La Delegación Provincial de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía está desarrollando una línea de apoyo a la expansión de los regadíos en la provincia con el horizonte puesto en pasar de las 35.000 hectáreas actualmente existentes a las 60.000 en un plazo medio de tiempo.
Según informó el Gobierno andaluz en una nota de prensa, las expectativas apuntan incluso a que en un futuro el sector del regadío onubense podría contar con 100.000 hectáreas plenamente productivas. La Administración andaluza contempla además impulsar la interconexión entre los diferentes recursos hídricos existentes.
En este sentido, indicó que resultaría factible el trasvase de estos recursos dentro de su cuenca, e incluso a las limítrofes, con el consiguiente incremento de superficie transformable en riego. Una vez en funcionamiento las obras de regulación proyectadas, la disponibilidad de recursos hídricos garantizarían la consolidación de los regadíos existentes y las nuevas transformaciones.
Por comarcas, el Andévalo y el Condado son zonas de actuación preferente y en las que se han establecido las pautas fundamentales en cuanto a inversiones para el crecimiento y mejora de estas explotaciones. La comarca del Andévalo fue declarada Zona de Interés General de los regadíos y actualmente se está elaborando la primera fase del Plan de Transformación que incluye una nueva superficie regable de 4.400 hectáreas.
La Junta está redactando el anteproyecto técnico para la puesta en marcha del entramado de conducciones generales primarias, así como de un sistema de balsas con las que se regulará el caudal de agua destinada a estas tierras. El resto de las obras hasta la llegada del agua a las parcelas constituirán la siguiente fase del proceso.
Por otro lado, la Confederación Hidrográfica del Guadiana tiene en tramitación administrativa el proyecto de bombeo desde el nuevo embalse del Andévalo hasta el Cabezo del Pasto, zona en la que deberá construirse una balsa de 150.000 metros cúbicos. En las instalaciones de toma del embalse ya está disponible el espacio para la futura ampliación del bombeo.
En la zona de la Comunidad de Regantes de El Fresno, situada en los municipios de Moguer, Lucena del Puerto y Bonares, la Delegación de Agricultura y Pesca pretende consolidar los riegos que en la actualidad se sirven, de forma "precaria", de las aguas aportadas por la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
En esta área se está realizando un anteproyecto que configura un complejo sistema de trabajos que incluye la construcción y puesta en marcha de elementos como son una nueva estación de bombeo, tuberías de impulsión y balsas de regulación, y el aprovechamiento de algunas infraestructuras como la balsa de Montemayor.
ACTUACIONES EN EL CONDADO
La Junta indicó que en la comarca del Condado, en la que se concentra prácticamente la mitad de la producción hortofrutícola onubense, se observa una situación especialmente delicada derivada de la ausencia de un soporte hídrico sólido que impulse los regadíos. Así, apuntó que son "plenamente conscientes" de la necesidad de que se ponga en marcha una autorización para la transferencia de agua desde la Cuenca del Guadiana a la del Guadalquivir, autorización que corresponde al Gobierno central.
Según afirmó, este hecho vendría a garantizar la consolidación de los regadíos y el abandono en el uso de acuíferos de vital interés para el mantenimiento del Parque Nacional de Doñana.
De todas formas, la Junta puntualizó que tiene ya redactado el anteproyecto en el que se presupuestan las obras de consolidación y transformación en aproximadamente 12 millones de euros. La concreción de este documento dependerá de la resolución del citado trasvase. Se estima que la actuación permitiría consolidar como mínimo unas 4.830 hectáreas sobre un total de superficie agraria que abarca 30.954 hectáreas.

(EUROPA PRESS ANDALUCIA)
A la importancia del Condado, como zona productiva de alto rendimiento para Huelva, hay que unir que en estos municipios el regadío es altamente beneficioso desde el punto de vista social, puesto que hay un gran número de pequeñas y medianas explotaciones, gestionadas por casi 500 agricultores, con terrenos que no llegan a superar las 10 hectáreas de media