Las entrañas del manantial

Mar, 17/08/2004

ABC

Cuando en la década de los 50 comenzaron las primeras canalizaciones que debían abastecer de agua potable de algunas poblaciones del entorno de las Sierras Subbéticas se encontraron con un oasis sin fondo bajo tierra. Aunque los ancianos ya intuían su existencia, nada se había escrito sobre el tema. Se trataba del acuífero Nacimiento de Zambra, en Rute, sin duda el manantial más significativo de aquella prospección. Las cifras hablaban de una conducción de unos 50 litros por segundo desde el Nacimiento de Zambra hasta Lucena. Todo un hito por aquél entonces que daría para abastecer no sólo a un tercio de Lucena sino a las aldeas de Los Llanos de Don Juan y Zambra, a través de la empresa gestora Aquagest.No sería el único gran pozo subterráneo. Todo el suelo del sur de la provincia de Córdoba, en un perímetro de 250 kilómetros cuadrados, se traza sobre abundantes relieves calcáreos en un auténtico laberinto de Minotauro -Sierras de Cabra, Gaena u Horconera-, que constituye una región de morfología kárstica mediterránea muy bien desarrollada.«La originalidad y variedad del paisaje, junto con la abundancia de recursos naturales y su buen estado de conservación», condujeron en 1988 a su declaración como Parque Natural de las Sierras Subbéticas. Pero no queda ahí la cosa. Hace poco menos de un año, la Consejería de Medio Ambiente propuso ante la UE su inclusión como geoparque o Reserva de la Geosfera, -el equivalente a la Reserva de la Biosfera como algunas selvas amazónicas o la misma Sierra Morena-.Los acuíferos kársticos, como es el caso del Nacimiento de Zambra, son abundantes y sus aguas subterráneas afloran en superficie a través de caudalosos manantiales como Fuente Alhama, Fuente del Río o Río de la Hoz. Uno de los escasísimos estudios sobre esta zona realizado por la Universidad de Granada a finales de los 90 recogía esta posibilidad. «Estas formaciones constituyen obviamente un importante recurso, susceptible de ser explotado y protegido a la vez», reza en el análisis realizado por M.Buoamama y M.López Chicano como homenaje a Manuel del Valle Cardente.Desde entonces, la presión por la explotación de los recursos hídricos ha ido en aumento y se han dado casos de conflictividad entre los municipios del área como problemas de insolidaridad y de competencia por el agua. A finales de los 70 se creó el Consorcio para el Abastecimiento de Agua a los Pueblos de la Zona Sur de la Provincia de Córdoba para la gestión del suministro de agua potable de casi 30 municipios. Sería a partir de entonces el encargado de los diversos estudios técnicos y el responsable de las captaciones de los manantiales del Río de la Hoz y de Fuente Alhama, dos de las principales surgencias de las Subbéticas.Fue dicho y hecho. Las grandes compañías como Grupo Pascual pusieron su ojo en este manantial del Nacimiento de Zambra. Sería a lo largo de los 90 cuando se llevaron a cabo los estudios hidrogeológicos más serios, previos a la declaración como agua mineral del manantial de Zambra, y de la puesta en funcionamiento de la planta embotelladora. Al tiempo que se abordaba en toda la comarca sur la problemática del abastecimiento urbano de agua potable en Priego de Córdoba.Una década más tarde, los rigurosos controles de calidad de Pascual, junto a los análisis rutinarios de la Delegación de Salud detectaron, hace apenas dos meses, unos gérmenes no patógenos que hicieron saltar la alarma. Como medida preventiva Pascual decidió retirar del mercado 3 millones de litros de agua de Zambra del mercado.De momento, la planta permanece cerrada y continúan los trabajos de captación para determinar si el manantial, donde han podido infiltrarse gérmenes procedentes de los animales que transitan la encrespada y extremadamente porosa Sierra Subbética, puede volver a ofrecer en otro punto este agua mineral de extraordinarias características. El circulo y el entramado subterráneo parte del subsistema Hoyones-Sierra de Gaena, que es precisamente el que drena por el Nacimiento de Zambra situado a cota 500 metros sobre el nivel del mar.La mayor parte del área de alimentación se sitúa en la zona conocida como Los Hoyones, en alusión a la existencia de dolinas y otras depresiones kársticas muy espectaculares, donde la tasa de infiltración de la lluvia es altísima. Los estudios realizados sobre el terreno hablan que el coeficiente de agotamiento de este manantial es relativamente alto, «lo cual parece ser característico de un comportamiento hidrodinámico poco inercial, propio de acuíferos con un elevado grado de karstificación o al menos con escaso poder regulador», señalan los expertos.A esto se añade que no existe único punto de descarga, sino que esta es dispersa a lo largo de un borde de más de 200 metros de longitud por toda la Sierra enclavada en el Parque Natural.En cuanto a su composición química, los contenidos en nitrato del Nacimiento de Zambra son bastante altos como en el resto de los manantiales.Una contaminación incipienteSegún recogen los últimos estudios realizados, «más del 30 por ciento de las surgencias registran concentración de la existencia de claros procesos de contaminación por actividades agrícolas, especialmente las ganaderas que se desarrollan justo encima de los afloramientos carbonatados, pero también por el uso de fertilizantes en el olivar, y, en menor medida, por vertidos o fugas de aguas residuales urbanas o la existencia de pozos negros». Todo esto supone, a juicio de los grupos ecologistas de la zona «un peligro para un verdadero oro líquido del corazón de un Parque Natural».