BANGLADESH-INUNDACIONES ONU pide a comunidad internacional 210 millones para damnificados
Jue, 12/08/2004
La ONU lanzó hoy desde Ginebra un llamamiento a la comunidad internacional para recaudar 210 millones de dólares con los que ayudar a sobrevivir durante los seis próximos meses a los damnificados por las graves inundaciones de Bangladesh.
Millones de personas de ese país asiático están expuestas al hambre y a distintas enfermedades y epidemias como consecuencia de las inundaciones, según el coordinador de la ONU en Dhaka, Jorgen Lissner, citado en un comunicado.
Tras señalar que la mayoría de los habitantes de Bangladesh tienen ya experiencia en sobrevivir a ese tipo de desastres naturales dados los sistemas de emergencia puestos a su disposición por las autoridades y suficientemente probados, Lissner explica que "lo más difícil comienza ahora" en alusión a los riesgos alimentarios y sanitarios.
Durante las semanas y meses que siguen a un desastre de esa magnitud, los bengalíes se enfrentan al desafío de conseguir agua potable, alimentos, cobijo y unos ingresos suficientes para al menos sobrevivir.
Conforme retrocede el nivel de las aguas, se difunden rápidamente enfermedades como el cólera y las fiebres tifoideas debido a la contaminación de las fuentes naturales de agua potable por las aguas residuales.
Al mismo tiempo, hay peligro de hambruna ya que las inundaciones se llevaron parte de la actual cosecha y la estación de la siembra, que suele ser en agosto, está amenazada, explica el representante de la ONU en la capital de Bangladesh.
Este año, las crecidas dejaron buena parte de la superficie del país sumergida por las aguas durante más de un mes, y los pobres en especial corren grave peligro dado que se han quedado sin víveres y sin dinero para reconstruir sus granjas o pequeños comercios.
Miles de kilómetros de carreteras, puentes y de alcantarillado, además de escuelas y otros edificios públicos han sido destruidos, y el Gobierno de Dhaka calcula que las pérdidas derivadas de la catástrofe podrían ascender finalmente a 7.000 millones de dólares.
Gracias a su llamamiento de este jueves, la ONU confía en obtener de la comunidad internacional suficientes fondos para facilitar a los más pobres acceso a agua potable, alimentos, cobijo y la posibilidad de desarrollar algún pequeño negocio o actividad lucrativa durante el próximo medio año.
Se trata, entre otras cosas, de suministrarles semillas, así como instrumentos de labranza o de pesca y de ayudar a los modestos tejedores o a propietarios de tiendas a recuperar parte del capital perdido.
Al mismo tiempo, en conjunción con el Gobierno de Bangladesh, la ONU proyecta diversos proyectos de construcción de infraestructuras para dar trabajo a millones de personas y reconstruir de paso los sistemas de transportes y comunicaciones más dañados, dice la ONU, que cifra en unos 3 millones las casas parcial o totalmente destruidas
Millones de personas de ese país asiático están expuestas al hambre y a distintas enfermedades y epidemias como consecuencia de las inundaciones, según el coordinador de la ONU en Dhaka, Jorgen Lissner, citado en un comunicado.
Tras señalar que la mayoría de los habitantes de Bangladesh tienen ya experiencia en sobrevivir a ese tipo de desastres naturales dados los sistemas de emergencia puestos a su disposición por las autoridades y suficientemente probados, Lissner explica que "lo más difícil comienza ahora" en alusión a los riesgos alimentarios y sanitarios.
Durante las semanas y meses que siguen a un desastre de esa magnitud, los bengalíes se enfrentan al desafío de conseguir agua potable, alimentos, cobijo y unos ingresos suficientes para al menos sobrevivir.
Conforme retrocede el nivel de las aguas, se difunden rápidamente enfermedades como el cólera y las fiebres tifoideas debido a la contaminación de las fuentes naturales de agua potable por las aguas residuales.
Al mismo tiempo, hay peligro de hambruna ya que las inundaciones se llevaron parte de la actual cosecha y la estación de la siembra, que suele ser en agosto, está amenazada, explica el representante de la ONU en la capital de Bangladesh.
Este año, las crecidas dejaron buena parte de la superficie del país sumergida por las aguas durante más de un mes, y los pobres en especial corren grave peligro dado que se han quedado sin víveres y sin dinero para reconstruir sus granjas o pequeños comercios.
Miles de kilómetros de carreteras, puentes y de alcantarillado, además de escuelas y otros edificios públicos han sido destruidos, y el Gobierno de Dhaka calcula que las pérdidas derivadas de la catástrofe podrían ascender finalmente a 7.000 millones de dólares.
Gracias a su llamamiento de este jueves, la ONU confía en obtener de la comunidad internacional suficientes fondos para facilitar a los más pobres acceso a agua potable, alimentos, cobijo y la posibilidad de desarrollar algún pequeño negocio o actividad lucrativa durante el próximo medio año.
Se trata, entre otras cosas, de suministrarles semillas, así como instrumentos de labranza o de pesca y de ayudar a los modestos tejedores o a propietarios de tiendas a recuperar parte del capital perdido.
Al mismo tiempo, en conjunción con el Gobierno de Bangladesh, la ONU proyecta diversos proyectos de construcción de infraestructuras para dar trabajo a millones de personas y reconstruir de paso los sistemas de transportes y comunicaciones más dañados, dice la ONU, que cifra en unos 3 millones las casas parcial o totalmente destruidas