Madrid podrá recoger cinco veces más volumen de aguas torrenciales en 2008
Sáb, 31/07/2004
MADRID. La capital dedicará los próximos cuatro años a blindarse contra la contaminación generada en los cauces fluviales por las aguas torrenciales. Hasta 2008, el Ayuntamiento de Madrid ampliará la red de saneamiento local para poder almacenar hasta 800.000 metros cúbicos de aguas en los estanques de tormentas de Pozuelo, los desarrollos urbanísticos de La China, PAU de Vallecas y Valdemarín, y la zona de soterramiento de la M-30 .
El primero de estos nuevos depósitos, que recogen el agua de los colectores en caso de fuertes lluvias para regular su vertido al río y facilitar una correcta depuración posterior, fue presentado ayer en Pozuelo por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Desde septiembre, un tanque subterráneo con capacidad para 30.000 metros cúbicos de agua y cuyo coste se eleva a 5,2 millones de euros, garantizará el correcto tratamiento de las aguas recogidas en la cuenca de Valdemarín y Pozuelo antes de llegar al río Manzanres.
Tanto Gallardón como la concejal de Medio Ambiente, Paz González, enmarcaron esta obra en el plan de recuperación del Manzanares y en el Sistema de Tratamiento Integral de las Aguas de Madrid, del que se benefician 3,7 millones de personas, 700.000 de ellas vecinos de Pozuelo, Getafe, Majadahonda, Las Rozas y Fuenlabrada.
Para el alcalde de Madrid, la edificación de los nuevos estanques de tormentas contribuirán a saldar una deuda histórica de Madrid con su río: «Durante décadas hemos convertido el Manzanares en algo instrumental y para usos residuales. Debemos recuperarlo para que pueda ser vivido y disfrutado como el resto de grandes ríos europeos», señaló Gallardón.
La superficie exterior del estanque de Pozuelo (que ocupa un solar de 9.000 metros cuadrados y se unirá a los ya existentes en Valdebebas, Butarque y Sanchinarro), será utilizada para habilitar zonas verdes y pistas deportivas para los vecinos de la ciudad.
Para el primer edil, además de evitar que el cauce del Manzanares se impregne de las primeras aguas de lluvia (las más deterioradas), los «poco lucidos» depósitos pueden ser aprovechados para el proyecto de «estructurar la ciudad a través de una red de zonas verdes y de lugares de esparcimiento».
El primero de estos nuevos depósitos, que recogen el agua de los colectores en caso de fuertes lluvias para regular su vertido al río y facilitar una correcta depuración posterior, fue presentado ayer en Pozuelo por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Desde septiembre, un tanque subterráneo con capacidad para 30.000 metros cúbicos de agua y cuyo coste se eleva a 5,2 millones de euros, garantizará el correcto tratamiento de las aguas recogidas en la cuenca de Valdemarín y Pozuelo antes de llegar al río Manzanres.
Tanto Gallardón como la concejal de Medio Ambiente, Paz González, enmarcaron esta obra en el plan de recuperación del Manzanares y en el Sistema de Tratamiento Integral de las Aguas de Madrid, del que se benefician 3,7 millones de personas, 700.000 de ellas vecinos de Pozuelo, Getafe, Majadahonda, Las Rozas y Fuenlabrada.
Para el alcalde de Madrid, la edificación de los nuevos estanques de tormentas contribuirán a saldar una deuda histórica de Madrid con su río: «Durante décadas hemos convertido el Manzanares en algo instrumental y para usos residuales. Debemos recuperarlo para que pueda ser vivido y disfrutado como el resto de grandes ríos europeos», señaló Gallardón.
La superficie exterior del estanque de Pozuelo (que ocupa un solar de 9.000 metros cuadrados y se unirá a los ya existentes en Valdebebas, Butarque y Sanchinarro), será utilizada para habilitar zonas verdes y pistas deportivas para los vecinos de la ciudad.
Para el primer edil, además de evitar que el cauce del Manzanares se impregne de las primeras aguas de lluvia (las más deterioradas), los «poco lucidos» depósitos pueden ser aprovechados para el proyecto de «estructurar la ciudad a través de una red de zonas verdes y de lugares de esparcimiento».