Comienza la lucha contra el mejillón cebra

Dom, 25/07/2004

El Periódico de Aragón

La alarma ha saltado. Los Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno aragonés detectaron la semana pasada cuatro ejemplares maduros de mejillón cebra en uno de los testigos colocados en la zona de Caspe del embalse de Mequinenza. Eso quiere decir que la especie ha saltado la frontera que se suponía hasta ahora cerrada en el embalse de Ribarroja, en donde se detectó en el 2001, y que sin mucha dificultad puede seguir colonizando el río Ebro y sus afluentes agua arriba.
Teniendo en cuenta que por ahora no existe ningún método de erradicación de esta especie invasora y que sí se saben sus graves efectos perniciosos, la celeridad en la lucha se ha convertido en elemento fundamental. La primera medida será el incremento del número de testigos para comprobar la extensión de la colonización del molusco en lugares como el pantano de Canelles, Santa Ana, El Grado, Yesa y La Sotonera. Porque las puertas del Ebro las tiene totalmente abiertas el mejillón.

Las instituciones implicadas, los gobiernos aragonés y el catalán, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), y Endesa analizaron el jueves en una reunión monográfica la posibilidad de endurecer el protocolo de navegabilidad, de aumentar el control y cierre de embarcaderos ilegales y de solicitar al Seprona la colaboración la supervisión de barcas y limpiezas. Asimismo, se baraja un desembalse de unos tres metros que coincidiría con el pico reproductor de la especie.
INVASOR PERFECTO En Europa, sobre todo en Inglaterra y Holanda, la plaga lleva más de cien años, y en EEUU más de quince. El mejillón cebra es capaz de colonizar cualquier tipo de superficie, incluidas oquedades y conducciones y, dada la alta capacidad de dispersión, su elevada fecundidad, su adaptabilidad y el que no tenga predadores, lo convierte en el invasor perfecto.
Esta misma semana se ha podido comprobar su poder. Endesa comenzó el lunes con los trabajos previstos de sustitución de los filtros de una de las cuatro turbinas de la presa. Las rejas metálicas de 18 metros de alto por 20 de ancho que fueron colocadas durante la construcción de la presa han sido colonizadas por completo: La densidad alcanza los 200.000 ejemplares por metro cuadrado. "Hay que adaptarse a vivir con el mejillón. Por eso las sustituímos por otras rejas extraíbles que se pueden limpiar más fácilmente", afirmó Emilio Rosico, de Endesa.
La imagen es impactante y demuestra el poder de obstrucción de la especie en cañerías. Los vecinos de Fayón, la primera localidad aragonesa en verse afectadas, ya sabe lo que es la colonización de sus depósitos de agua desde el 2002. Las rejas salían del agua completamente tomadas por el bivalvo. Las instaladas hasta diez metros de profundidad eran las que más ejemplares tenían.
A poca distancia del lugar se levanta el laboratorio que abrió Endesa en el 2003 junto a la presa de Ribarroja, y que sigue varias líneas de investigación para conocer la ecología básica y la distribución del mejillón cebra en esta parte del Ebro. En los trabajos también colabora la DGA y la Universidad de Zaragoza. "En estos momentos, la universidad estudia los posibles parásitos naturales que afectan al mejillón, con el fin de que sea eliminado por enemigos patológicos", afirman Imanol Cía y Mónica Bardina, dos de los estudiosos.
La Universidad de Lérida mantiene otras dos líneas de investigación: una hace referencia a su biología y el hábitat físico en el que vive, y la otra, sobre los tratamientos físicos, químicos, eléctricos y de todo orden que podrían frenar a la especie.
Se estudian los materiales y las pinturas a los que el mejillón se adhiere y a los que no. "La central nuclear de Ascó también ha sido colonizada, pero utilizan una pintura antiadherente. El caso es que es tóxica para su tratamiento en la red de tuberías", aseguran.