El proyecto para poder llenar la presa de Casasola comenzará este otoño
Mié, 04/08/2004
MÁLAGA /Terminada e inaugurada -con la presencia del entonces ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas- en octubre de 2000, la presa de Casasola (Almogía) cumple desde entonces a la perfección el objetivo principal para el que se construyó: frenar las avenidas del río Campanillas, evitando así las inundaciones en la barriada del mismo nombre, y que sus aportes embravecidos lleguen al río Guadalhorce.
Sin embargo, este embalse todavía no se ha llenado para desarrollar su función secundaria de abastecimiento de agua potable, porque un tramo de cinco kilómetros de la carretera C-3310 (Almogía-Málaga) quedaría inundado por las aguas del pantano si este se llenara. Ayer, el Ministerio de Medio Ambiente dio luz verde a la solución de este proyecto, al adjudicar por 6,2 millones de euros el proyecto de cambio de trazado de esta vía.
Segundo intento
Estas obras, que ejecutará la firma Aldeasa Construcciones, beneficiarán de forma directa a más de 400 vecinos de Almogía, que podrán llegar a sus casas sin dar un largo y peligroso rodeo de más de 15 kilómetros. La adjudicación se produce con una notable baja respecto al precio de salida, que fue de 8,7 millones de euros, si bien casi triplicará el presupuesto del proyecto inicialmente previsto, que llegó incluso a empezar a acometerse en el año 2000 con un coste de 2,3 millones, y que se paralizó y finalmente descartó por problemas geológicos.
El nuevo proyecto adjudicado por el Gobierno de Madrid incluye la nueva variante de casi cinco kilómetros, que tendrá muros de escollera y un viaducto de 160 metros de longitud y 34,5 metros de altura para salvar el arroyo Casasola. La sección de la carretera estará formada por una calzada de dos carriles de seis metros de anchura con arcenes de medio metro. Las curvas tendrán mayor anchura y un radio en todo momento inferior a 60 metros, mientras que la pendiente máxima será del 11,5%, según informó ayer el ministerio en una nota.
Las obras de alzado de este tramo de la carretera comarcal C-3310 comenzarán en otoño y durarán 18 meses. Antes de que acabe el presente año está previsto que la Confederación Hidrográfica del Sur (CHS) apruebe el plan de seguridad del embalse, paso también imprescindible para poder llenar el pantano de Casasola.
Sin embargo, este embalse todavía no se ha llenado para desarrollar su función secundaria de abastecimiento de agua potable, porque un tramo de cinco kilómetros de la carretera C-3310 (Almogía-Málaga) quedaría inundado por las aguas del pantano si este se llenara. Ayer, el Ministerio de Medio Ambiente dio luz verde a la solución de este proyecto, al adjudicar por 6,2 millones de euros el proyecto de cambio de trazado de esta vía.
Segundo intento
Estas obras, que ejecutará la firma Aldeasa Construcciones, beneficiarán de forma directa a más de 400 vecinos de Almogía, que podrán llegar a sus casas sin dar un largo y peligroso rodeo de más de 15 kilómetros. La adjudicación se produce con una notable baja respecto al precio de salida, que fue de 8,7 millones de euros, si bien casi triplicará el presupuesto del proyecto inicialmente previsto, que llegó incluso a empezar a acometerse en el año 2000 con un coste de 2,3 millones, y que se paralizó y finalmente descartó por problemas geológicos.
El nuevo proyecto adjudicado por el Gobierno de Madrid incluye la nueva variante de casi cinco kilómetros, que tendrá muros de escollera y un viaducto de 160 metros de longitud y 34,5 metros de altura para salvar el arroyo Casasola. La sección de la carretera estará formada por una calzada de dos carriles de seis metros de anchura con arcenes de medio metro. Las curvas tendrán mayor anchura y un radio en todo momento inferior a 60 metros, mientras que la pendiente máxima será del 11,5%, según informó ayer el ministerio en una nota.
Las obras de alzado de este tramo de la carretera comarcal C-3310 comenzarán en otoño y durarán 18 meses. Antes de que acabe el presente año está previsto que la Confederación Hidrográfica del Sur (CHS) apruebe el plan de seguridad del embalse, paso también imprescindible para poder llenar el pantano de Casasola.