Los ecologistas temen que el campo de golf de Ontinyent gaste el agua de 12.000 personas
Jue, 12/08/2004
La asociación piensa que las reservas de los acuíferos se verían seriamente afectadas Los miembros de la Asociación para la Defensa del Entorno Ambiental (ADEA) de Ontinyent temen que el futuro campo de golf de la ciudad consuma un millón de metros cúbicos de agua, el equivalente a una población de 12.000 habitantes. Los ecologistas creen que este consumo afectaría a los acuíferos. J. ABIETAR ZAHONERO/ONTINYENT El Pou Clar de Ontinyent, uno de los principales acuíferos de la capital de la Vall d’Albaida. Publicidad Más noticias La futura construcción de una zona residencial con campo de golf en Ontiyent hace temer a los ecologistas de la Asociación para la Defensa del Entorno Ambiental (ADEA) de la ciudad, que las reservas de los acuíferos se verán seriamente perjudicadas. Esto se deberá a que esta infraestructura consumirá un millón de metros cúbicos de agua al año, el equivalente a una población de 12.000 habitantes.
Según señalaron desde el colectivo ecologista, en la capital de la Vall d’Albaida ‘‘no vamos sobrados de agua y un consumo de estas características perjudicaría gravemente a los acuíferos’’.
Esta gran cantidad de agua necesaria para mantener esta infraestructura se debe, según los ecologistas, a que no solamente hay que mantener las entre 50 y 150 hectáreas de césped bien regadas y en buenas condiciones sino que también hay que tener en cuenta los pequeños lagos que hay en los campos de golf.
En cuanto a la ubicación, aunque no hay nada seguro, en 2001 había un proyecto de estas características que ubicaba esta zona en el extrarradio de Ontinyent y en dirección a Fontanars.
Mejor utilizaciónPara los representantes de ADEA, un tema a discutir sería si las aguas residuales depuradas sometidas a un tratamiento terciario para regar el campo de golf ‘‘deberían de utilizarse en actividades agrícolas, de mayor beneficio social’’.
Pero no solamente en agricultura sería mejor utilizada esta agua. Para los ecologistas, esta agua también podría dedicarse ‘‘para uso doméstico porque al final el agua va a costar tanto que no la podremos pagar’’. Dedicarla al textil sería otra salida.
Según manifestaron desde la asociación ecologista, no merece la pena gastar tanta agua en mantener una infraestructura de estas características cuando el golf es un deporte muy minoritario y las instalaciones apenas las utilizarán unas cuantas personas.
Asimismo, añadieron, el mantener este tipo de instalación puede agravarse en el caso de padecer una época de sequía, ‘‘porque los acuíferos aún estarían en peores condiciones y los agricultores no tendrían suficiente agua para regar sus campos’’.
Mientras, desde el Consistorio manifestaron que la iniciativa está muy verde y que todavía no hay nada definido. No obstante, en 2001 ya existió un proyecto similar que ahora podría haberse retomado.
CambioSegún afirmaron desde la asociación ecologista, ha habido un notable cambio en la forma de concebir la utilidad de un campo de golf.
Los miembros de ADEA aseguraron que del golf como deporte ‘‘se ha pasado al golf como el elemento principal y de reclamo para la compra de las nuevas promociones urbanísticas, aunque los compradores no sean practicantes de este deporte’’. Los ecologistas creen que todos estos aspectos deben tenerse en cuenta
Según señalaron desde el colectivo ecologista, en la capital de la Vall d’Albaida ‘‘no vamos sobrados de agua y un consumo de estas características perjudicaría gravemente a los acuíferos’’.
Esta gran cantidad de agua necesaria para mantener esta infraestructura se debe, según los ecologistas, a que no solamente hay que mantener las entre 50 y 150 hectáreas de césped bien regadas y en buenas condiciones sino que también hay que tener en cuenta los pequeños lagos que hay en los campos de golf.
En cuanto a la ubicación, aunque no hay nada seguro, en 2001 había un proyecto de estas características que ubicaba esta zona en el extrarradio de Ontinyent y en dirección a Fontanars.
Mejor utilizaciónPara los representantes de ADEA, un tema a discutir sería si las aguas residuales depuradas sometidas a un tratamiento terciario para regar el campo de golf ‘‘deberían de utilizarse en actividades agrícolas, de mayor beneficio social’’.
Pero no solamente en agricultura sería mejor utilizada esta agua. Para los ecologistas, esta agua también podría dedicarse ‘‘para uso doméstico porque al final el agua va a costar tanto que no la podremos pagar’’. Dedicarla al textil sería otra salida.
Según manifestaron desde la asociación ecologista, no merece la pena gastar tanta agua en mantener una infraestructura de estas características cuando el golf es un deporte muy minoritario y las instalaciones apenas las utilizarán unas cuantas personas.
Asimismo, añadieron, el mantener este tipo de instalación puede agravarse en el caso de padecer una época de sequía, ‘‘porque los acuíferos aún estarían en peores condiciones y los agricultores no tendrían suficiente agua para regar sus campos’’.
Mientras, desde el Consistorio manifestaron que la iniciativa está muy verde y que todavía no hay nada definido. No obstante, en 2001 ya existió un proyecto similar que ahora podría haberse retomado.
CambioSegún afirmaron desde la asociación ecologista, ha habido un notable cambio en la forma de concebir la utilidad de un campo de golf.
Los miembros de ADEA aseguraron que del golf como deporte ‘‘se ha pasado al golf como el elemento principal y de reclamo para la compra de las nuevas promociones urbanísticas, aunque los compradores no sean practicantes de este deporte’’. Los ecologistas creen que todos estos aspectos deben tenerse en cuenta