de Olloniego, ambas en Oviedo.
La consejería considera que aunque las tasas de mortalidad durante el descenso de los esguines sean, por acumulación de la mortandad que causan las siete turbinas de las seis minicentrales, altas conviene hacer estudios más detallados sobre el conjunto de la cuenca antes de tomar medidas para la corrección de este efecto negativo. Los datos completos podrían servir para orientar una futura política de repoblaciones y de obras que reduzcan estas tasas de mortalidad.
TRUCHAS POR ESGUINES Para calcular el porcentaje de esguines que fallecen al atravesar las turbinas de las minicentrales del bajo Nalón se emplearon truchas arcoiris de similar tamaño al que alcanzan los jóvenes salmones durante su descenso hacia el mar.
Las truchas eran introducidas en el canal de las turbinas y luego recogidas a la salida de las mismas y mantenidas en observación para calcular la mortalidad diferida. Además se estableció un grupo control para eliminar la desviación que pudiera producirse por la muerte de los peces ligada a su manipulación para el experimento.
Los resultados fueron concluyentes. Suponiendo que un grupo de mil esguines quisiese alcanzar el mar desde el municipio ovetense, sólo 935 superarían vivos el salto de Olloniego. Luego deberían descender por las turbinas de la central de Puerto que superarían sólo 759 peces. El siguiente obstáculo, la minicentral de Priañes, que sobre el Nora turbina las aguas del Nalón, causaría otro 9 por ciento de bajas: quedarían 690 supervivientes. Los dos últimos obstáculos, las dos minicentrales de Valduno I y II en Las Regueras, reducirían el grupo de supervivientes a tan sólo 642 esguines.
En ninguno de estos cálculos se tiene en cuenta la mortalidad juvenil que de forma natural afecta a las poblaciones de salmones salvajes, que resulta de por sí muy elevada, con supervivencias hasta la edad adulta por debajo siempre del 3 por mil de los huevos eclosionados.
CONTADOR Los datos recogidos este verano en el contador de peces instalado en el Nalón confirmaron que los adultos también tienen problemas en el remonte, especialmente en la presa de El Furacón donde el contador constató el remonte de 50 peces pero con grandes dificultades ya que necesitaron hasta 10 intentos para superar la escala. Este problema se atribuyó a un defecto en el diseño de la rampa que causaba una excesiva velocidad del agua en la escala y complica el paso de los salmones en su ascenso.